Ira de los moscovitas por la liberalizacion de precios
"?Canallas!", exclam¨® a mediod¨ªa de ayer una se?ora de unos 40 a?os y bien vestida ante uno de los mostradores de Yelis¨¦iev, la conocida tienda de la calle de Tsverskaia. Muchos moscovitas acudieron ayer a las tiendas a comprobar con sus propios ojos que la anunciada subida de los precios era real. "Pero c¨®mo es posible; en casa s¨®lo ganamos para 10 kilos de embutido!" protest¨® otra se?ora, mirando un salchich¨®n que llevaba puesto un precio de 96 rublos. En estos momentos, la pr¨¢ctica totalidad de los productos cuesta en la capital de la Federaci¨®n Rusa entre 10 y 20 veces m¨¢s que hace un a?o.
Oficiosamente se considera que la inflaci¨®n alcanz¨® en 1991 el 650%, aunque las fuertes subidas de los ¨²ltimos d¨ªas del a?o han podido aumentar esa cifra. Los grandes aumentos, a pesar de que se anunci¨® tres semanas atr¨¢s para el 2 de enero, en realidad se ha ido produciendo a lo largo de los ¨²ltimos d¨ªas del a?o, y ayer no hizo m¨¢s que culminar.Serguei, un empleado de un almac¨¦n del Estado situado cerca de la estaci¨®n de metro de Arbat, explicaba as¨ª la evoluci¨®n del precio de los pollos que estaba vendiendo: "Antes de la subida del 2 de abril pasado, se vend¨ªan a 2.60 rublos el kilo; hace tres o cuatro meses ya estaban a 16; luego los subimos a 20; la semana pasada val¨ªan 33 rublos y ahora los hemos puesto a 48". En menos de un a?o, por tanto, casi han multiplicado por 20 su precio.
Esta evoluci¨®n al alza se ha podido producir porque, aunque los precios no eran libres en las tiendas del Estado, sus responsables pod¨ªan recurrir a los denominados precios convenidos. As¨ª, durante meses, los estantes de las tiendas pod¨ªan estar, o bien vac¨ªos, o bien surtidos de productos "a precios convenidos". La posibilidad m¨¢s improbable, que hubiera en las tiendas productos a precios oficiales, tra¨ªa como consecuencia inmediata la consabida cola.
El vendedor Serguei justific¨® el aumento de precios con el argumento de todos los vendedores: "Los proveedores tambi¨¦n nos ponen a nosotros los pollos m¨¢s caros". Acept¨® que la gente estaba asustada y hu¨ªa mascullando improperios, "pero dentro de poco comprar¨¢n con normalidad", agreg¨®. Muchos rusos no est¨¢n tan de acuerdo con esa afirmaci¨®n y recuerdan que hasta el 2 de abril pasado los precios hab¨ªan permanecido estables durante d¨¦cadas, lo que hace psicol¨®gicamente muy dificil la adaptaci¨®n al desenfreno inflacionario. "Yo a esto no voy a poder acostumbrarme", coment¨® una se?ora de unos 50 a?os que estaba en las proximidades.
Por las nubes
El d¨ªa de ayer lo dedicaron mu chos moscovitas a comprobar con sus propios ojos que era cierto que los precios se estaban poniendo por las nubes. Era como un desfile de ciudadanos de cualquier edad superior a los 30 a?os que se dirig¨ªan decididos a los estantes, miraban los precios y se les quedaba en el rostro una expresi¨®n mezcla de sorpresa e ira."Habr¨ªa sido mejor no haber entrado", coment¨® un voz femenina en la puerta de Yelis¨¦iev, donde la cola de entrada y la de salida se entremezclaban entre apretujones. Ya dentro, Irina, tras lanzar al aire su sonoro "?canallas!", coment¨®: "En casa todav¨ªa queda algo de dinero. Ahora voy a comprar pan, pero no s¨¦ qu¨¦ va a pasar m¨¢s adelante". Otros productos b¨¢sicos que mantendr¨¢n precios controlados fueron los que en realidad subieron ayer de manera espectacular. El pan pas¨® de 60 o 70 k¨®pecks a precios situados en torno a los dos rublos. Eso es unas 10 veces lo que costaba hace un a?o. La leche, uno de los productos m¨¢s escasos en los ¨²ltimos tiempos, pudo ayer encontrarse en algunas tiendas a 3.60 rublos, tambi¨¦n 10 veces m¨¢s de lo que costaba hace un a?o.
"S¨®lo los extranjeros pueden comprar", mascull¨® una se?ora, que acababa de ver c¨®mo dos hombres de acento for¨¢neo acaban de adquirir un paquete de 200 gramos de queso por 42 rublos, que al cambio actual vienen a ser unas 35 pesetas. Esa cifra, que puede parecer irrisoria a un espa?ol, es sin duda elevada para gente que en diciembre ha cobrado a¨²n 400 o 500 rublos de sueldo mensual (menos de 500 pesetas) y que en enero recibir¨¢ 800 o 900 (entre 700 y 800 pesetas).
