Durero-Dor¨¦
En el suplemento cultural Babelia n¨²mero 1, del s¨¢bado 19 de octubre de 1991, incluido en su diario y dedicado al Papanatismo cultural, adem¨¢s de una serie de interesantes art¨ªculos, Eduardo Haro TecgIen, en la secci¨®n Televisi¨®n, Los rostros del Quijote (p¨¢gina 24), escribe: "Cuya fotograf¨ªa se ha reproducido tanto como los grabados de Durero, tan fastidiosos, tan sobrantes de rayas y de gestos retorcidos, demasiado expl¨ªcitos".El craso error de confundir a Gustavo Dor¨¦ (1832-1883), grabador franc¨¦s, ilustrador de m¨¢s de 90 grandes obras de la literatura universal y responsable en gran medida de la imagen "expl¨ªcita" del Quijote, con el humanista Alberto Durero (1471-1528), figura clave del renacimiento alem¨¢n, no ser¨ªa excesivamente grave y podr¨ªa atribuirse a un duende del procesador de textos.
Lo realmente incomprensible es que m¨¢s adelante el autor del art¨ªculo insiste: "El romanticismo en el que nos ha venido devuelto don Quijote es, como siempre, una cuesti¨®n alemana...". "En Alemania ha sido tratado por dramaturgos menores, aunque comentado y explicado cientos de veces, y el romanticismo le viene sobre todo de la visi¨®n provocada por Durero".
Creo que se trata de un lapsus del autor, agravado por el hecho de intentar extraer conclusiones bas¨¢ndose en tan equivocada e imposible atribuci¨®n.
Si me he animado a escribir esta carta al director no es por un af¨¢n de meticulosidad acad¨¦mica, sino por la lectura estimulante de la entrevista con el profesor Gombrich, al que creo que este tipo de cuestiones iconogr¨¢ficas no le es extra?a, y contribuir de paso, como dice Manuel Vicent, "a reconstruir Babelia cada semana".-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.