El principe Felipe alaba en Uruguay las inquietudes del Club de Roma
El pr¨ªncipe de Asturias, Felipe de Borb¨®n, dejo ayer constancia en el balnerario uruguayo de Punta del Este del apoyo de la Corona espa?ola al Club de Roma al dirigirse al presidente de la instituci¨®n, Ricardo Diez Hochleitner, en los siguientes t¨¦rminos: "Pod¨¦is tener la seguridad de que tendr¨¢n en m¨ª un decidido valedor de estas inquietudes, y muy especialmente entre mi generaci¨®n".
ENVIADOS ESPECIALESDon Felipe decidi¨®, adem¨¢s, a?adir un p¨¢rrafo que no figuraba en el discurso inicial, relativo a la necesidad de que los principios inspiradores del Club de Roma no queden en un "puro ejercicio intelectual", sino que se concreten en hechos reales a trav¨¦s de la influencia en los programas de gobierno. "El paso a la acci¨®n [mediante el consejo desinteresado a Gobiernos, organismos internacionales y centros de poder] s¨®lo vendr¨¢ por esa v¨ªa", dijo el Pr¨ªncipe.Antes de las palabras de Felipe de Borb¨®n, el presidente del Club de Roma agradeci¨® el apoyo del Pr¨ªncipe: "Vuestra presencia aqu¨ª, se?or, en v¨ªsperas de 1992, tiene para nosotros un especial significado, sobre todo en estos tiempos cuando se pretenden explorar nuevas formas de cooperaci¨®n en busca de un destino mejor para los hombres y las mujeres de este planeta". Diez Hochleitner hizo tambi¨¦n un llamamiento a la solidaridad, en l¨ªnea con las palabras del Pr¨ªncipe, cuando afirm¨®: "[Tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn]. El mayor y m¨¢s desafiante muro ahora existente es el de la insolidaridad entre los ricos para con los pobres, donde quiera que ¨¦stos est¨¦n: en el Sur, en el Este, en los pa¨ªses menos desarrollados o en el interior de los emporios de riqueza".
Un discurso marcadamente anal¨ªtico pronunciado por el presidente de Uruguay, Luis Alberto Lacalle, puso fin a la ceremonia de inauguraci¨®n. "No es cierto que estemos ante un nuevo orden econ¨®mico mundial. En lo que estamos es en un proceso de reorganizaci¨®n a escala planetaria cuyos efectos nos son totalmente desconocidos..."; "el poder, hoy en d¨ªa no lo tienen los gobiernos..."; "entre las naciones y el mundo han surgido con juntos in¨¦ditos...", fueron algunas de las frases m¨¢s destacadas de Lacalle. Por la noche don Felipe anunci¨® que el presidente de Uruguay realizar¨¢ su primera visita oficial a Espa?a en abril de 1992.
Revoluci¨®n silenciosa
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uruguayo Enrique Iglesias, consider¨® que el problema de la deuda externa de Am¨¦rica Latina es importante, pero ha dejado de ser fundamental Y "ha quedado atr¨¢s". Seg¨²n Iglesias, Am¨¦rica Latina atraviesa una etapa de "revoluci¨®n silenciosa" en la que se da una consenso global sobre la l¨ªnea que se debe seguir y habl¨® de una monoeconom¨ªa.
Los pilares de esta revoluci¨®n silenciosa son la lucha por la estabilidad frente a la inflaci¨®n, la apertura econ¨®mica y la revisi¨®n sobre el papel del Estado. El presidente del BID expuso la preocupaci¨®n de que una recesi¨®n en los pa¨ªses industrializados tenga repercusiones negativas para Am¨¦rica Latina y se frustre el esfuerzo realizado.
Al exponer los logros recientes Iglesias mencion¨® el aumento del 2,5% del producto interior bruto frente al 0,5% del a?o anterior, el descenso de la inflaci¨®n de un 1.200% a "s¨®lo" un 300% anual y el retorno de los capitales a la regi¨®n". Para resumir la situaci¨®n, Iglesias recurri¨® a una cita de Pedro Aspe, ministro de Hacienda de M¨¦xico, quien dice: "Las cosas no eran tan malas hace 10 a?os y no son tan buenas ahora". Iglesias llam¨®. la atenci¨®n sobre el riesgo de acelerar los desajustes sociales y dijo que el coste social es el principal desaf¨ªo del momento. Al final de su intervenci¨®n Iglesias expres¨® la esperanza de que la situaci¨®n internacional no juegue en estos momentos una mala pasada a Am¨¦rica Latina.
En la segunda ponencia de la jornada del Club de Roma el profesor brasile?o Helio Jaguaribe provoc¨® a los asistentes con su tesis sobre la "reestructuraci¨®n r¨¢pida". Preconiz¨® como soluci¨®n que una ¨¦lite asuma el poder de forma democr¨¢tica y lo ejerza inteligentemente para elevar la racionalidad en la sociedad.
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