Gonz¨¢lez insiste en la necesidad de preservar la cohesi¨®n en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica

RomaEl presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, insisti¨® ayer en Roma, en la cumbre de la OTAN, en la necesidad de preservar la cohesi¨®n de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, aunque no consigui¨® que esta referencia figurase en el comunicado final. Por otra parte, y como estaba previsto, los 16 socios de la Afianza formularon un solemne llamamiento, a la URSS y sus rep¨²blicas en el que les instan a evitar la proliferaci¨®n nuclear y a colocar todas sus armas at¨®micas bajo una autoridad ¨²nica. Francia se disoci¨® de esta formulaci¨®n, sobre la que Espa?a mantuvo una reserva hasta el ¨²ltimo momento.

A lo largo de los seis p¨¢rrafos del texto, los 16 jefes de Estado o de Gobierno de la OTAN piden primero a las autoridades de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, "a todos los niveles" que "respeten, ratifiquen y pongan en pr¨¢ctica los acuerdos internacionales firmados por la Uni¨®n Sovi¨¦tica" en materia de desarme nuclear y convencional."Solicitamos insistentemente a todas las autoridades", prosigue el llamamiento, "que se abstengan de cualquier acci¨®n susceptible de acarrear la proliferaci¨®n de las armas nucleares o de cualquier otro medio de destrucci¨®n masiva". Los 16 se felicitan, adem¨¢s, de la intenci¨®n de los dirigentes sovi¨¦ticos de colocar tales armas bajo una autoridad ¨²nica" y les piden medidas para impedir "la exportaci¨®n de tecnolog¨ªas nucleares".

Tanto el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, como el jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, no tienen nada que objetar a esas solicitudes. "Estamos tambi¨¦n muy preocupados", reconoci¨® el primero en el curso de una conferencia de prensa. "Hay que saber qui¨¦n manda, qui¨¦n decide y d¨®nde est¨¢n situadas las fuerzas nucleares en la URSS, a?adi¨®.

Si Mitterrand se abstuvo de suscribir el texto "ca¨ªdo del cielo", pero no se neg¨® a su publicaci¨®n, es porque, seg¨²n explic¨®, tiene tintes de serm¨®n. "No hay que multiplicar consejos. No somos los preceptores de los pa¨ªses fuera de la Alianza; no tenemos una misi¨®n evang¨¦lica".

Las cr¨ªticas del jefe de Estado franc¨¦s se refer¨ªan a p¨¢rrafos del llamamiento en los que se anima, en t¨¦rminos tachados de paternalistas, a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus rep¨²blicas a promover la democracia "mediante elecciones libres y honradas" y se les dan consejos econ¨®micos. "La visi¨®n francesa es que la Alianza no debe tener ninguna dimensi¨®n pol¨ªtica", afirm¨® Gonz¨¢lez, interpretando la posici¨®n de Mitterrand.

El presidente de Estados Unidos, George Bush, se esforz¨® en restar importancia a la actitud francesa en la conferencia de prensa con la que concluy¨® su estancia en Roma. Aunque reconoci¨® que exist¨ªan "matices" y "no disensiones" entre Par¨ªs y Washington, Bush, que ayer por la ma?ana se entrevist¨® con Mitterrand, insisti¨® en que "Francia sigue apoyando la presencia norteamericana en Europa".

Las razones de la reserva de Felipe Gonz¨¢lez fueron de otra ¨ªndole. Hasta el final del debate el jefe del Ejecutivo hizo hincapi¨¦ en que, seg¨²n se?al¨® tambi¨¦n en una conferencia de prensa, "el documento de referencia [sobre la Uni¨®n Sovi¨¦tica] deb¨ªa expresar la necesidad de nexos de uni¨®n entre las rep¨²blicas". "Para la estabilidad de Europa es importante que se mantenga un v¨ªnculo de uni¨®n".

Pregunta ret¨®rica

Para ilustrar su argumento el presidente puso un ejemplo: "?Ser¨ªa posible, si no existiera la uni¨®n, una propuesta operativa de desarme como la que hizo Bush [en octubre] y la r¨¢pida respuesta del presidente Mija¨ªl Gorbachov?". "Si no subsiste la uni¨®n, son nueve o, al menos, tres o cuatro las rep¨²blicas que deben contestar". "El proceso ser¨ªa extraordinariamente complicado". "Se crear¨ªa una situaci¨®n de tal naturaleza que se parar¨ªa el proceso de desarme". El llamamiento de la OTAN no hace, sin embargo, ninguna menci¨®n al famoso nexo de uni¨®n. Todo lo m¨¢s alienta a lo que que-da del poder central y a las rep¨¹blicas a "progresar en la v¨ªa de la cooperaci¨®n". Tambi¨¦n respalda "el desarrollo de pol¨ªticas econ¨®micas que favorezcan los intercambios y la cooperaci¨®n entre las rep¨²blicas".

La diplomacia espa?ola nunca se ha querido caracterizar en la Alianza Atl¨¢ntica por poner notas a pie de p¨¢gina, como han hecho en repetidas ocasiones Grecia y Francia, disoci¨¢ndose de las declaraciones aceptadas por una amplia mayor¨ªa. En consecuencia, el presidente del Gobierno espa?ol suscribi¨® el texto, aunque despu¨¦s no dejara de ponerle varios reparos.