Tensi¨®n po¨¦tica

La aportaci¨®n de Juan Giralt se inscribe dentro de ese n¨²cleo generacional que, desde la segunda mitad de los sesenta, apost¨® por una v¨ªa de renovaci¨®n que superara el prestigio absoluto con el que la herencia del informalismo segu¨ªa marcando a nuestro panorama pl¨¢stico.Desde la influencia del pop que hab¨ªa definido en buena' parte el tono de esa ruptura generacional. La evoluci¨®n de la trayectoria de Giralt alcanz¨® su madurez en un registro m¨¢s personal, que se caracerizar¨ªa tanto por una mayor autonom¨ªa con respecto a los modelos cosmopolitas como por una peculiar tensi¨®n dial¨¦ctica entre impulsos de car¨¢cter autom¨¢tico y estrategias de control.

La muestra que el artista presenta actualmente en Madrid, con una selecci¨®n de obras recientes, nos revela hasta qu¨¦ punto el alejamiento parcial de Giralt de nuestro panorama expositivo durante los ochenta no se corresponde, sino al contrario, con un estancamiento del propio trabajo.

Las telas y papeles reunidos en esta hermosa exposici¨®n nos hablan de la intimidad y firmeza de una apuesta que se ha mantenido con vigor, ajena al capricho variable de las modas, explorando y depurando la ruta marcada desde su propia tensi¨®n de lenguaje.

En su singular planteamiento de color, al tiempo suntuoso y voluntariamente duro en sus elecciones y asociaciones, en la ambivalencia sutil como establece, entre lo evocador y lo estrictamente visual, el recurso al collage, la obra ¨²ltima de Giralt alcanza una rara intensidad po¨¦tica.