El 'informe Abril' resurge de sus cenizas

El informe Abril, encargado por el Parlamento a una comisi¨®n presidida por Fernando Abril Martorell, ex vicepresidente del Gobierno con UCD, est¨¢ resurgiendo de sus cenizas para convertirse, a pesar de su adverso nacimiento, en lo que pretend¨ªa: una plataforma de debate. La reciente declaraci¨®n favorable del Colegio de M¨¦dicos de Barcelona marca una ruptura en el estamento m¨¦dico, representado por la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial.

Este pronunciamiento se ha producido despu¨¦s. de que pr¨¢cticamente todas las instituciones y organizaciones catalanas relacionadas con la sanidad hubieran organizado debates sobre el informe, a los que se han sucedido otros organizados en Sevilla y Granada.Esta rehabilitaci¨®n, que incluye el apoyo expl¨ªcito de los consejeros de Sanidad de las dos principales comunidades con competencias, Catalu?a y Andaluc¨ªa, y de la Sociedad Espa?ola de Directores y Gerentes de Hospitales, se ha iniciado por la periferia y ha permitido resucitar un texto qu¨¦ cay¨® en desgracia cuando el Ministerio de Sanidad, temeroso de la repercusi¨®n que los aspectos m¨¢s impopulares estaban teniendo en la opini¨®n p¨²blica, le dio la espalda y lo dej¨® en un caj¨®n.

Pero, mientras el ministerio parece sumido en la par¨¢lisis, el debate ha tomado vuelo y muestra ya una l¨ªnea de consenso: hay acuerdo en las medidas destinadas a mejorar la gesti¨®n y la eficiencia de los servicios, pero el sistema debe seguir siendo mayoritariamente p¨²blico, universal y equitativo.

Funcionarios

El Colegio de M¨¦dicos de Barcelona valora "como globalmente positivas" las medidas liberalizadoras del informe Abril, entendiendo por tales las encaminadas a descentralizar y desburocratizar la gesti¨®n. Particularmente significativa es su aceptaci¨®n de negociar la su presi¨®n o modificaci¨®n del actual estatuto del personal sanitario que otorga a los trabajadores sanitarios la condici¨®n de funcionarios. La junta colegial catalana estar¨ªa dispuesta a renunciar al sistema funcionarial y aceptar otro de contratos laborales, a cambio de incentivos econ¨®micos y profesionales y de que se implante un modelo de carrera profesional que contemple tres v¨ªas de promoci¨®n: la cient¨ªfico-asistencial, la de organizaci¨®n asistencial y la de gesti¨®n administrativa. A favor de este planteamiento se han pronunciado otros colectivos, como las federaciones de Asociaciones de Facultativos de Catalu?a y de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica (FADSP).La posible p¨¦rdida de la propiedad de la plaza se contempla en Catalu?a sin excesivas angustias porque una parte importante de los m¨¦dicos trabajan ya para centros concertados en r¨¦gimen de contrataci¨®n laboral, y, como sibilinamente dice el Colegio de M¨¦dicos de Barcelona, ello no s¨®lo no ha comportado "riesgos graves en la estabilidad laboral" sino que ha permitido una mayor promoci¨®n profesional y "una flexibilizaci¨®n positiva de ciertas normas, como la Ley de Incompatibilidades".

En el resto de Espa?a, en cambio, esta Cuesti¨®n se contempla con mayores recelos, porque apenas existe sector concertado. "En Andaluc¨ªa, los centros concertados apenas representan poco m¨¢s del 3% de los servicios sanitarios", ha manifestado a este diario el consejero de Salud de la Junta de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, quien considera urgente implantar medidas que permitan una mejor gesti¨®n del sistema.

"El estatuto es negociable, pero la alternativa no tiene por qu¨¦ ser necesariamente la laboralizaci¨®n. Pueden existir otras v¨ªas de flexibilizaci¨®n que permitan los mismos objetivos", afirma Marciano S¨¢nchez Bayle, de la FADSP, organizaci¨®n progresista que ha manifestado su acuerdo con 40 de las 64 propuestas del informe Abril.

Las cr¨ªticas al informe, sin embargo, son de peso, y sobre ellas existe, tambi¨¦n un amplio consenso: el enfoque economicista conduce a que el ¨²nico objetivo planteado sea una mejora de la productividad y la eficiencia, cuando ¨¦stas no tienen ning¨²n sentido si no se enmarcan en unos objetivos de salud p¨²blica previamente establecidos. Tampoco aborda cuestiones tan fundamentales como la asistencia primaria o el modelo de organizaci¨®n territorial.

Al respecto, fue pat¨¦tico comprobar el pasado viernes en un debate organizado por la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica en Granada c¨®mo Enrique Costas Lombard¨ªa, vicepresidente de la comisi¨®n Abril, minimizaba con argumentos econ¨®micos la importancia de plantear unos objetivos de salud y una medicina preventiva, cuando esto es lo que recomienda la OMS y lo que intentan aplicar ya algunas administraciones, como la catalana y la andaluza, con sus planes de salud. "Flaco favor al informe Abril si sus ¨²nicos portavoces son economistas", dec¨ªa un director m¨¦dico.

Y es que tanto Abril Martorell como Costas Lombard¨ªa han llevado el peso de la rehabilitaci¨®n p¨²blica del informe y, en el calor de los debates, su defensa del sector privado ha ido en ocasiones bastante m¨¢s lejos que el propio informe, que no contempla la equiparaci¨®n del sector privado con el p¨²blico. Abril Martorell parece ser el ¨²nico que defiende a¨²n el tiquet moderador, es decir, que, los usuarios paguen directamente una parte de la asistencia. El hecho de que esta medida sea en buena parte la responsable del rechazo inicial del informe es un buen indicador de por d¨®nde va la sensibilidad social, elemento esencial ante cualquier reforma.