Gonz¨¢lez busca hoy de nuevo el apoyo de Kohl

Felipe Gonz¨¢lez har¨¢ hoy un ¨²ltimo esfuerzo por convencer a algunos de sus hom¨®logos comunitarios, empezando por el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, de que el tratado de la uni¨®n europea, que ser¨¢ negociado en la cumbre de Maastricht, se haga eco de las reivindicaciones espa?olas, empezando por la cohesi¨®n o solidaridad de los Estados m¨¢s desarrollados de la CE con los del pelot¨®n de cola encabezado por Espa?a.

Gonz¨¢lez ha adelantado en unas horas el despegue de su avi¨®n para el sureste de Holanda con la intenci¨®n de entrevistarse, a petici¨®n suya y a ¨²ltima hora de la tarde, con el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, el presidente en ejecicio de la CE, el holand¨¦s Ruud Lubbers, y Kohl.La negociaci¨®n en el Consejo Europeo recaer¨¢, m¨¢s que de costumbre, sobre Gonz¨¢lez, porque la delicada salud de su ministro de Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, le impedir¨¢ viajar a Maastricht a d¨®nde si se desplazar¨¢n el ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, y el secretario de Estado para la CE, Carlos Westendorp.

El s¨¦quito de Gonz¨¢lez acude a Maastricht, seg¨²n fuentes de la delegaci¨®n, con un moderado optimismo sobre el grado de aceptaci¨®n de las principales tesis espa?olas, que contrasta con su visi¨®n de estos ¨²ltimos d¨ªas. Adem¨¢s de Espa?a, el Reino Unido plantear¨¢ numerosos problemas espec¨ªficos frente a los cuales los representantes espa?olas opinan que no conviene hacer demasiadas concesiones porque "es mejor un buen acuerdo entre 11 que un mal acuerdo a 12".

Las esperanzas espa?olas se fundamentan primero en el camino recorrido hasta ahora. El principio de la cohesi¨®n queda recogido en el art¨ªculo 130 del borrador, que tambi¨¦n abre la v¨ªa a la creaci¨®n de nuevos fondos, como el de convergencia, que reclama Espa?a para ayudar a los Estados y no a las regiones menos desarrolladas.

Aunque a¨²n no figura en el texto, los Doce han dado su consentimiento a que los actuales fondos estructurales puedan financiar en m¨¢s de un 50% proyectos de desarrollo en las regiones desfavorecidas. La Comisi¨®n queda adem¨¢s encargada de evaluar cada tres a?os el cumplimiento de la cohesi¨®n y hacer propuestas correctoras.

En materia de medio ambiente el borrador excluye, tal y como lo deseaba Espa?a, que las decisiones fiscales, sobre ordenaci¨®n del territorio, recursos hidr¨¢ulicos y energ¨ªa sean tomadas por mayor¨ªa. Tambi¨¦n se baraja la idea de que un fondo ecol¨®gico ayude a los pobres a costear esas pol¨ªticas.

Prosperidad relativa

"Las propuestas que ha puesto la presidencia sobre la mesa son bastantes, pero no suficientes", indican las mismas fuentes. Para dar satisfacci¨®n a Espa?a, Lubbers deber¨ªa a?adir un art¨ªculo, similar al sugerido por la Comisi¨®n, que recoja el principio de prosperidad relativa de cada Estado para fijar su contribuci¨®n a las arcas de la CE.

"Es una de las claves para que digamos s¨ª al tratado", a?adieron las mencionadas fuentes. Espa?a dispondr¨ªa as¨ª de un argumento de peso para lograr que en las previsiones financieras para el pr¨®ximo quinquenio, que se fijar¨¢n en 1992, se introduzca un nuevo recurso que tenga en cuenta la riqueza relativa de los pa¨ªses miembros y reduzca proporcionalmente la aportaci¨®n espa?ola al presupuesto comunitario.

La actitud de Alemania, principal contribuyente de la CE, es considerada fundamental para que figure en el tratado esta aspiraci¨®n espa?ola. Hasta ahora el jef¨¦ de la diplomacia alemana, Hans Dietrich Genscher, se ha pronunciado porque ese objetivo, compartido en parte por Irlanda, Portugal y Grecia, se incluya en una declaraci¨®n aneja sin car¨¢cter vinculante, pero la delegaci¨®n espa?ola conf¨ªa en que Gonz¨¢lez convenza a Kohl de ir m¨¢s all¨¢.

La diplomacia espa?ola considera que, en cierta medida, Kohl es deudor de un Gonz¨¢lez que le ha dado siempre su voto de confianza cada vez que, desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn a finales de 1989, otros l¨ªderes comunitarios le acusaban veladamente de desatender la construcci¨®n europea para llevar a cabo su unificaci¨®n.

"Los dem¨¢s pesos pesados de la CE no pondr¨¢n serias objeciones a que las conclusiones de la cumbre se hagan eco de las pretensiones espa?olas", seg¨²n estima la delegaci¨®n espa?ola. Italia las ha respaldado p¨²blicamente; Francia mantiene una relaci¨®n demasiado estrecha con Espa?a como para oponerse a ella y el Reino Unido tiene tantos frentes en los que luchar contra sus socios que no desea buscarse nuevos enemigos.