Peque?as bestias
Gorilas y pandas rojos se reproducen en cautividad en el 'zoo'
La vida en cautividad de los animales del zoo produce comportamientos extra?os. Un tigre de Siberia puede convertirse en un padrazo, y una pareja de rinocerontes es capaz de convivir durante a?os manteniendo una relaci¨®n estrictamente fraternal. Para determinadas especies es casi imposible tener descendencia fuera de su entorno natural. Pero este a?o han nacido 130 cr¨ªas de mam¨ªferos en el Parque Zool¨®gico de Madrid. Tres de ellas pueden considerarse grandes logros: un cachorro de guepardo y dos peque?os gorilas de Costa, el ¨²ltimo de ellos nacido el pasado 28 de noviembre.
En junio vino al mundo la primera camada de guepardos nacidos en Espa?a. S¨®lo sobrevivi¨® Winnie, una hembra. Dos meses despu¨¦s naci¨® Banga, la primera cr¨ªa de gorila concebida en Madrid. Pero ni Banga ni Winnie viven con sus cong¨¦neres. Las dos fueron separadas de sus familias por razones sanitarias.Manuel L¨®pez, jefe del servicio veterinario del zoo, explica que "en cautividad los animales sufren trastornos hormonales que alteran su capacidad reproductora y sus conductas maternales". Este fue el caso de los progenitores de Banga. "Tuvimos que separarla y traerla a la enfermer¨ªa porque su madre empez¨® a tratarla como si fuera una mu?eca", relata el jefe de los veterinarios. Desde entonces, la peque?a gorila permanece dentro de un corralillo infantil en una estancia climatizada. Con el buen tiempo, comenzar¨¢ a acercarse a sus semejantes.
Macho reproductor
La crianza de los guepardos resulta a¨²n m¨¢s complicada. Los veterinarios comentan lo dif¨ªcil que es "detectar el celo y seleccionar entre los machos al mejor reproductor". Originarios de las sabanas africanas, los ciclos vitales de estos felinos se alteran al cambiar de clima. Dos de los cinco cachorros nacidos en verano murieron por desatenci¨®n de la madre. Los otros dos sucumbieron a una infecci¨®n v¨ªrica. Winnie, llamada como la mujer de Nelson Mandela por el origen surafricano de su progenitora, consigui¨® salvarse despu¨¦s de recibir suero durante tres semanas. Ahora permanece acurrucada en la enfermer¨ªa, con aspecto alica¨ªdo, mientras se le aplica un tratamiento contra el raquitismo.A los pandas rojos parece haberles gustado el zoo. Pese a las dificultades para reproducirse en cautividad, han conseguido formar una peque?a dinast¨ªa en la Casa de Campo. Desde 1985 han nacido ya 10 ejemplares. "Parece que hemos acertado con el espacio donde viven y el tipo de alimentaci¨®n" se?ala Enrique S¨¢ez, cuidador de los pandas rojos y gigantes. A¨²n hay varios animales que todav¨ªa no han conseguido criar en cautividad. La lista est¨¢ encabezada por los pandas gigantes. Chu-Lin naci¨® en el zoo, pero mediante la inseminaci¨®n artificial de su madre, Shao-Shao. Buscar una compa?era para el panda emblem¨¢tico se ha convertido en un asunto de Estado.
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