La gran comedia italiana
Nanni Moretti es probablemente el hombre de cine m¨¢s conocido y celebrado actualmente -aunque no faltan a su alrededor detractores, pues sus pel¨ªculas con frecuencia escuecen a los conformistas contra quienes van dirigidas- de Italia. Pero en Espa?a apenas se sabe nada- de ¨¦l. La misa ha terminado es su primera obra estrenada aqu¨ª -aunque tiene ya seis a?os encima-, o al menos la primera que logra pasar la barrera de la complicidad.Y no es el cine de Moretti raro y minoritario, sino todo lo contrario: es de audiencia generalizada en Italia y otros pa¨ªses europeos, pues sus pel¨ªculas son, por lo general, alegres, ligeras y divertidas, que siguen fielmente las transparentes tradiciones saineteras de la comedia italiana heredera del neorrealismo y no complican la vida al espectador con originalidades formales de ning¨²n tipo, sino que van al grano directamente y con gran sencillez: Hacen re¨ªr a los m¨¢s, mientras dan algunos ba?os de ¨¢cido cr¨ªtico -casi siempre ben¨¦volo, pero en ocasiones con aut¨¦ntica mala uva- a los menos.
La misa ha terminado
Direcci¨®n: Nanni Moretti. Gui¨®n: Nanni Moretti y Sandro Petraglia. Italia, 1985. Int¨¦rpretes: Nanni Moretti, Ferruccio de Ceresa, Enrica Maria Budugno, Margarita Lozano. Estreno en Madrid: cine Bellas Artes, en versi¨®n original.
Sorpresa esc¨¢ndalo
Es La misa ha terminado una comedia muy cercana a nosotros, a nuestra sensibilidad. Habla de cosas pr¨®ximas, y casi todo lo que ocurre en ella podr¨ªa perfectamente o ocurrir aqu¨ª. Por eso mismo sorprende, y debiera escandalizar, que sea parte de una serie de pel¨ªculas completamente ignoradas por los mecanismos de distribuci¨®n de cine en Espa?a, que est¨¢n copados casi por completo por el cine de Hollywood, incluida la colecci¨®n de est¨²pidos engendros que escoltan a las (pocas) buenas pel¨ªculas que desde all¨ª nos mandan, engendros que hemos de tragar por fuerza, de acuerdo con la ley del embudo, mientras desconocemos el buen cine europeo, que no encuentra, salvo excepciones, salas donde exhibirse.El copo norteamericano expulsa por decreto de las carteleras a obras como las de este notabil¨ªsimo actor, escritor y director de cine italiano, que ha de colar casi clandestinamente una de sus pel¨ªculas en una sola sala madrile?a de las especializadas,en cine minoritario, cuando La misa ha terminado es ostensiblemente una comedia para mayor¨ªas, que est¨¢ tocada por la gracia personal¨ªsima del llamado estilo Moretti, que ya ha creado escuela en Italia e incluso se abre paso fuera de ella, pero que aqu¨ª sigue siendo desconocida por completo: una carencia, un vac¨ªo, no hace falta decir que vergonzoso.
Es La misa ha terminado un relato de aspecto costumbrista, un peque?o y bien urdido cuento ir¨®nico y moralizante sobre algunos aspectos de la vida italiana, que Moretti, actor, guionista y director, reconstruye con una gracia y una desenvol tura m¨¢s que notables. La pel¨ªcula, como todas las de Moretti, parece menor; pero es m¨¢s de lo que parece, pues detr¨¢s de ella est¨¢ la imaginaci¨®n de un genuino agitador social, que entretiene a la gente sin esfuerzo, gracias al magnetismo de su personalidad como actor y a su desparpajo para meter, como guionista y director, una buena dosis de vitriolo libertario por debajo de la aparente tranquili dad de la vida cotidiana en la Italia actual, que se parece a nuestra Espa?a de una manera a veces casi desconcertante. Es una muestra este filme de un cine de consumo noble y ¨²til, c¨¢si indispensable para que haya buena salud en una cinematograf¨ªa europea de hoy. En Italia, las pel¨ªculas de Moretti y de lo j¨®venes de su escuela crean ante las taquillas de los cines colas que hoy d¨ªa compiten en longitud con las que generan las opulentas superproducciones de Hollywood. La diferencia consiste en que, siendo su resultado comercial casi parejo en el mercado italiano, con el presupuesto de una de estas superproducciones norteamericanas se podr¨ªan hacer una docena larga de pel¨ªculas de Moretti y los suyos.
Desde hace una d¨¦cada, a?o tras a?o, este cineasta y sus disc¨ªpulos han dado vigor a la perdida capacidad de atracci¨®n popular del cine de su pa¨ªs. En Espa?a, s¨®lo Almod¨®var es autor de una haza?a parecida; pero si el caso del cineasta espa?ol es aqu¨ª aislado, casi solitario, no ocurre lo mismo en Italia, donde Moretti ha hecho una siembra sistem¨¢tica que comienza ya a dar una cosecha m¨¢s que estimable. De ah¨ª su doble ejemplaridad para el cine espa?ol: La misa ha terminado a?ade a su calidad como comedia el hecho impagable de que est¨¢ creando una s¨®lida, rica y provechosa tradici¨®n en la industria cinematogr¨¢fica italiana.
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