Operacion refugiados en Yugoslavia
Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, enviado especial del ACNUR en la zona
El seseo en su pronunciaci¨®n castellana no es acento guipuzcoano, sino el resultado de su larga estancia en Centroam¨¦rica. Desde el a?o 1979 no vive en Espa?a. Nunca hab¨ªa tenido que ejercer tan cerca de su San Sebasti¨¢n natal como ahora, cuando ha llegado a esta regi¨®n que fue Yugoslavia para intentar paliar la marejada de dolor que ha levantado la guerra. Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, un vasco de 40 aifios, que ha dirigido operaciones de ayuda a refugiados en algunas de las zonas de conflicto m¨¢s agudas de las ¨²ltimas d¨¦cadas, prepara su estancia en los Balcanes como enviado especial del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).Ahora, Mendiluce tiene el deseo de que su permanencia en Zagreb sea lo m¨¢s breve posible, porque ser¨ªa el mejor indicio de que el problema que viene a combatir ha sido resuelto.
Ha llegado a Yugoslavia para dirigir un programa de ayuda para los centenares de miles de civiles que han huido de sus hogares en la mayor tragedia de estas caracter¨ªsticas que sacude a Europa desde el final de la II Guerra Mundial. Llega, tras una breve escala en Giriebra, directamente del norte de Irak, donde. ha supervisado el desarrolllo del mayor programa de ayuda jam¨¢s lanzado por el ACNUR: la repatriaci¨®n de los miles de kurdos huidos a Turqu¨ªa ante el avance de las tropas de Sadam Husein. Con un presupuesto muy inferior al disponible all¨ª, unos 24,8 millones de d¨®lares (2.500. millones de pesetas), Mendiluce coordinar¨¢ con la Cruz Roja Internacional y las autoridades de las diversas rep¨²blicas yugoslavas la ayuda a los m¨¢s de medio mill¨®n de refugiados que ha producido ya la guerra.
Es imposible arrancar de sus labios un comentario sobre el conflicto en s¨ª que pudiera dificultar su trato con una de las partes contendientes. Su misi¨®n es negociar con todos: con el r¨¦gimen serbio, las autoridades croatas, el Gobierno dividido de Bosnia-Herzegovina. Le preocupan todos los casos, aunque sabe lo limitada que es su empresa ante las infinitas tragedias individuales que produce toda guerra en la Europa de fin de siglo. "Nosotros no podemos arreglar los problemas de fondo", afirma, "podemos ayudar a resolver problemas para los que en esta magnitud, l¨®gicamente, ning¨²n Gobierno est¨¢ preparado".
Ha abierto su misi¨®n en Zagreb, y pronto contar¨¢ con una oficina del ACNUR en Sarajevo. Tambi¨¦n se reforzar¨¢ la existente en Belgrado. Est¨¢ en contacto regular con Cyrus Vance, enviado especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para mediar en la guerra yugoslava, y tiene esperanzas de que el conflicto sea de corta duraci¨®n.
El invierno en Croacia es ya inminente, y una de sus primeras operaciones ."ser¨¢ traer centenares de miles de mantas y paquetes de comida". Es la ¨²nica soluci¨®n para los civiles que viven en hoteles de turismo veraniego de la costa adri¨¢tica y que carecen de calefacci¨®n.
Mendiluce llega a una regi¨®n que le es desconocida, pero conociendo bien los problemas a que se enfrenta: "Las necesidades son otras aqui que en el Cuerno de ?frica, pero el sufrimiento humano es siempre el mismo".
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