Las cr¨ªticas desde las c¨¢rceles obligan a HB a reconocer las discrepancias
Las manifestaciones de Etxabe y Urrutia han tenido la virtud de forzar a Herri Batasuna (HB) a reconocer p¨²blicamente la existencia de discrepancias internas en tomo a la actual estrategia de la violencia de la organizaci¨®n terrorista ETA. Es la primera vez que los dirigentes de esta formaci¨®n pol¨ªtica admiten que la utilizaci¨®n misma de la violencia, lejos de aglutinar adhesiones, empieza a constituirse en elemento de divisi¨®n interna.Y es igualmente novedoso y sintom¨¢tico que, seg¨²n se desprende de las ¨²ltimas declaraciones de sus m¨¢ximos representantes, HB haya optado por integrar las discrepancias elev¨¢ndolas a la categor¨ªa de Ias diversas sensibilidades pol¨ªticas existentes".
Las descalificaciones a su actual direcci¨®n efectuadas por los dos presos de ETA han supuesto todo un aldabonazo en el entorno pol¨ªtico de la organizaci¨®n terrorista, que vive anclado en un universo informativo cerrado de permanente normalidad en las filas, instalado en la ret¨®rica y en la unanimidad y sabiamente blindado ante la amenaza de "la intoxicaci¨®n y la manipulaci¨®n" exteriores.
Pero si la pol¨¦mica ha llegado a las bases e incluso al electorado de HB, no parece en absoluto que la cuesti¨®n de la conveniencia o no de la lucha armada vaya a ser planteada formalmente dentro de la coalici¨®n aprovechando los actuales debates para la reestructuraci¨®n de su direcci¨®n.
"Nosotros no podemos debatir la idoneidad o no de la actual estrategia de ETA porque eso ser¨ªa tanto como responsabilizarnos de sus actuaciones; lo m¨¢s efectivo es que defendamos la negociaci¨®n pol¨ªtica", afirma un destacado representante de HB.
Tema tab¨²
Tal y como comprobaron en su d¨ªa los abogados I?aki Esnaola, Txema Montero y Christiane Fand¨®, discutir formalmente la conveniencia o no de la eufem¨ªsticamente llamada lucha armada de ETA -"vanguardia del movimiento de liberaci¨®n nacional vasco"- es, simplemente, un tema tab¨² dentro de HB, que no parece que vaya a desaparecer en la previsible nueva configuraci¨®n interna.
Por el contrario, la conversi¨®n del denominado bloque KAS, -que re¨²ne a los grupos m¨¢s vinculados a ETA- en el partido pol¨ªtico dirigente de HB, formaci¨®n reducida as¨ª a mera pantalla electoral transmisora de mensajes, permite augurar un control todav¨ªa m¨¢s efectivo y cotidiano de quienes act¨²an como correa de transmisi¨®n de la organizaci¨®n terrorista.
Frente a dirigentes bien instalados en el organigrama organizativo como Gorka Mart¨ªnez, Floren Aoiz o Rafael D¨ªez Usabiaga, que consideran "normal" la existencia de la lucha armada, Esnaola y Montero constituyen una referencia situada hoy por hoy en el ostracismo.
En medio se encuentran dirigentes como Jon Id¨ªgoras, Patxi Zabaleta o I?igo Iruin. Aun admitiendo la trascendencia que las manifestaciones de Etxabe y de Urrutia pueden tener como inicio de un debate general, antiguos dirigentes de HB consideran que el proceso para llegar al final de la violencia de ETA, "est¨¢ todav¨ªa bastante verde".
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