El peso del 'doping'

La halterofilia pasa por ser un deporte marcado por los numerosos casos de dopaje registrados en toda su historia. Personas influyentes en el movimiento ol¨ªmpico llegaron incluso a cuestionar que este deporte mereciera formar parte de los Juegos Ol¨ªmpicos. Ante ello, la Federaci¨®n Internacional de Halterofilia, que preside el austriaco, Gottfried Sch?dl desde 1972, trata de lavar su imagen realizando exhaustivos controles de estimulantes desde Se¨²l. Los resultados de esta lucha han sido evidentes. Antes de 1988, este deporte consigui¨® entre 30 y 40 r¨¦cords mundiales al a?o, la mayor¨ªa en las categor¨ªas grandes. En los dos ¨²ltimos a?os s¨®lo ha conseguido tres, todos en las categor¨ªas peque?as.

Los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l fueron el detonante para que Sch?dl y sus federativos se pusieran a trabajar y limpiar, de una vez por todas, la sucia imagen que ten¨ªa la opini¨®n p¨²blica internacional de su deporte. "Las cosas cambiaron despu¨¦s de Se¨²l. Con el sonado positivo de Ben Johnson, el mundo se dio cuenta de que el dopaje exist¨ªa en los otros deportes y no s¨®lo en la halterofilia", se?al¨® Sch?sdl durante el desarrollo de la Copa del Mundo Gala, que se celebr¨® ayer en Barcelona con el triunfo del b¨²lgaro Ivan Ivanov, mientras que en categor¨ªa femenina se impuso la china Sun Caiyan, que bati¨® el r¨¦cord del mundo en la categor¨ªa de 56 kilos. La estadounidense Robin Byrd, por su parte, super¨® el r¨¦cord mundial en los 52 kilos."Se habl¨® de eliminar nuestro deporte del programa ol¨ªmpico, pero tanto el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, como el m¨¢ximo responsable de la comisi¨®n m¨¦dica del comit¨¦, el pr¨ªncipe Alejandro de Merode, apreciaron el plan de lucha que la federaci¨®n hab¨ªa puesto en marcha para erradicar el dopaje", comenta el presidente de la federaci¨®n internacional.

Sch?Sdl ha reconocido, en m¨¢s de una ocasi¨®n, el uso de drogas en este deporte. "Es cierto que los esteroides anabolizantes contribuyen al crecimiento de los m¨²sculos del levantador y a acortar el tiempo de recuperaci¨®n entre una carga y otra", indica Sch?Sdl, "Ahora se lucha para que eso no ocurra. Es una lucha contra la estupidez del atleta, porque hay que ser necio para ingerir drogas cuando se sabe que se pasar¨¢ un control antes, durante y despu¨¦s de la competici¨®n".

Los r¨ªgidos controles contra el dopaje y los castigos impuestos contra los levantadores que han dado positivo han originado, curiosamente, desde hace cuatro a?os una dr¨¢stica disminuci¨®n de grandes marcas. Las estad¨ªsticas se?alan que la halterofilia era uno de los deportes en los que se consegu¨ªan m¨¢s r¨¦cords mundiales por a?o.

Antes de 1988, el orden de los registros mundiales anuales rondaba entre los 30 y 40, sobre todo en las categor¨ªas de los pesos mayores, a partir de los 100 kilos. En 1990 no se registr¨® ning¨²n r¨¦cord del mundo masculino, y s¨®lo en el presente a?o ha habido tres, todos ellos en las categor¨ªas menores, las que van de los 52 a los 60 kilos.

El cambio que se ha producido en la halterofilia se debe a la necesidad urgente de limpiar la mala imagen de este deporte, con el objetivo de que no desaparezca del programa ol¨ªmpico. Una lucha que pas¨® por m¨¢s de mil controles en 1990, un 40% de ellos practicados fuera de las competiciones y sin previo aviso durante los entrenamientos de los levantadores. S¨®lo cinco dieron positivo.

"Somos la ¨²nica federaci¨®n que suspende de por vida al deportista que se le detecta un positivo, aunque sea por primera vez", explica Sch?dI, "y no nos centramos exclusivamente en el deportista. Adem¨¢s, se multa con 1.000 d¨®lares [unas 100.000 pesetas] a la federaci¨®n del pa¨ªs a la que pertenece el atleta culpable. Tambi¨¦n se investiga al entrenador del levantador, y si se demuestra que est¨¢ implicado, se le suspende para siempre, como a su pupilo. Y si en un a?o se dan m¨¢s de dos casos positivos en una federaci¨®n, no puede participar en un a?o en competiciones internacionales".