La selecci¨®n espa?ola volvi¨® a defraudar
Espa?a gan¨® de milagro, a falta de 12 minutos y de penalti injusto a Checoslovaquia. La selecci¨®n de Miera consigui¨® su primera victoria en un partido mediocre, jugado casi con car¨¢cter amistoso, y que sirvi¨® poco m¨¢s que para engrandecer a una Checoslovaquia limitada en su juego y tan eliminada de la pr¨®xima Eurocopa sueca como el conjunto espa?ol.El equipo nacional volvi¨® a defraudar en Sevilla. Esta vez pagada por la afici¨®n sevillana con id¨¦ntica moneda: menos de 15.000 espectadores en el S¨¢nchez Pizju¨¢n y s¨®lo unos 4.500 de ellos pagaron por verlo.
La selecci¨®n evidenci¨® ambici¨®n sobre el terreno de juego y se mostr¨® ap¨¢tica a rachas e inoperante en muchas fases del partido. Espa?a jug¨® siempre de lado, en horizontal, donde es f¨¢cil y no se corren riesgos -tambi¨¦n en la franja de terreno donde Miera sit¨²a hasta cinco y a veces seis jugadores-, pero se perdi¨® cuando la perpendicular hacia el marco rival era la trayectoria elegida, en una jugada.
Cualquier rival que se le ponga enfrente hoy por hoy al conjunto hispano, siempre que ponga un poco de imaginaci¨®n y ganas en su f¨²tbol, se convierte en un conjunto aparentemente poderoso, coordinado, incluso inexpugnable. As¨ª parec¨ªa ayer Checoslovaquia, pese a que su alineaci¨®n no inclu¨ªa a vari¨®s de sus mejores jugadores -Skuhravy o Luhovy-, y que del combinado llegase a decir el b¨¦tico Michael Bilek que s¨®lo conoc¨ªa a tres jugadores de los convocados por el seleccionador Milan Macala.
Del desarrollo del encuentro puede extraerse tambi¨¦n otra consecuencia negativa. Espa?a s¨®lo dispar¨® entre los tres postes del rival en cinco ocasiones: tres en la primera parte, y dos en la segunda, incluidos los dos goles. Checoslovaquia, al contrataque, dispuso de tres claras ocasiones de gol en el primer periodo -Kristofik (m. 8), y Kula (m. 20 y 30)- y dos en la segunda (el gol de Nemecec y un cabezazo de Pecko que sac¨® el ¨²ltima instancia Zubizarreta).
Pese a marcar primero y encarrilar el encuentro a los diez minutos de su comienzo, Espa?a no se sinti¨® nunca dominadora del partido. Los checos, lejos de descomponerse con el gol de Abelardo, mostraron un juego ordenado en defensa y r¨¢pido en el contrataque, aunque que echaron en falta los remates de su estrella Skuhravy.
Con el 1-0 al equipo de Miera parec¨ªa bastarle. Mart¨ªn V¨¢zquez, el ¨²nico que verticaliz¨® junto con Butrague?o el juego espa?ol, se qued¨® en la caseta en el descanso, en sustituci¨®n de Nadal. Y en la reanudaci¨®n se volvi¨® a la Espa?a impotente de Islandia y del pasado 12 de octubre frente a Francia.
A esta selecci¨®n parece, y a la vista de los resultados est¨¢, que no le basta un s¨®lo gol para vencer a sus rivales. Ayer no fue menos. En la primera jugada de ataque checo lleg¨® el empate de Nemecek.
Pero pese a la igualada el t¨¦cnico espa?ol no reforz¨® el ataque del equipo. Con un cambio propio de los partidos amistosos introdujo al sevillista Conte por el atl¨¦tico Moya, configurando un equipo tan ofensivo como el que jugaba en esos momentos.
La segunda mitad fue m¨¢s aburrida si cabe que la primera. S¨®lo el entusiasmo de los pocos aficionados por dos quiebros del sevillista Conte alteraron la monoton¨ªa del partido. A Espa?a le falt¨® entonces algo de coordinaci¨®n y un l¨ªder. Hierro, convertido por Miera en el organizador del equipo, se encontraba sin Mart¨ªn V¨¢quez para llevar al equipo hacia el ¨¢rea rival y Michel, que pod¨ªa haber sido el recurso, no parec¨ªa dispuesto a asumir m¨¢s tarea que la que pegarse a la banda derecha e intentar alg¨²n centro sobre Butrague?o.
La suerte fue que Espa?a tuvo ayer un aliado. El suizo de apellido alem¨¢n, Kurt Rothlisberger, se sac¨® de su silbato un penalti inexistente sobre Vizca¨ªno. Pocos aficionados, salvo el colegiado y su l¨ªnea, no se percibieron de que la falta fue cometida fuera del ¨¢rea.
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