Aumentan las cr¨ªticas en el Pa¨ªs Vasco sobre el Museo Guggenheim de Bilbao
El escultor Jorge Oteiza exige la ruptura con la entidad neoyorquina
La instalaci¨®n del Museo Guggenheim en Bilbao no est¨¢ consiguiendo el entusiasmo que los firmantes del acuerdo con la fundaci¨®n neoyorquina pretendieron generar en la sociedad vasca. La inversi¨®n de 20.000 millones de pesetas que requiere el proyecto, el control de la Fundaci¨®n Guggenheim sobre el museo bilba¨ªno y las dudas sobre la calidad art¨ªstica de las obras que albergar¨¢ centran el debate suscitado en el Pa¨ªs Vasco en torno a esta iniciativa.
A las cr¨ªticas lanzadas por los partidos pol¨ªticos y los grupos culturales contra las condiciones de instalaci¨®n en Bilbao del Museo Guggenheim se ha unido la voz del escultor Jorge Oteiza, que ha exigido al lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, la ruptura de las relaciones con la Fundaci¨®n Guggenheim y la expulsi¨®n del Gobierno del consejero Arregi, responsable de las negociaciones con la instituci¨®n neoyorquina.Oteiza arremete en la carta dirigida a Ardanza, difundida ayer, contra Ia pol¨ªtica cultural en contra de la cultura de Euskadi del nefasto consejero" Joseba Arregi. En el tono vehemente que caracteriza a los escritos firmados por Oteiza, el escultor guipuzcoano pide al presidente del Gobierno vasco que obligue a Arregi a romper las relaciones con la Fundaci¨®n Guggenheim y "todo contacto con norteamericanos en cultura". Oteiza hace responsable al consejero de Cultura del "negocio repugnante con los Guggenheim" y exige al lehendakari que expulse del Gobierno a sus falsos consejeros de tantos vergonzosos compromisos y ruinosas decisiones en contra de la dignidad, ya tan poca, que han dejado de nuestro infortunado pa¨ªs".
Desde las instituciones vascas, el anuncio del acuerdo con la Fundaci¨®n Guggenheim para la ubicaci¨®n en el centro de Bilbao de un museo de arte moderno y contempor¨¢neo ha estado rodeada de una aureola de prestigio. La apertura de un museo de alto nivel en un edificio emblem¨¢tico, ubicado en una zona degradada y ocupada por instalaciones industriales en ruinas, ha sido identificada como la gran esperanza de progreso para la ciudad, castigada por la crisis industrial y con pocas expectativas de futuro.
El Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), socio del PNV en los gobiernos auton¨®mico, provincial y.local que han aprobado la instalaci¨®n del museo, ha mostrado sus reticencias ante un proyecto que consideran excesivo. "No estamos en contra del Museo Guggenheim", explica Pedro Hern¨¢ndez, portavoz de la ejecutiva del PSE-PSOE, "pero creemos que es necesario reconsiderar los t¨¦rminos del contrato".
Calidad americana
El acuerdo suscrito con la Fundaci¨®n Guggenheim para la apertura en Bilbao de un museo dise?ado por el arquitecto norteamericano Frank Gehry obliga a la Administraci¨®n vasca a invertir 20.000 millones de pesetas. La entidad americana gestionar¨¢ el nuevo museo y se compromete a mantener en la capital vizca¨ªna un, nivel de calidad equiva lente al ostentado en Nueva York, pero a cambio el Gobierno vasco y la Diputaci¨®n de Vizcaya tendr¨¢n que pagar a la Fundaci¨®n Guggenheim 20 millones de d¨®lares (unos 2.000 millones de pesetas) por el uso de su nombre y reputaci¨®n, aportar 5.000 millones de pesetas para la adquisici¨®n de obras de arte y financiar el edificio, de unos 30.000 metros cuadrados de superficie, presupuestado en m¨¢s de 12.000 millones de pesetas.
Los peque?os grupos culturales y las iniciativas locales de promoci¨®n cultural notar¨¢n el impacto del museo desde los primeros d¨ªas de 1992. Sobre un presupuesto condicionado por la crisis econ¨®mica del sector industrial han incidido los grandes proyectos impulsados por Cultura.
La subvenci¨®n reservada al ente p¨²blico de radio y televisi¨®n, Euskal Irrati Telebista (EITB), absorbe 10.100 millones de pesetas, m¨¢s de la mitad del presupuesto total del departamento; el pabell¨®n vasco en la Expo de Sevilla estar¨¢ dotado con m¨¢s de 1.010 millones, y el Museo Guggenheim, en 1992, se llevar¨¢ 652 millones.
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