El fiscal de Per¨² acusa al ex presidente Alan Garc¨ªa de enriquecimiento il¨ªcito
El ex presidente peruano Alan Garc¨ªa ha sido acusado oficialmente de enriquecimiento indebido en perjuicio del Estado, en lo que es un caso sin precedentes en la historia de la rep¨²blica peruana, que amenaza con sentar al antiguo primer mandatario en el banquillo como un delincuente cualquiera. Garc¨ªa niega estar implicado en ilegalidades y ha acusado al fiscal del Estado, quien ha decretado la apertura de un proceso, de actuar siguiendo instrucciones de sus enemigos pol¨ªticos. El presidente del Tribunal Supremo, Roger Salas, ha de decidir ahora si el caso sigue adelante.
Alan Garc¨ªa fue presidente de 1985 a 1990 y fue acusado el mes pasado en el Parlamento peruano de desfalcar del orden de 40 millones de pesetas y de otros presuntos delitos por los que en octubre se le levant¨® la inmunidad de que gozaba como senador vitalicio. El fiscal del Estado, Pedro M¨¦ndez, ¨²ltima instancia decisoria sobre la pertinencia o no de abrir un proceso judicial, ha decidido sentar en el banquillo a Garc¨ªa tras casi un mes de estudio del expediente de alrededor de 6.000 p¨¢ginas que le remitiera el Congreso. Una declaraci¨®n oficial de las fiscal¨ªa dice que M¨¦ndez ha decidido acusar al ex presidente Garc¨ªa de enriquecimiento indebido a costa de los presupuestos del Estado, sin dar m¨¢s detalles.Un ayudante del fiscal dijo que no se acusaba al ex presidente en relaci¨®n con la quiebra del Banco de Cr¨¦dito y Comercio Industrial (BCCI), en el que el banco central peruano deposit¨® 270 millones de d¨®lares, presuntamente tras sobornar con 3,6 millones a diversos altos funcionarios, y en el que tambi¨¦n se quiso implicar a Garc¨ªa.
Venganza pol¨ªtica
Alan Garc¨ªa se apresur¨® a comentar la decis¨®n del fiscal, que present¨® en cierta medida como una victoria propia dada la vaguedad de la acusaci¨®n. Seg¨²n ¨¦l, M¨¦ndez ha cedido ante las presiones de los otros partidos pol¨ªticos, "que han convertido la venganza y el odio en un arma pol¨ªtica". El ex presidente dice que la decisi¨®n de la fiscal¨ªa es fruto del temor de sus enemigos pol¨ªticos a que el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), su partido, de idelog¨ªa de centro izquierda, vuelva a gobernar.Adem¨¢s de destacar que no se le relaciona con el BCCI, Garc¨ªa hizo hincapi¨¦ en que el fiscal ha desechado las denuncias sobre su presunto control de cuentas bancarias en el exterior y que cometiera alg¨²n delito en la compra de aviones Mirage a Francia.
El eventual juicio de Garc¨ªa depende ahora del dictamen del presidente del Tribunal Supremo, cuya independencia y objetividad suscita dudas entre algunos parlamentarios, pues fue nombrado por el propio Garc¨ªa, de quien fue profesor en la universidad. "Estoy seguro de que el Tribunal Supremo probar¨¢ la falta de fundamento de las acusaciones y que se har¨¢ justicia", sentenci¨® Garc¨ªa.
Garc¨ªa, de 42 a?os, se ha convertido en el primer ex presidente de Per¨² en ser puesto en manos de la justicia com¨²n por la existencia de indicios de acci¨®n delictiva, hecho ocurrido a los 16 meses de haber concluido un mandato en el que se estren¨® como el presidente de la esperanza.
Garc¨ªa fue un populista que se convirti¨® en una figura conocida en todo el mundo, en especial cuando sorprendi¨® a la comunidad financiera internacional al decidir en 1985 limitar el pago de la deuda externa peruana y se neg¨® a tratar con el Fondo Monetario Internacional. Su ret¨®rica y pr¨¢cticas antiimperialistas entraron en barrena dos a?os m¨¢s tarde, cuando intent¨® nacionalizar la banca y se le ech¨® encima la comunidad empresarial peruana al tiempo que el pa¨ªs se sum¨ªa en una profunda recesi¨®n econ¨®mica. Tras cinco a?os de hiperinflaci¨®n y de una cada vez m¨¢s virulenta guerra con la guerrilla de Sendero Luminso, Garc¨ªo dejo la presidencia en julio de 1990 casi en estado de bancarrota pol¨ªtica.
Las encuestas muestran que que la mayor¨ªa de los peruanos cree que Garc¨ªa incurri¨® en corruptelas durante su mandato, pero dudan que el presente caso llegue a alguna conclusi¨®n.
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