Eutanasia

En EL PA?S del 17 de noviembre se informa sobre una reuni¨®n del Grupo de Estudios de Pol¨ªtica Criminal, celebrada en Valencia el d¨ªa anterior, afirm¨¢ndose que Ias tesis m¨¢s avanzadas fueron las mantenidas por Carbonell, que tuvo como principal oponente a Enrique Gimbernat, quien se qued¨® en minor¨ªa en la defensa a ultranza de la vida". Esa afirmaci¨®n no es cierta. Soy partidario de la despenalizaci¨®n de la eutanasia, en ese sentido me vengo pronunciando desde hace tiempo en diversos medios de comunicaci¨®n (por ejemplo, en mi art¨ªculo Eutanasia y derecho penal, publicado por EL PA?S de 28 de enero de 1988), y ¨¦sa es tambi¨¦n la postura que, naturalmente, mantuve en Valencia, como pueden acreditar todos yPasa a la p¨¢gina siguiente

Viene de la p¨¢gina anterior

cada uno de los asistentes a dicha reuni¨®n.

Si se hubiera asumido la opini¨®n del catedr¨¢tico de Mallorca, Carbonell de que la vida deja de ser un "bien jur¨ªdico protegido" si el titular renuncia a ella, el Manifiesto se habr¨ªa convertido en un documento contradictorio. Porque si el homicidio consentido -por carecer de bien jur¨ªdico protegido- deja de ser t¨ªpico, como exige un desarrollo consecuente de la tesis de Carbonell, entonces no tendr¨ªa sentido introducir -tal como se hizo, con mi voto a favor, en el Manifiesto- la causa de justificaci¨®n de la situaci¨®n eutan¨¢sica: las causas de justificaci¨®n se crean, como supongo que sabe el catedr¨¢tico de Palma, para eximir de responsabilidad criminal al autor de una conducta calificada previamente de t¨ªpica.

Finalmente, el protagonismo atribuido a Carbonell, el ¨²nico jurista de entre los 40 que concurrieron a Valencia cuyas intervenciones y opiniones son recogidas de forma positiva, supone una desvalorizaci¨®n de los restantes participantes en una discusi¨®n que dur¨® cuatro horas, y un ataque al esp¨ªritu de trabajo en equipo que hasta ahora hab¨ªa presidido las reuniones del grupo.-

Catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad Complutense.