Manual de uso para el Tratado de Maastricht
28 preguntas y respuestas sobre la Uni¨®n Europea nacida el pasado mi¨¦rcoles
?Es ahora Europa una federaci¨®n, como Estados Unidos? No. Siguen siendo 12 Estados independientes, con reconocimiento internacional individualizado y ordenamientos constitucionales distintos: por ejemplo, seis son monarqu¨ªas, y seis, rep¨²blicas. El tratado nunca pretendi¨® con vertir la Comunidad en una federaci¨®n como la norteamericana. Todo lo m¨¢s se lleg¨® a hablar de una "vocaci¨®n federal", pero incluso esta breve menci¨®n qued¨® finalmente suprimida. El art¨ªculo A, del texto aprobado dice textualmente: "El presente tratado marca una nueva fase en el proceso por el que se crea una Uni¨®n cada vez m¨¢s estrecha entre los pueblos de Europa, en la que las decisiones se toman al nivel m¨¢s cercano posible a los ciudadanos". En la pr¨¢ctica, sin embargo, se han aprobado medidas concretas, como una moneda ¨²nica, que corresponden a una estructura federal.?Qui¨¦n decide las leyes que se aplican en Espa?a? Depende. La Comunidad puede aprobar legislaci¨®n comunitaria en 18 cap¨ªtulos distintos, desde la agricultura a la econom¨ªa, pasando por determinados aspectos del medio ambiente o de la industria. Sus reglamentos tienen categor¨ªa de ley y son de aplicaci¨®n directa en los Doce. El Parlamento espa?ol (o los Parlamentos aut¨®nomos, seg¨²n los casos) legisla en los temas que no se consideran "comunitarios, pero no puede aprobar nada que vaya en contra de las normas aprobadas por la Comunidad Europea y est¨¢ obligado a desarrollar esas normas en su propia legislaci¨®n nacional. Por eso se calcula que el 65% de las leyes que se apliquen en Espa?a en el futuro "tendr¨¢ origen en la CE". Si no respeta este compromiso, Espa?a puede ser denunciada ante el Tribunal Europeo de Justicia, cuyas sentencias son vinculantes.
?Para qu¨¦ sirve la ciudadan¨ªa europea? Un ciudadano espa?ol que viaje o resida en un pa¨ªs en el que no exista Embajada espa?ola podr¨¢ recurrir a la de cualquier otro pa¨ªs comunitario, que estar¨¢ obligada a darle la misma protecci¨®n y servicio que a sus nacionales. En teor¨ªa, un espa?ol podr¨¢ votar y ser elegido en las elecciones municipales de cualquier ciudad o pueblo de la Comunidad en que resida. L¨®gicamente, tendr¨¢ el mismo derecho cualquier ciudadano de los Doce que resida en Espa?a. En la pr¨¢ctica, puede haber derogaciones si esa norma causa "problemas espec¨ªficos". Se supone que un "problema espec¨ªfico" ser¨ªa que los ciudadanos de otros pa¨ªses comunitarios estuvieran tan concentrados en un solo pueblo que casi todo el ayuntamiento fuera de "extranjeros". El caso se puede dar, por ejemplo, en Luxemburgo, con un alto n¨²mero de inmigrantes portugueses. En cambio, queda garantizado el derecho a votar y ser elegido en los comicios al Parlamento Europeo, seg¨²n el lugar de residencia e independientemente de la nacionalidad.
?Va a desaparecer la peseta? No necesariamente, pero s¨ª es posible. Para acceder a la moneda ¨²nica (tercera fase de la uni¨®n monetaria y econ¨®mica), Espa?a tiene que reunir primero una serie de condiciones. Si logra entrar en el paquete de pa¨ªses con econom¨ªa convergente, la moneda pasar¨¢ a ser el ecu. No est¨¢ a¨²n decidido c¨®mo ser¨¢ en concreto: quiz¨¢s se pueda conservar alguna simbolog¨ªa propia (mantener por un lado de los billetes o monedas una imagen espec¨ªfica). En cualquier caso, habr¨ªa que modificar las m¨¢quinas tragaperras para unificar el tama?o, que ser¨¢ igual en todos los pa¨ªses miembros. No es probable que todo esto suceda antes del a?o 2000. La Comunidad (salvo el Reino Unido) se ha comprometido a poner en marcha la moneda ¨²nica el 1 de enero de 1999, pero todav¨ªa quedar¨¢n por resolver problemas t¨¦cnicos.
?Y el Banco de Espa?a? No desaparecer¨¢, pero en la pr¨¢ctica ser¨¢ una filial del Banco Central Europeo, siempre en el caso de que Espa?a acceda a la tercera fase.