Los salarios oficiales se han multiplicado m¨¢s o menos por tres,(a primeros de a?o, el salario medio se situaba en torno a los 300 rublos), mucho menos que los precios. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n, por tanto, ha sufrido una fuerte merma en su poder adquisitivo y seguir¨¢ sufri¨¦ndola en los pr¨®ximos meses, aunque ya haya quien empieza a ganar fuertes sumas. El salario m¨ªnimo es desde este mes de 342 rublos y las pensi¨®n m¨ªnima, que tambi¨¦n ha subido el 90%, se situa en torno a los 250.
Sufrimiento necesario
El responsable de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno ruso, Y¨¦gor Gaidar, apareci¨® el mi¨¦rcoles por la noche en televisi¨®n para tratar de explicar a los rusos que sus padecimientos son necesarios para alcanzar un futuro mejor: "La reforma econ¨®mica, que hemos iniciado es el ¨²nico camino que podemos seguir, todos los dem¨¢s no son m¨¢s que la pr¨¢ctica de la pol¨ªtica del avestruz". En otro momento se pregunt¨®: "?A qu¨¦ Gobierno le puede gustar tomar una decisi¨®n como la que hemos adoptado? Pero no estamos actuando para gustar". Gaidar tuvo buen cuidado en subrayar que las medidas estaban plenamente avaladas por el presidente Bor¨ªs Yeltsin, que sigue siendo el pol¨ªtico ruso m¨¢s popular.
Tambi¨¦n el mi¨¦rcoles, el economista Nikolai Shmeliov coment¨® en un art¨ªculo que la liberalizaci¨®n de los precios era necesaria, lo que no le impidi¨® agregar que Yeltsin hab¨ªa lanzado la reforma como si se tratara de una operaci¨®n quir¨²rgica "sin anestesia". "Como el paciente" agreg¨®, "no tiene las manos atadas, ?qu¨¦ pasar¨¢ si toma un cuchillo y ataca al cirujano?".
[Por otra parte, se prev¨¦ que los precios se multipliquen por tres o por cinco en Bielorrusia a partir de hoy, excepto los precios de los alimentos b¨¢sicos, seg¨²n decisi¨®n adotada por el Gobierno de Minsk, informa France Presse.]
Yeltsin explica el capitalismo en provincias
El presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, prev¨¦ iniciar hoy una gira por diferentes ciudades de su federaci¨®n de rep¨²blicas para explicar en directo su pol¨ªtica, especialmente la reforma econ¨®mica que va a conducir el pa¨ªs hacia el capitalismo.Junto a la liberalizaci¨®n de los precios, el Gobierno ruso ha decidido llevar adelante de inmediato la privatizaci¨®n de buena parte de las empresas rusas. Seg¨²n el propio Yeltsin, durante 1992 ser¨¢n privatizadas al menos la mitad de la industria ligera, el comercio, la restauraci¨®n, la alimentaci¨®n y la construcci¨®n.
Tambi¨¦n de manera inmediata se va a llevar a cabo la reforma agraria, aprobada la ¨²ltima semana de diciembre. Seg¨²n el decreto firmado por el presidente ruso, los propietarios privados de tierras van a tener los mismos derechos que los propietarios colectivos y se establecen mecanismos para impedir que los suministradores de fertilizantes o maquinaria los boicoteen. El texto legal reconoce el derecho de los agricultores a comprar y vender tierras.
Supresi¨®n del d¨¦ficit
Otro aspecto determinante de la reforma econ¨®mica es la contenci¨®n del gasto p¨²blico. Por primera vez en a?os, Rusia ha elaborado un presupuesto equilibrado, aunque limita su vigencia a tres meses. La supresi¨®n del d¨¦ficit se ha logrado eliminando subvenciones a empresas obsoletas, reduciendo el n¨²mero de empleados p¨²blicos, suprimiendo las ayudas sociales que no son aprovechadas realmente por los necesitados y reduciendo los gastos militares.
Tambi¨¦n ha permitido hacer un presupuesto equilibrado la desaparici¨®n de subvenciones al partido comunista, seg¨²n ha, explicado el propio Yeltsin.
El ex ministro de Defensa y actual jefe de las Fuerzas Armadas de la Confederaci¨®n de Estados Independientes,Yevgueni Sh¨¢poshnikov, inici¨® ayer otra gira, en este caso por las diferentes ex rep¨²blicas de la URSS, en busca de un acuerdo sobre el futuro del Ej¨¦rcito. Su primera etapa ha sido Minsk, la capital de Bielorrusia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.