La ley gitana fracasa contra la droga
El trapicheo de papelinas vuelve a ser una pr¨¢ctica cotidiana en los poblados de chabolas. Hace un mes, el 8 de noviembre, los hombres de respeto gitanos lanzaron un ultim¨¢tum contra la venta de drogas en los campamentos de su etnia. Durante este tiempo el mercadeo de hero¨ªna ha permanecido "bajo m¨ªnimos" en las infraviviendas. Desde hace 10 d¨ªas el trasiego de toxic¨®manos es habitual en la Ribera de San Ferm¨ªn y Pies Negros.
Los patriarcas gitanos atribuyen el fracaso de la ley seca "a la escasa disposici¨®n de las autoridades locales para solucionar el problema". Sus esperanzas estaban puestas en la concesi¨®n de nuevos mercados de venta ambulante. Siempre, desde que decidieron poner su grano de arena contra la venta de droga, han insistido en la necesidad de ofrecer una salida laboral para el sector m¨¢s marginal de su pueblo.Pero las ¨²nicas determinaciones tomadas hasta el momento por las diferentes administraciones han sido aumentar la presencia policial y poner en marcha, a partir de febrero, unos cursos de formaci¨®n laboral para gitanos chabolistas de 16 a 30 a?os.
En La Celsa, Los Focos y el Rancho del Cordob¨¦s todav¨ªa reina cierta calma. Los dos hombres de respeto de La Celsa esperan sostener la situaci¨®n unos d¨ªas m¨¢s. Pero no las tienen todas consigo. Uno de ellos, el t¨ªo Aquilino, asume su impotencia para enfrentarse a los que se tuerzan. "?Qu¨¦ hago yo, saco una pistola y les pego dos tiros?", exclama este hombre mientras da vueltas a su vara de mando. "Eso es cosa de la polic¨ªa", a?ade.
Pendientes de Cruz Roja
Tanto Aquilino como el t¨ªo Isidoro cifran sus esperanzas en la Cruz Roja. La presidenta de esta instituci¨®n, Carmen Mestre, prometi¨® apoyo a la poblaci¨®n chabolista. "Nos han hablado de habilitar un terreno para que podamos vender peque?as chucher¨ªas durante las Navidades", comentan.En el poblado de la Ribera de San Ferm¨ªn la ley seca funcion¨® hasta hace unos 10 d¨ªas. Desde entonces los toxic¨®manos han ido regresando para aprovisionarse a este asentamiento de viviendas prefabricadas. Unos se acercan en coche y otros a pie desde Villaverde Bajo y San Ferm¨ªn.
A la entrada del campamento, un joven heroin¨®mano aseguraba que "se puede pillar de todo y sin problema". En las orillas del r¨ªo, junto al puente, una veintena de heroin¨®manos se inyectaban su dosis. De vez en cuando la llegada de una patrulla policial produc¨ªa una estampida hacia las escombreras cercanas. A poca distancia, el Rancho del Cordob¨¦s permanec¨ªa tranquilo.
La situaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ volviendo a agravarse en el poblado de Pies Negros, en Entrev¨ªas. Un vecino de las viviendas cercanas a las chabolas observaba ayer c¨®mo, a lo lejos, un grupo de toxic¨®manos maniobraba con las jeringuillas entre los mont¨ªculos de escombros. "La cosa est¨¢ mejor que en verano, pero desde hace una semana han empezado a venir m¨¢s drogadictos a comprar", explicaba este hombre de edad avanzada.
En la avenida de Guadalajara y junto a Los Focos, se ven muchos menos toxic¨®manos que hace dos meses, pero tambi¨¦n hay trapicheo. "Ah¨ª, en algunas de las casitas (los M¨®dulos), se puede pillar bien", explicaba una joven que dec¨ªa llevar m¨¢s de un mes sin ponerse.
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