Gabinete Caligari retorna a la sencillez
El tr¨ªo asegura que "la mafia en el mundo de la m¨²sica es similar a la taurina"
Cuando el tr¨ªo madrile?o Gabinete Caligari comenz¨® a tocar en directo cobraba 75.000 pesetas por actuaci¨®n. Ahora, 10 a?os despu¨¦s, su cach¨¦ ronda los cuatro millones. Pionero de las grabaciones independientes, disfruta actualmente de un jugoso contrato con una poderosa multinacional discogr¨¢fica. Su ¨²ltimo elep¨¦, Cien mil vueltas, es el ¨²ltimo paso en una de las escasas carreras camale¨®nicas de la m¨²sica espa?ola. Conocedores de las estructuras del pop nacional, y est¨¢n convencidos de que "en Espa?a hay una mafia musical similar a la taurina".
Cien mil vueltas es el nuevo eslab¨®n de la cadena Caligari. Jes¨²s G¨®mez, productor habitual del tr¨ªo madrile?o, ha sido sustituido por Phil Manzanera (guitarrista de Roxy Music). Los esquemas que han llevado al grupo al ¨¦xito se han mantenido celosamente, en una apuesta tildada por muchos de conservadora. "Actualmente en las ventas de discos lo que m¨¢s influye son las circunstancias que rodean a la sociedad. Mucho m¨¢s que las canciones, la imagen del grupo y la portada", afirma Ferni, bater¨ªa de la banda. "Tiene que haber algo muy especial para que un mill¨®n de personas compre el mismo producto. Eso nos pas¨® con Camino Soria: casi sin darnos cuenta supimos dar en la diana, en el coraz¨®n de las gentes que viven en sitios perdidos... Se hab¨ªa producido una casualidad, un c¨²mulo de circunstancias favorables que, evidentemente, queremos seguir manteniendo"."Manzanera era el hombre perfecto con el que trabajar en Inglaterra", afirman los componentes del tr¨ªo a una sola voz. "Conoce a la perfecci¨®n los estudios, los m¨¦todos de trabajo y, adem¨¢s, habla castellano. El resultado es bien sencillo: potenciaci¨®n de las canciones y olvid¨¢ndonos de las posibilidades de la t¨¦cnica en beneficio de la sencillez y la pureza. Estamos seguros de que Cien mil vueltas es uno de los mejores discos de nuestra carrera".
Independencia
Jaime Urrutia, Edi Clavo y Ferni Presa conocen los dos lados de la moneda. Miembros de la primera hornada de la movida madrile?a, debutaron en la sala Rock Ola y probaron en sus propias carnes los placeres y sinsabores de lleva consigo la independencia. Importaron el pop siniestro y descubrieron el rock torero, para rematar la faena convertidos en perfectos fabricantes de canciones del verano.Ahora, Gabinete Caligari es, sin duda, un grupo consagrado que tiene la suerte de vivir ajeno a unos tiempos que amenazan tormenta: "Para nosotros, 1991 no ha sido un a?o especialmente duro. Sin disco nuevo hemos hecho 30 galas, con un cach¨¦ de cuatro millones de pesetas. ?No est¨¢ nada mal!"'.
"Lo realmente complicado a estas alturas de nuestra carrera es saber para qui¨¦n trabajas", dice Edi Clavo. "Cuando vendes m¨¢s de 20.000 discos, el p¨²blico se convierte en una masa informe, imposible de controlar e identificar. A partir de 2.000 o 3.000 ejemplares son gentes que no saben nada de m¨²sica, y que compran por inercia, por moda, por una canci¨®n que no deja de sonar en la radio...". "A m¨ª me gusta imaginarme", asegura Jaime Urrutia con una sonrisa en los labios, "que cuando uno de nuestros discos es platino [100.000 copias vendidas] es como si el estadio Bernab¨¦u estuviese lleno de gente, y cada persona tuviera nuestro elep¨¦ en la mano...". Pero no todo en el pop espa?ol son discos de metales preciosos y cifras espectacularmente millonarias.
Listas negras
"La mafia de la m¨²sica en Espa?a es muy similar a la taurina. Ambas funcionan por agentes", asegura un Jaime Urrutia tan aficionado a los toros como a las buenas guitarras. "Contratan a un torero, o a un cantante o grupo, y ¨¦ste tiene que responder; en el sentido m¨¢s amplio de la palabra, cediendo a pretensiones inimaginables. De no ser as¨ª, pasa a formar parte de una lista negra, y puede dejar de trabajar en cualquier momento. Poco importa su calidad una vez que se ha pasado a formar parte de esas impresentables listas negras".La inflaci¨®n del mercado de la m¨²sica en directo en Espa?a amenaza con dar muerte a la que para muchos es una gallina de huevos de oro. "Antes se contrataba todo, ahora s¨®lo lo que tiene ¨¦xito. Es una forma de selecci¨®n natural", asegura crispadamente Jaime. "Nadie puede arriesgar los millones que cuesta: montar un concierto, aunque sean muy buenos los grupos que participan, para que luego sea un fracaso. Mecano, por decir un nombre, es una garant¨ªa. Afortunadamente, el 90% de la contrataci¨®n de conciertos en Espa?a es p¨²blico: los ayuntamientos", contin¨²a Jaime Urrutia. "Nos da la seguridad de que, al ser un estamento p¨²blico, siempre te va a pagar. Tenemos muy malos recuerdos de los empresarios privados, seguramente porque en nuestros comienzos nos enga?aron habitualmente...".
Y para clarificar la situaci¨®n Ferni concluye diciendo que "Actualmente, como entonces, hay dos circuitos: la telara?a underground de clubes para 200 personas, y el oficial-comercial, para plazas de toros, campos de f¨²tbol y ferias de pueblo", a?ade Ferni en un intento por actualizar la conversaci¨®n.
"Pero, afortunadamente, en este pa¨ªs es mucha la gente que a¨²n vive en los pueblos. Todos est¨¢n al loro, y quieren tener en sus fiestas a los cantantes y grupos que est¨¢n de moda... Eso es muy bonito".
Babelia
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