El 'Gran Hotel' de Palma ser¨¢ en 1993 un centro cultural de proyecc¨ª¨®n espa?ola
El edificio moderniista dedicar¨¢ cerca de 2.000 metros cuadrados a exposiciones temporales
El Gran Hotel fue, hace muchos a?os, uno de los establecimientos m¨¢s prestigiosos de Palma de Mallorca. Todav¨ªa hay quien recuerda haberse paseado de ni?o por sus salones modernistas, ya en decadencia, pocos a?os antes, de que la burocracia carcomiera sus columnas y ocultara sus ornamentos. El edificio renacer¨¢ en enero de 1993 como un gran centro cultural. La Caixa ha destinado 1.500 millones de pesetas para la rehabilitaci¨®n y restauraci¨®n del hotel, que se convertir¨¢ en un espacio para exposiciones de proyecci¨®n espa?ola.
.El Gran Hotel, construido en Palma de Mallorca en 1902 seg¨²n planos del arquitecto modernista Llu¨ªs Dom¨¨nech Montaner (1850-1923), fue en su ¨¦poca uno de los hoteles m¨¢s luosos de la isla, ense?a del incipiente turismo y s¨ªmbolo del cosmopolitismo de los mallorquines ilustrados. Durante la guerra sirvi¨® de residencia de los soldados italianos que participaban en el conflicto y en los a?os siguientes el edificio fue desfigurado por sucesivas reformas que lo transformaron en un edificio de oficinas p¨²blicas, concretamente del Instituto Nacional de Previsi¨®n.La fachada fue recubierta con piedra nueva y todos los detalles, ventanales y columnas modernistas quedaron sellados bajo el nuevo rostro. Por esto, no es de extra?ar la inicial sor presa de los arquitectos encargados del proyecto, Pere Nicolau i Jaume Mart¨ªnez, cuando comprobaron, al iniciar las primeras catas, que gran parte de los elementos modernistas originales estaban intactos. Fuera por pereza o por un raro instinto de conservaci¨®n, ¨¦stos s¨®lo se hab¨ªan tapado con otros ele mentos d¨¦ f¨¢cil eliminaci¨®n. Exist¨ªan casi todos los ventanales y columnas aunque en el interior la disposici¨®n funcional provoc¨® que fueran derruidos los muros que separaban los salones y habitaciones originales.
La rehabilitaci¨®n del edificio se ha centrado en tres grandes ¨¢reas: el reforzamiento de la estructura del edificio -construido sobre pilares de madera y en un terreno por el que antes pasaba una riera-; la restauraci¨®n de la fachada, algunos de cuyos elementos tendr¨¢n que reconstruirse completamente, en especial la planta baja; y la recuperaci¨®n y adaptaci¨®n a los nuevos usos del interior. El objetivo es devolver al Gran Hotel su esplendor original, por lo que tambi¨¦n se ha iniciado el rastreo de los antiguos muebles y cuadros del edificio que, en parte, se colocar¨¢n en las nuevas estancias.
Espacios para tertulias
El centro, con una superficie de m¨¢s de 5.000 metros cuadrados, tendr¨¢ seis niveles y todas las; divisiones de las salas ser¨¢n de cristal para que se pueda apreciar la estructura b¨¢sica del antiguo hotel. En el s¨®tano se instalar¨¢ una peque?a sala de conferencias con . capacidad para 150 personas en la que tambi¨¦n podr¨¢n celebrarse proyecciones de cine o v¨ªdeo, as¨ª como servicios auxiliares. La planta, baja, la m¨¢s espectacular del recinto, constar¨¢ de una amplia entrada, un bar apto para tertulias y reuniones tranquilas, una librer¨ªa, y una sala de exposiciones temporales que comunica con un patio interior.
En la primera planta se ubica otra sala de exposiciones temporales -entre las dos suman casi 2.000 metros cuadrados-; y en la segunda y tercera planta se situar¨¢ la exposici¨®n de la colecci¨®n permanente de Hermenegild Anglada Camarassa que la entidad de ahorros adquiri¨® a los familiares del pintor catal¨¢n en 1988. La cuarta planta se destinar¨¢ al centro de investigaci¨®n y a las oficinas internas del centro.
"La restauraci¨®n del edificio es importante en s¨ª misma, pero adem¨¢s tenemos la intenci¨®n de convertirlo en un centro cultural que se integre en la sociedad isle?a y, al mismo tiempo, tenga importancia en el conjunto del pa¨ªs", indica Llu¨ªs Ramallo, director d¨¦ programas culturales de Fundaci¨® La Caixa. "Con todo, lo que diferenciar¨¢ a ¨¦ste de otros centros de la entidad es que. tendr¨¢ como eje fundamental la colecci¨®n Anglada Camarassa y el propio edificio que, en s¨ª mismo, tiene una gran importancia hist¨®rica y art¨ªstica. En consecuencia, se dedicar¨¢ b¨¢sicamente a recuperar desde un punto de vista muse¨ªstico todos los aspectos culturales relacionados con el fin de siglo, una l¨ªnea de exposiciones que queremos potenciar en el conjunto de la fundaci¨®n".
