"No hay otro cambio que la democracia"

El ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ram¨ªrez, actual jefe de la bancada (grupo parlamentario) sandinista en la Asamblea Nacional de este pa¨ªs centroamericano, piensa que hoy d¨ªa el marco obligado de cualquier proyecto de cambio es la democracia y el respeto al contrario. Y a?ade que si el Frente Sandinista va a tener que construir su proyecto de sociedad altern¨¢ndose en el poder con otras fuerzas pol¨ªticas "¨¦se ser¨¢ el camino".

Para este veterano revolucionario, abogado y escritor de 49 a?os, Nicaragua vive en estos momentos una situaci¨®n muy compleja de polarizaci¨®n pol¨ªtica encendida en la que sectores ultraconservadores est¨¢n haciendo todo lo posible para dejar fuera de la democracia al Frente Sandinista. Sergio Ram¨ªrez ocupa la primera banca de esca?os de la oposici¨®n sandinista en la Asamblea Nacional nicarag¨¹ense como suplente del ex presidente Daniel Ortega, que renunci¨® a acudir al Parlamento en su d¨ªa. Desde que los sandinistas perdieron el poder en el pa¨ªs de manos de los 14 partidos pol¨ªticos que en coalici¨®n llevaron a Violeta Barrios de Chamorro a la presidencia mucho ha cambiado en el pa¨ªs.Han sido 18 meses de reajuste y los sandinistas, pese a que existen todav¨ªa fuertes resistencias en sus bases, han tenido que aprender a hacer oposici¨®n y a entrar en el juego democr¨¢tico. El Gobierno, sostenido por los 14 partidos pol¨ªticos de la Uni¨®n Nacional Opositora (UNO), tambi¨¦n ha aprendido a desmarcarse de posiciones radicales y hacer una pol¨ªtica desde el centro con un objetivo concreto: la reconciliaci¨®n nacional y la dif¨ªcil tarea de promover el aprendizaje de la convivencia.

Situaci¨®n at¨ªpica

Hoy Nicaragua vive una situaci¨®n pol¨ªtica at¨ªpica: el Gobierno conf¨ªa m¨¢s en los sandinistas para sacar sus proyectos hacia adelante que en su propio grupo pol¨ªtico natural, la UNO, que navega en la divisi¨®n y que, por otra parte, viene desde hace un tiempo lanzando desde sus filas dardos de revancha."Tenemos que ir a un di¨¢logo nacional. Es dificil, pero por el hecho mismo de que tengamos posiciones tan antag¨®nicas es necesario un acuerdo. Estoy convencido de que ser¨¢ posible porque si no el pa¨ªs no podr¨¢ salir del marasmo econ¨®mico en el que se encuentra. No me interesa heredarle una crisis a mis hijos, ni siquiera vivirla yo mismo. La poblaci¨®n est¨¢ sufriendo mucho. La pobreza cada vez es mayor, hay mucho desempleo, los hospitales est¨¢n desabastecidos... Son los problemas reales del pa¨ªs y me parece que la Asamblea tiene que dar la cara ante estos problemas. Estamos perdiendo hasta tres horas diarias discutiendo proyectos de ley sobre si un ministro est¨¢ obligado a dejar lo que est¨¢ haciendo para recibir a un diputado que llega a buscarlo. Son cosas absurdas: parece que estamos en un pa¨ªs salido de Kafka y no de una revoluci¨®n".

Para Sergio Ram¨ªrez, en el Frente Sandinista hay un solo proyecto pol¨ªtico: paz, estabilidad y democracia. "Lo que pretendemos es que el pa¨ªs salga de la crisis en que se encuentra y nosotros podamos ir a unas elecciones a ganarlas. No creemos que haya otra v¨ªa de retomar el poder que la electoral y deseamos que el Frente Sandinista se olvide para siempre que tiene una opci¨®n armada para llegar a ¨¦l. Cualquiera de la direcci¨®n del partido est¨¢ de acuerdo con esto, incluido Daniel Ortega; lo que ocurre es que hay distintas formas de plantear las cosas y adem¨¢s cada uno juega su propio papel en la pol¨ªtica. Esto es una caja de resonancia para toda la naci¨®n y cuando yo en mis discursos empleo moderaci¨®n y entendimiento constructivo siento que no s¨®lo estoy interpretando a la mayor¨ªa de mi partido, sino a mucha gente que no tiene afiliaci¨®n pol¨ªtica y que no quiere ver m¨¢s guerra y confrontaci¨®n".

Sergio Ram¨ªrez considera que Ortega es el l¨ªder natural del sandinismo, justifica la violencia del pasado 10 de noviembre como una reacci¨®n popular a un atentado contra un s¨ªmbolo venerado y denuncia intentos de desestabilizaci¨®n desde sectores conservadores y de extrema derecha instalados en la Asamblea que quieren la eliminaci¨®n del Ej¨¦rcito y del Frente Sandinista y cambiar la Constituci¨®n.

"Yo no era s¨®lo 13 o 14 a?os m¨¢s joven de lo que soy ahora cuando iniciamos esta tarea [la revoluci¨®n sandinista], sino que ha pasado mucha agua por debajo del puente y, obviamente, mi comprensi¨®n de los fen¨®menos indiscutiblemente me indica que aqu¨ª en Nicaragua necesitamos un proyecto democr¨¢tico y humanista, aunque sigo siendo socialista en el sentido de que no creo en una concepci¨®n individualista o ego¨ªsta para resolver los problemas de la sociedad".