La paja en el ojo ajeno
Resulta alarmante comprobar c¨®mo se mantiene a¨²n vivo el antiguo refr¨¢n relativo a la "paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el nuestro", cuando se leen las cartas como la publicada por su diario el lunes 2 de diciembre y firmada por don Pablo Alonso desde Washington.Considerar que el campo es solamente un lugar de esparcimiento y belleza para que los habitantes de las ciudades puedan solazarse un fin de semana y sacar como conclusi¨®n que los agricultores debemos ser los conserjes de este solar urbanita es no darse cuenta de que los hombres y las mujeres del campo no hemos sido culpables del deterioro de la capa de ozono, ni de la dura contaminaci¨®n de nuestros r¨ªos por los descontrolados vertidos de las industrias y de estos monstruos de ciudades que nadie parece criticar.
Si don pato y do?a garza tienen problemas, se debe a la lluvia ¨¢cida de las f¨¢bricas de toda Europa y a los millones de cazadores que reducen la fauna todos los a?os a su m¨ªnima expresi¨®n.
Los agricultores y ganaderos venimos realizando un gran esfuerzo de reducci¨®n del uso de abonos nitrogenados y de fitocidas. Ahora mismo se elabora en Bruselas un compromiso comunitario que limita su uso y castiga su abuso. Espero de todos estos urbanitas que s¨®lo conocen el campo cuando van de vacaciones hacia los tremendos complejos urban¨ªsticos de la costa que correspondan a nuestro esfuerzo dejando definitivamente sus coches, sus pulverizadores, sus aires acondicionados, sus millones de toneladas de detrito y su trabajo en empresas papeleras de qu¨ªmicas o mineras, y fundamentalmente colaboren en nuestro esfuerzo por conservar unos montes que nos incendian los fines de semana, y por mantener unos campos a los que los habitantes de las ciudades dedican m¨ªnimamente su atenci¨®n.-
secretario general del CNJA (Centro Nacional de J¨®venes Agricultores).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.