Para ejemplificar esta voluntad de actuaci¨®n, las exposiciones que inaugurar¨¢n el centro en enero de 1993 -coincidiendo con las fiestas de San Sebasti¨¢n, patr¨®n de Palma- presentar¨¢n el contraste entre dos pintores coet¨¢neos pero de estilos diferentes: Hermenegild Anglada Camarassa e Ignacio Zuloaga. Este tipo de exposi ciones se complementar¨¢, en el futuro, con otras hist¨®ricas, cient¨ªficas, literarias y, en mayor medida, de arte contempor¨¢neo. "Queremos demostrar en Palma que se pueden montar exposiciones de tama?o reducido con una calidad que justifique el viaje", indica Ramallo. "Algunas de las primicias de la fundaci¨®n se presentar¨¢n primero en este centro antes de exportarse a otras ciudades pero, tambi¨¦n, se programar¨¢n otras de alto nivel que s¨®lo se ver¨¢n en esta ciudad. No queremos que sea subsidiario de lo que se programa en Madrid y Barcelona, de hecho el Gran Hotel est¨¢ planteado como un centro de producci¨®n".
Cambio de proyecto
Pero al Gran Hotel, adquirido en 1987 por la entidad bancaria, le ha faltado poco para perder el tren de esta operaci¨®n de rescate. La nueva pol¨ªtica cultural de la Fundaci¨® La Caixa descarta las grandes inversiones en infraestructuras y prefiere actuar en actividades concretas de duraci¨®n limitada. "De hecho, el Gran Hotel supone el fin de una etapa de la entidad, ya que no se construir¨¢n nuevos centros en Espa?a por el momento", indica Ramallo.
A este cambio en la pol¨ªtica de la entidad hay que. a?adir el hecho de que en los ¨²ltimos a?os se han creado o est¨¢n en proceso de construcci¨®n cuatro nuevos centros culturales en Palma: Fundaci¨® Pilar 1 Joan Mir¨®, Centre de Cultura Sa Nostra, Centre Cultural Contemporani Pelaires y el peque?o museo de arte espa?ol contempor¨¢neo de la Fundaci¨®n Juan March. Tras el desembarco de Llu¨ªs Monreal en septiembre de 1990 al frente de la entidad, una de sus primeras decisiones fue, seg¨²n propia declaraci¨®n, cambiar completamente el proyecto del centro ya que no pod¨ªa paralizarlo. El anterior proyecto o duplicaba prestaciones que ya ofrec¨ªan otros centros o, simplemente, aglutinaba los servicios sociales de la entidad en un mismo edificio. La sala de exposiciones temporales era muy peque?a y el mayor espacio lo ocupaba -igual que ahora- la colecci¨®n Anglada.
La colecci¨®n Anglada
A. MEn 1988 la Caixa, que a lo largo de 75 a?os fue de Catalu?a y Baleares, compr¨® a la hija de Hermen¨¦gild Anglada Camarassa (Barcelona 1987-Mallorca 1959) la colecci¨®n de 79 ¨®leos y 125 dibujos, que junto a muebles y otros objetos decorativos, configuraban el Museo Anglada del puerto de Pollensa, al norte de Mallorca.
El gran pintor catal¨¢n estuvo por primera vez en la isla en 1914. En los a?os posteriores importantes pintores internacionales e insulares siguieron su senda art¨ªstica. A ¨¦l se inspira la llamada Escuela de Pollensa. Paisajista postimpresionista, que vivi¨® a caballo entre el modernismo y el Noucentisme, pronto adquiri¨® consideraci¨®n internacional. Transcurri¨® largas temporadas en Par¨ªs y tras la segunda guerra mundial regres¨® a Espa?a para fijar su residencia en Pollensa.
Cuando fue inventariada la colecci¨®n pict¨®rica, se comprob¨® el deterioro de las obras que hab¨ªan permanecido dos d¨¦cadas frente al mar, en un chal¨¦ sin una oportuna climatizaci¨®n. Ahora el grueso de la colecci¨®n ha sido restaurado por el equipo que dirige Rosario Alomar y se han tomado las medidas oportunas de conservaci¨®n hasta su instalaci¨®n definitiva en el Gran Hotel. Las piezas m¨¢s conocidas de la colecci¨®n son Valencia, El tango de la corona, El ¨ªdolo, Girasoles, Interior de music-hall, adem¨¢s de numerosos estudios y esbozos. Con los a?os, Anglada Camarassa modific¨® o retoc¨® varios de sus cuadros.
Babelia
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