Trampas
Se ve¨ªa venir. Estaba claro que Hassan II no se iba a resignar con lo del S¨¢hara y que iba a echar mano de todo su arsenal de trucos selectos: ases marcados, naipes escondidos hasta en los calcetines, mangoneos refinados, birlibirloques varios. Se ve¨ªan venir, en fin, nubarrones suc¨ªsimos y horizontes vitri¨®licos.Pero aun temi¨¦ndote lo peor, con este monarca siempre te quedas corto. Ver¨¢n, es la primera vez, que yo recuerde, que la ONU se ha visto implicada en un esc¨¢ndalo de supuesta corrupci¨®n. La primera vez que funcionarios de las Naciones Unidas son acusados de haber filtrado informaci¨®n secreta: datos confidenciales sobre el S¨¢hara que han llegado milagrosamente hasta las orejas marroqu¨ªes. Se dir¨ªa que el brazo de Hassan es muy largo y muy negro. O quiz¨¢ muy verde: del color de los d¨®lares. El asunto ha conseguido enfangar el cr¨¦dito de una organizaci¨®n que hasta ahora era moralmente respetada. Todo un logro hist¨®rico de la marruller¨ªa.
Y visto este percal, ?c¨®mo no sospechar de otros cambios (le criterio en las Naciones Unidas? ?De verdad van a aceptar las presiones de Marruecos y a a?adir al censo del refer¨¦ndum las 50.000 personas que quiere Hassan? Habr¨¢ que recordar que ambas partes, saharauis y marroqu¨ªes, aceptaron en agosto de 1988 el censo espa?ol, de modo que las pretensiones que hoy plantea Marruecos son una, ruptura de su propia palabra, de las reglas del juego y del plan de paz. Atraviesa Hassan los salones internacionales, arropado en toda su majestad y urdiendo conjuras. Y enfrente est¨¢n los saharauis, perdidos en un rinc¨®n ventoso del desierto, hijos de pastores, poca cosa. Tienen la raz¨®n, pero como no tienen la fuerza quiz¨¢ no les oigamos. Si la ONU no hace respetar su propio plan de paz ser¨¢ un esc¨¢ndalo, quiz¨¢ un genocidio, sin duda una verg¨¹enza.
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