Buena noticia

La elecci¨®n del profesor L¨¢zaro Carreter como director de la Real Academia es una buena noticia, ante todo para la docta casa. Hay dos posibles perspectivas desde las que considerar la funci¨®n de la academia: como espejo de prestigio o como instituto de filolog¨ªa. Sin duda alguna es esta ¨²ltima la moderna, la ¨²nica que verdaderamente posee sentido. As¨ª lo pensaba su fundador, el marqu¨¦s de Villena; no siempre se le ha tenido en cuenta. Fernando L¨¢zaro Carreter re¨²ne todas las condiciones para impulsar a la academia hacia esa meta.Su formaci¨®n filol¨®gica es ejemplar: educado en el magisterio de D¨¢maso Alonso, es un riguroso romanista y un agudo y completo cr¨ªtico literario. A ¨¦l se debe la introducci¨®n en Espa?a de la gram¨¢tica generativa, pero tambi¨¦n del formalismo ruso, cuya aplicaci¨®n metodol¨®gica ha hecho compatible con el respeto a la gran tradici¨®n gramatical del castellano.

Pero adem¨¢s, L¨¢zaro Carreter lleva muchos a?os en la guerra por la defensa y buen uso del castellano. A trav¨¦s de sus libros de texto y a trav¨¦s tambi¨¦n de la prensa. Resulta dif¨ªcil en este ¨²ltimo campo no estar de acuerdo con el rico caudal de observaciones contenidas en su serie de art¨ªculos El dardo en la palabra. Lejos de encastillarse en actitudes puristas y de considerar a la academia como un reducto de esencias idiom¨¢ticas, L¨¢zaro Carreter ha sido muy cr¨ªtico, por ejemplo, con el diccionario acad¨¦mico al destacar la extra?a amalgama que es como resultante del encuentro de voces heterog¨¦neas y asincr¨®nicas (arca¨ªsmos, regionalismos, definiciones m¨¢s que problem¨¢ticas, etc¨¦tera), se?alar que el diccionario refleja una lengua que no existe y demandar un dr¨¢stico cambio de rumbo en la orientaci¨®n de la academia. Se tratar¨ªa, en su concepci¨®n, de que la docta casa fuera la punta de lanza en la regulaci¨®n del uso idiom¨¢tico, sin mantener exclusivismos de ninguna clase y contando con la colaboraci¨®n de otros agentes que hoy son decisivos en la evoluci¨®n del idioma, como los peri¨®dicos y las agencias de prensa.