48 pa¨ªses suscriben la Carta Europea de la Energ¨ªa
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Un total de 48 pa¨ªses firmaron ayer en la Sala de los Caballeros del Parlamento holand¨¦s la Carta Europea de la Energ¨ªa, primer paso hacia la consecuci¨®n de un mercado energ¨¦tico integrado, capaz de unir a los pa¨ªses del Este y del Oeste del continente a trav¨¦s del intercambio de energ¨ªa por tecnolog¨ªa. Si bien entre los signatarios aparecen las rep¨²blicas sovi¨¦ticas, ello no supone el reconocimiento formal de su independencia por parte de la CE, promotora del documento. Estados Unidos, que se adhiere a la iniciativa comunitaria, hizo id¨¦ntica salvedad minutos antes de que John Tuck, subsecretario de Energ¨ªa, la rubricara.Ahora, la Carta precisa su traducci¨®n en un tratado legal y vinculante, que puede estar listo para su ratificaci¨®n a finales de 1992.
Los intercambios
La idea de crear una comunidad paneuropea de la energ¨ªa, a la que despu¨¦s se han adherido m¨¢s pa¨ªses, surgi¨® en el despacho del primer ministro holand¨¦s Ruud Lubbers, su padrino. ?ste la present¨® por vez primera durante la cumbre comunitaria de Dubl¨ªn, en junio de 1989. Un a?o despu¨¦s, el proyecto fue propuesto en Par¨ªs a los participantes en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa.
Al final de la guerra fr¨ªa, la CE conced¨ªa la Carta como una forma de dise?ar la nueva Europa con el intercambio de petr¨®leo, gas y carb¨®n y tecnolog¨ªa entre el Este y el Oeste. Un dibujo perfilado luego a trav¨¦s del acuerdo entre la Comunidad y los siete pa¨ªses de la EFTA y el m¨¢s reciente, alcanzado con Hungr¨ªa, Polonia y Checoslovaquia.
En su estado actual, el acuerdo logrado ayer trata de estimular las inversiones extranjeras que tanto la ex URSS como los pa¨ªses del este y centro de Europa precisan para recuperar sus obsoletas industrias energ¨¦ticas.
La Carta reconoce que los urgentes problemas registrados en la ex URSS y en otras zonas del este y centro de Europa obligar¨¢n a una aplicaci¨®n escalonada. "A ello se une un concepto de no discriminaci¨®n que facilitar¨¢ las inversiones de entidades p¨²blicas y privadas occidentales". Estados Unidos prefiere que las empresas extranjeras disfruten de los mismos derechos que las nacionales a la hora de invertir capital. Durante las negociaciones para la redacci¨®n del futuro tratado este punto puede sufrir modificaciones. Antonio Cardoso e Cunha, comisario europeo para la Energ¨ªa, se?al¨® ayer, sin embargo, que todos los firmantes hab¨ªan aceptado de momento la formulaci¨®n actual.
Cardoso reconoci¨® tambi¨¦n que la Carta viene a suplir la falta del cap¨ªtulo energ¨¦tico evidenciada en la pasada cumbre. de Maastricht. "D¨ªas despu¨¦s, muchos m¨¢s pa¨ªses est¨¢n aqu¨ª, lo que desde Estados Unidos a Jap¨®n, y desde Escandinavia hasta el sur de Europa pasando por los tres Estados b¨¢lticos (Estonia, Letonia y Lituania) e incluso Australia. Ello muestra que la energ¨ªa es esencial para la vitalidad de la sociedad".
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