Sobre una materia de luz

El escultor Fernando Sinaga (Zaragoza, 1951) centra esta nueva exposici¨®n en una faceta de su trabajo hasta ahora in¨¦dita en el actual contexto madrile?o.Se trata de instalaciones formadas por agrupaciones de piezas fotogr¨¢ficas, lo que de entrada puede enga?osamente sorprender, sugiriendo una v¨ªa radicalmente distinta a la marcada por su previo trabajo escult¨®rico.

Y sin embargo, a mi parecer, el impacto mayor que provoca esta obra en quien la contempla nace precisamentede una estricta identidad con el n¨²cleo de inquietudes que han venido centrando su reflexi¨®n en la escultura, y nace asimismo de la muy sugerente prolongaci¨®n que ¨¦stas encuentran aqu¨ª a trav¨¦s del veh¨ªculo que supone la fotograf¨ªa.

Se recordar¨¢ tal vez una pieza presentada en su muestra personal de 1988, en la que Fernando Sinaga incorporaba a la superficie met¨¢lica una transferencia fotogr¨¢fica.

En aquel caso preciso, se trataba de una imagen que lograba acentuar esa idea del doble, idea que resulta recurrente en toda la trayectoria recorrida anteriormente con coherencia por el escultor aragon¨¦s.

En estos trabajos fotogr¨¢ficos de ahora, en cambio, el artista zaragozano ha renunciado expresamente a la imagen.

Para ello, partiendo de una radical estrategia de reducci¨®n, consigue circunscribir el medio a lo que es esencial en su particular naturaleza expresiva.

La fotografia, no entendida como soporte de una realidad distinta, como reflejo, sino concebida como superficie de luz y, al tiempo, aut¨¦ntica memoria del proceso que la ha activado.

Metal

Ya esa personal idea, la de una superficie que no se muestra sino a si misma y que, al tiempo, conforma su identidad como eco de su proceso gpri¨¦tico, sigue, punto por punto, el planteamiento que Fernando Sin¨¢ga ha caracterizado en sus trabajos realizados con metal.A su vez, las confrontaciones de pares, o el modo mismo de apropiaci¨®n del muro como espacio espec¨ªfico asimilado a la obra, siguen marcando otras tan coordenadas esenciales de la escultura caracter¨ªstica de Fernando Sinaga.

De hecho, el propio artista ha querido dejar manifiesta esa relaci¨®n y enfrenta, en uno de los espacios de la galer¨ªa, una pieza de metal y una instalaci¨®n fotogr¨¢fica.

Tal como en una visi¨®n especular, sim¨¦trica y asim¨¦trica a un tiempo -una pieza hecha de piezas, por as¨ª expresarlo-, cada trabajo nace en este artista, podr¨ªa decirse, de la equilibrada tensi¨®n entre segmentos afines, materias id¨¦nticas cuya g¨¦nesis hace dispares, convierte en luces de distinta densidad.