?Qu¨¦ tiene que hacer Espa?a para poder pasar a esa tercera fase? Tiene que cumplir cuatro condiciones concretas: la inflaci¨®n no podr¨¢ ser superior en m¨¢s de 1,5 puntos a la media de los tres pa¨ªses que la tengan m¨¢s baja (ahora es de 5,7 puntos frente a 2,7); los tipos de inter¨¦s no podr¨¢n exceder en dos puntos a la media de los tres pa¨ªses en que sean m¨¢s bajos; el d¨¦ficit no ser¨¢ superior al 3% del PIB (ahora es del 3,7%) y la deuda no rebasar¨¢ en el 60% de este mismo PIB. La ¨²ltima condici¨®n es la m¨¢s f¨¢cil de cumplir, puesto que actualmente es del 44,7%. Para el ciudadano todo esto significa que los precios no podr¨¢n seguir subiendo al ritmo actual y que los intereses de las hipotecas y de los pr¨¦stamos tendr¨¢n que bajar, pero tambi¨¦n que el Gobierno tendr¨¢ que controlar el dinero que gasta en pagar los servicios que proporciona. Los que m¨¢s d¨¦ficit generan son, obviamente, los de ¨ªndole social.
?Por qu¨¦ se dice que Espa?a ha tenido un ¨¦xito al conseguir que figure en el tratado la cohesi¨®n econ¨®mica y social? Porque gracias a la cohesi¨®n se garantiza que, al menos en parte, los pa¨ªses miembros aportar¨¢n dinero al presupuesto de la Uni¨®n de acuerdo con su prosperidad relativa. Y porque se crear¨¢ antes del 31 de diciembre de 1993 un nuevo Fondo de Cohesi¨®n que aporte dinero para financiar proyectos de medio ambiente y de redes de transporte transeuropeas a aquellos Estados miembros que no lleguen al 90% de la media de riqueza comunitaria, es decir a Espa?a, entre otros pa¨ªses.
?Soportar¨¢n todos los ciudadanos de la Uni¨®n la misma presi¨®n fiscal? No. En la cumbre de Maastricht no se ha acordado la armonizaci¨®n de la presi¨®n fiscal, ni directa ni indirecta. Es probable, sin embargo, que se vaya avanzado en la armonizaci¨®n de los impuestos indirectos.
?Cobrar¨¢n las mismas pensiones? Tampoco. Los temas relativos a la Seguridad Social no pueden decidirse por mayor¨ªa, sino por unanimidad, y eso entre 11 pa¨ªses, puesto que el Reino Unido exigi¨® que todo lo que tenga que ver con la pol¨ªtica social no figure como art¨ªculos del tratado. La exigencia de unanimidad quiere decir que cualquier pa¨ªs puede imponer su veto, como, sin duda, suceder¨¢ si se pretenden unificar las pensiones.
?Puede un espa?ol trabajar sin obtener un permiso especial en Francia o Alemania? S¨ª, la Comunidad decidi¨® antes de la cumbre de Maastricht garantizar la libre circulaci¨®n de los ciudadanos de los Doce desde el 1 de enero de 1993. Cualquier empresa puede contratar libremente a un ciudadano de otra nacionalidad comunitaria. Las normas son distintas en los casos de profesiones liberales para cuyo ejercicio se exige un t¨ªtulo reconocido, que debe ser convalidado en cada pa¨ªs concreto.
?Existe una lengua oficial de la Uni¨®n? No. Todas las lenguas son oficiales, aunque en la pr¨¢ctica la Comunidad realiza su trabajo en ingl¨¦s y franc¨¦s. La futura incorporaci¨®n de pa¨ªses del norte de Europa reforzar¨¢ a¨²n m¨¢s el uso del ingl¨¦s.
?Existe un Gobierno europeo o un presidente? No. Las funciones ejecutivas y legislativas corresponden al Consejo de Ministros de la Uni¨®n (uno por cada pa¨ªs miembro). La Comisi¨®n propone las leyes, pero no las aprueba. El Parlamento Europeo tiene facultad de co-decidir, junto con el Consejo de Ministros en algunos casos determinados.
?Qui¨¦n controla las decisiones de ese Consejo de Ministros? Pr¨¢cticamente nadie. Los Parlamentos nacionales pueden, mediante sus mecanismos espec¨ªficos, hacer caer a su propio Gobierno si no est¨¢n de acuerdo con su actuaci¨®n en la Comunidad. El Parlamento Europeo s¨®lo puede interponer su veto, por mayor¨ªa absoluta y tras un procedimiento muy complicado, frente a determinadas decisiones del Consejo. La cumbre de Maastricht rechaz¨® en el ¨²ltimo minuto un procedimiento menos engorroso (suprimir la llamada tercera lectura) para la interposici¨®n del veto y la posibilidad, defendida por Alemania, de que sea necesario su visto bueno para modificar los tratados de la CE.
?Hay una polic¨ªa europea, como el FBI norteamericano? No. En la cumbre de Maastricht s¨®lo se aprob¨® la creaci¨®n de una Oficina Europea de Polic¨ªa (Europol), que, por el momento, ¨²nicamente coordinar¨¢ la informaci¨®n sobre el narcotr¨¢fico. Sin embargo, algunos pa¨ªses, como
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.