El rostro y las m¨¢scaras
Aunque las generalizaciones contextuales nunca acaben de resultar plenamente satisfactorias por todo cuanto dejan en los m¨¢rgenes, s¨ª se percibe de manera cada vez m¨¢s insistente una especie de cansancio o de agotamiento de las propuestas est¨¦ticas basadas en especulaciones formales y perceptuales que tanto furor causaron hace unos a?os. Quiz¨¢s el retorno a la recuperaci¨®n de los dispositivos que emanan del sujeto creado acabe por constituir otra oleada m¨¢s o menos homogeneizada internacionalmente. Por el momento, sin embargo, es en esos dispositivos, en esos mecanismos que laten por debajo de las apariencias y de las problem¨¢ticas de resoluci¨®n formal, donde se halla buena parte de la potencia creativa actual, y donde se replantea la legitimidad de determinadas actuaciones art¨ªsticas en contextos sociales plagados de desajustes de todo orden.La m¨¢scara y el sue?o, a cargo de Luis Francisco P¨¦rez, plantea la interacci¨®n de la obra de cinco artistas de diferentes estratos cronol¨®gicos y geogr¨¢ficos, cuyos mecanismos expresivos se basan, en el plano de lo formal o lo visual, en la afectaci¨®n del espacio por medio de actuaciones escasamente tridimensionales y, en el plano de las significancias, fundamentan sus registros en una interpelaci¨®n a las categor¨ªas de lo bello, de lo individualizado, de la multiplicidad de sus dispositivos y a la eterna problem¨¢tica generada por la confrontaci¨®n del arte como actividad aut¨®noma y la experiencia de la vida como presencia subjetiva y elemento modificador.
The mask & The dream
Galer¨ªa Antonio de Barnola. C/ Palau, 4. Barcelona. Hasta el 30 de noviembre.
Obra e idearios
Como en toda muestra cuyo epicentro se basa en la proposici¨®n de un comisario, la obra conjunta de los artistas se adec¨²a perfectamente a los idearios, aunque el resultado de algunas obras en particular no mantenga un nivel suficientemente homog¨¦neo de inter¨¦s. Nadie duda, por ejemplo, de la calidad, contundencia y rareza del trabajo de Idroj Saniche, cuya pr¨®xima exposici¨®n en el Espai 13 de la Fundaci¨® Mir¨® ha de constituir su definitiva consagraci¨®n, basado en la inversi¨®n de las directrices per ceptuales habituales y fuertemente instalado en un espacio mental particular e inquietante, as¨ª como de la obra de Ignacio Barcia y su especulaci¨®n acerca de la ausencia y su plausible visualizaci¨®n. Harald Vjugt sigue apelando a la idea del orden y del cruce de memoria de historia para confeccionar un discurso un tanto cr¨ªtico con las espectati vas que genera la actual aceptaci¨®n del arte. Marion Thieme, sin embargo, deja entrever una conexi¨®n formal con proposicio nes de algunos escultores recientes cuya operatividad resulta mucho m¨¢s veros¨ªmil. La obra de Cesare Fullone, por ¨²ltimo, claudica ante una ret¨®rica basada en la facilidad de la imagen y en su ofrecimiento directo.
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