Baker fracasa en Pek¨ªn en su intento de descongelar las relaciones entre China y EE UU

La visita del secretario de Estado norteamericano, James Baker, a China no s¨®lo no ha servido para acercar los puntos de vista de ambos Gobiernos, sino que da la impresi¨®n de que ha agriado a¨²n m¨¢s las diferencias entre Washington y Pek¨ªn. El presidente Yang Shangkun hizo notar que el dejar para otra ocasi¨®n los problemas que no tienen soluci¨®n factible supone "establecer terreno com¨²n, mientras se mantienen las diferencias". Un portavoz oficial norteamericano reconoci¨® que no ha habido avances en cuestiones que afectan a las relaciones bilaterales.

Baker es el m¨¢s alto pol¨ªtico de Estados Unidos que ha visitado China desde la matanza de junio de 1989 en la plaza de Tiananmen, y de su estancia en Pek¨ªn se esperaba una descongelaci¨®n de las relaciones entre ambos pa¨ªses. Tras sus entrevistas con el presidente, el primer ministro, Li Peng, y el secretario general del partido, Jiang Zemin, la impresi¨®n es de que no ha habido avances de ning¨²n tipo. La severidad del rostro de Baker, adem¨¢s, daba a entender que las relaciones est¨¢n incluso al borde de un empeoramiento. La cancelaci¨®n de su prevista conferencia de prensa no hizo sino reforzar esa impresi¨®n. Hasta las formas tradicionales de la diplomacia se perdieron en Pek¨ªn. Baker eludi¨® la caracter¨ªstica foto del apret¨®n de manos y la sonrisa t¨ªpica de todo encuentro diplom¨¢tico, y fuentes del protocolo chino comentaron que tal desaire era la primera vez que ocurre"."Algunos problemas se pueden resolver mediante un debate y otros necesitan varias discusiones", dijo Yang a Baker seg¨²n la agencia de noticias Nueva China. "Los que no se pueden resolver por ahora hay que archivarlos, y a eso le llamamos establecer terreno com¨²n mientras se mantienen las diferencias".

Baker buscaba avances en cuestiones de derechos humanos, control de la proliferaci¨®n nuclear y comercio bilateral, entre otras, y se vuelve a Washington con las manos vac¨ªas. Tal fracaso va a crear dificultades internas al presidente George Bush, a quien se le reprocha falta de mano dura con Pek¨ªn.