Paraguay es colorado.
El partido que apoy¨® al dictador Stroessner copa la mayor¨ªa en la Asamblea Constituyente
La mayor¨ªa absoluta obtenida por el tradicional Partido Colorado en la Asamblea Constituyente de Paraguay modifica el panorama pol¨ªtico del pa¨ªs. La abrumadora victoria de los colorados deja abierta la puerta para que el presidente Andr¨¦s Rodr¨ªguez, el general que en febrero de 1989 derroc¨® a su consuegro, el dictador , Alfredo Stroessner, cambie su promesa de retirarse en 1993 y se presente a la reelecci¨®n.
El ¨¦xito de los colorados el 1 de diciembre sorprendi¨® a propios y a extra?os. En las elecciones municipales del pasado mayo los colorados sufrieron un revolc¨®n y sumaron s¨®lo un 43,42% de votos. Este resultado, que har¨ªa feliz a cualquier partido casi en todo el mundo, en Paraguay signific¨® una derrota.Muchos creyeron que hab¨ªa llegado la hora final del secular Partido Colorado, el mismo que apoy¨® durante casi 35 a?os la dictadura de Stroessner. En mayo, la oposici¨®n en su conjunto sum¨® casi un 57% de votos y surgi¨® el movimiento independiente de izquierda Asunci¨®n para Todos, que conquist¨® la alcald¨ªa de la capital.
Tras las elecciones para la Constituyente, las aguas han vuelto a su cauce en Paraguay. Los colorados vieron las orejas al lobo y aprendieron la lecci¨®n de las municipales, mientras la oposici¨®n se durmi¨® en sus laureles. Los colorados movilizaron toda clase de recursos m¨¢s o menos l¨ªcitos, cerraron filas y resta?aron sus divisiones internas, sacaron de la chistera algunos candidatos j¨®venes y atractivos, y ocultaron al m¨¢ximo los viejos s¨ªmbolos del partido, escondidos bajo el lema Lista 1, que ofrec¨ªa trabajo como promesa electoral. La confusi¨®n lleg¨® a tal punto que muchos ciudadanos dec¨ªan: "Yo no voto colorado, yo voto por la Lista 1 ", es decir, la del Partido Colorado.
La 'aplanadora'
El resultado fue que los colorados dieron un vuelco al resultado de las muncipales de mayo. Ahora los colorados han sumado casi un 56% de los votantes, mientras que toda la oposici¨®n apenas rebasa el 44% restante. Con este resultado los colorados contar¨¢n con 122 representantes del total de 198 en la Constituyente.Esto les permitir¨¢ elaborar, antes de mediados del a?o pr¨®ximo, una Constituci¨®n a su antojo. Los opositores temen que en la Constituyente se ponga en marcha la aplanadora colorada, que acabe con toda posibilidad de una Constituci¨®n basada en un amplio consenso pol¨ªtico y social.
Con esa mayor¨ªa los colorados pondr¨¢n fin, con seguridad a la segunda vuelta electoral en las elecciones presidenciales. La segunda vuelta obliga a enfrentarse a los dos candidatos m¨¢s votados en la primera, si ning¨²n candidato consigue la mayor¨ªa absoluta de votos. Al eliminar esta disposici¨®n y conceder la presidencia al candidato m¨¢s votado en la primera vuelta, los colorados se aseguran, casi con seguridad, la victoria de uno de los suyos en 1993, a no ser que toda la oposici¨®n consiga presentar un candidato de unidad, por encima de los partidos. Esta tarea parece hoy casi imposible y, a la vista de los resultados del 1 de diciembre, ni siquiera garantiza el ¨¦xito.
Las esperanzas opositoras se centran en la divisi¨®n de los colorados. La magnitud de la victoria ha despertado apetitos presidenciales en varios colorados. No se descarta que surjan de nuevo enfrentamientos fratricidas dentro del coloradismo. Ante este panorama, la opci¨®n m¨¢s sencilla ser¨ªa presentar de nuevo como candidato presidencial al actual presidente, Rodr¨ªguez, quien todav¨ªa disfruta de altas cotas de popularidad y es hoy d¨ªa el personaje con m¨¢s gancho popular en Paraguay.
Gesti¨®n positiva
Rodr¨ªguez cuenta con el bono de haber encabezado el movimiento militar que acab¨® con la dictadura de su consuegro, Stroessner. Adem¨¢s, los resultados de sus dos a?os y nueve meses de gobierno son positivos.La inflaci¨®n actual ha quedado reducida a un discreto 1% mensual, la deuda externa se mueve en tomo a la cantidad manejable de 1.700 millones de d¨®lares (algo menos de 175.000 millones de pesetas) y la transici¨®n de Paraguay hacia la democracia ha sido m¨¢s pac¨ªfica de lo que se pod¨ªa prever tras el violento fin de la dictadura de Stroessner.
El director del peri¨®dico Abc Color, Aldo Zuccolillo, opina que en estos momentos Rodr¨ªguez ganar¨ªa las elecciones con facilidad, y piensa que los colorados "volver¨¢n a pelearse como perros para nominar candidato para el 93. En ese momento, en una situaci¨®n de anarqu¨ªa ante la candidatura, pedir¨¢n a Rodr¨ªguez que falte a su palabra y se presente. La opini¨®n p¨²blica lo comprender¨ªa e incluso lo va a aceptar
La candidatura de Rodr¨ªguez en el 93 ofrece a los colorados la posibilidad de evitar querellas internas. Al mismo tiempo, ser¨ªa una garant¨ªa para las Fuerzas Armadas de que todo seguir¨¢ igual y no correr¨¢n riesgos con su compa?ero al frente del pa¨ªs durante varios a?os m¨¢s. En ese periodo los militares podr¨ªan continuar con su presencia como poder f¨¢ctico en Paraguay y asegurarse tambi¨¦n sus negocios m¨¢s o menos limpios.
Rodr¨ªgez ya ha empezado a dar marcha atr¨¢s en sus declaraciones de que no se presentar¨¢ a la reelecci¨®n. Tras los resultados electorales del 1 de diciembre, Rodr¨ªguez ha dado a entender que acepta la posibilidad de ser reelegido si el pueblo lo desea.
La dictadura del pueblo
Durante la reciente reuni¨®n del Grupo de R¨ªo en Cartagena de Indias Rodr¨ªguez calific¨® de "broma" la idea de prolongar su mandato, pero inmediatamente a?adi¨®: "Ustedes saben perfectamente la postura m¨ªa hasta hoy. No s¨¦ ma?ana". Ante la pregunta insistente de si aceptar¨ªa la reelecci¨®n, Rodr¨ªguez vacil¨®: "Bueno... Yo no quisiera... En tal caso, creo que es el pueblo el soberano", y a?adi¨®: "No s¨¦ si la Constituyente ser¨¢ la que ha de tratar la cuesti¨®n o no, pero en ¨²ltima instancia, como yo suelo decir, el pueblo es el dictador en ese sentido".
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