'Los miserables' vuelven a casa
Tras seis a?os de ¨¦xito internacional, se representa en Francia
Desde hac¨ªa seis a?os, el espect¨¢culo musical Los miserables, basado en la novela de V¨ªctor Hugo, daba la vuelta al mundo en olor de multitudes. Un total de 18 millones de espectadores lo hab¨ªan visto en Londres, Nueva York, Tokio, Amsterdam y otras grandes ciudades. Sin embargo, a Los miserables le quedaba la asignatura pendiente de la conquista de Par¨ªs, una ciudad nada propicia al g¨¦nero musical. Esa conquista ha sido emprendida este oto?o con su estreno en el teatro Mogador.
Junto con Los tres mosqueteros y Cyrano de Bergerac, Los miserables es una de las creaciones literarias francesas m¨¢s conocidas en todo el mundo.Su ¨¦xito popular contin¨²a sorprendiendo a los cr¨ªticos, que prefieren subrayar los numerosos defectos de la novela: manique¨ªsmo grosero, personajes toscos, intriga melodram¨¢tica, pesadas digresiones filos¨®ficas y estilo ampuloso. Para justificar algunos de esos defectos, lo ¨²nico que puede decirse es que V¨ªctor Hugo no la escribi¨® de un tir¨®n. La empez¨® en 1845 y la termin¨® en 1860.
El ¨¦xito universal de Los miserables, cree el especialista Jacques Nerson, s¨®lo puede explicarse a partir del hecho de que en esa novela V¨ªctor Hugo concede el protagonismo a dos personajes despreciados hasta entonces por los escritores: el pueblo y los ni?os. 'La novela", dice Nerson, "se dirige a ellos, y son ellos los que la compran desde hace m¨¢s de un siglo".
Sosos y convencionales
Si los protagonistas individuales de Los miserables son sosos y convencionales, sus grupos humanos son vivos, coloristas y palpitantes, en particular los formados en torno a las barricadas revolucionarias.Y adem¨¢s est¨¢n los ni?os. Con los personajes infantiles de Cosette y Gavroche, afirma Michel Tournier, V¨ªctor Hugo contribuy¨® decisivamente a la visi¨®n burguesa de los ni?os como criaturas inocentes.
Puccini ya intuy¨® la gran ¨®pera que pod¨ªa hacerse a partir de Los miserables. Pero, superado por la magnitud de la tarea, decidi¨® renunciar. Mucho m¨¢s tarde, hace apenas unos a?os, dos franceses, Alain Boublil y Claude Michel Schonberg, decidieron convertir el texto de V¨ªctor Hugo en una comedia musical. La herej¨ªa de adaptar un h¨¦roe nacional como V¨ªctor Hugo a un vulgar g¨¦nero norteamericano tuvo escaso o m¨¢s bien negativo eco en Francia.
Ah¨ª fue donde intervino Cameron Mackintosh, el escoc¨¦s que se ha convertido en el rey mundial del musical con producciones como Cats, El fantasma de la ¨®pera, Miss Saig¨®n y Oliver, el responsable de que la capitalidad de este tipo de espect¨¢culo se haya trasladado de Broadway a Londres.
Estrenado en Londres en 1985, Los miserables ha atra¨ªdo un total de 18 millones de espectadores en muchas de las grandes ciudades del planeta. Desde hace seis a?os no ha pasado un solo d¨ªa en que Los miserables -The miz para los espectadores anglosajones- no haya sido representado en algun lugar del mundo.
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