'Ciudadano Maxwell'
Jan Ludwick Hoch naci¨® en Aknazlatina, una miserable aldea de los C¨¢rpatos checoslovacos, en 1923. Robert Maxwell lo hizo en un cuartel brit¨¢nico 22 a?os m¨¢s tarde: "El Ej¨¦rcito eligi¨® por m¨ª. Me dieron cinco nombres, y Robert MaxweIl era el ¨²ltimo". As¨ª fue bautizado el editor de prensa m¨¢s famoso y m¨¢s pol¨¦mico de finales del siglo xx.De familia jud¨ªa, MaxweIl se uni¨® a los 15 a?os a la resistencia checoslovaca contra el nazismo. Detenido y sentenciado a muerte en 1940, logra huir, y en septiembre de ese a?o se enrola en las filas del Ej¨¦rcito brit¨¢nico. Entrar¨¢ en Berl¨ªn con las tropas de ocupaci¨®n aliadas, ser¨¢ ascendido al empleo de capit¨¢n y condecorado por su valor, pero su momento de gloria" comenzar¨¢ con la paz. "El Gobierno brit¨¢nico me dio 100 libras y me met¨ª en los negocios", dir¨¢ a?os m¨¢s tarde.
Para entonces es capaz de hablar perfectamente nueve idiomas. Ha adquirido la nacionalidad brit¨¢nica y se ha casado con Elizabeth Maynard, con la que tendr¨¢ siete hijos. Pasa a formar parte de los servicios brit¨¢nicos de inteligencia en la Alemania ocupada y es nombrado principal responsable de la prensa democr¨¢tica de posguerra en Berl¨ªn. Aquellas 100 libras son puestas a trabajar: unos a?os despu¨¦s sus negocios tendr¨¢n cifras de 10 ceros.
En Berl¨ªn comienza a publicar numerosos trabajos cient¨ªficos que hab¨ªan sido censurados durante la guerra y que compra a muy bajo precio. Regresa a Londres en 1947, y a finales de los a?os cincuenta ya es due?o de Pergamon Press, una de las editoriales cient¨ªficas m¨¢s prestigiosas del mundo. Su fortuna alcanza proporciones astron¨®micas.
Pero no todo son los negocios. Entendiendo por socialismo el "capitalismo con rostro humano", ser¨¢ diputado laborista entre 1964 y 1970. A principios de los ochenta, Maxwell desembarca con toda su agresividad e inconformismo en el mundo de la comunicaci¨®n. En 1984 compra la compa?¨ªa Mirror Group Newspapers, que controla, entre otros diarios y revistas, el Daily Mirror, el buque insignia de su imperio. A partir de entonces, sus empresas de comunicaci¨®n se extender¨¢n por cuatro continentes.
MaxweIl trabajaba unas 18 horas diarias, correg¨ªa editoriales por tel¨¦fono de un hemisferio a otro y era amigo de numerosos presidentes y primeros ministros, desde Mija¨ªl Gorbachov a Isaac Shamir. Sin embargo, Robert MaxweIl reconoci¨® en una de sus ¨²ltimas entrevistas que tras su imperio no hab¨ªa ninguna motivaci¨®n secreta, no exist¨ªa nada parecido al Rosebud de Ciudadano Kane. ?l se defin¨ªa como un hombre de detalles, tal vez, a?adi¨® una vez citando a Goethe, porque "el diablo se encuentra en los detalles".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.