La informaci¨®n trucada
'Camarena: la guerra de las drogas', una pol¨¦mica mezcla de ficci¨®n y realidad
La informaci¨®n y el entretenimiento han sido durante a?os campos celosamente acotados en las grandes cadenas norteamericanas. Sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos, marcados por el goteo persistente de la audiencia, existen casos que muestran que esta frontera comienza a desvanecerse, en detrimento, se dice, de la credibilidad del periodismo televisivo. Camarena: la guerra de las drogas, un pol¨¦mico h¨ªbrido de ficci¨®n e informaci¨®n sobre el secuestro y asesinato en 1985, en M¨¦xico, del polic¨ªa norteamericano Enrique Camarena, es probablemente el caso m¨¢s ejemplar de esta confusi¨®n. El primer cap¨ªtulo de esta serie se emite este mi¨¦rcoles por TVE-1, a las 21.35.
Camarena: la guerra de las drogas no es un docudrama al uso. La participaci¨®n directa de los informativos de la cadena NBC, con sus reportajes y su m¨¢s acreditado presentador, Toni Brokaw, a?ade credibilidad a una producci¨®n que, en definitiva, y por fuerte que sea su anclaje en hechos reales, es s¨®lo una ficci¨®n.?ste ha sido precisamente el aspecto m¨¢s criticado, fuera y dentro del pa¨ªs. Para muchos profesionales del medio es un s¨ªntoma claro de que los informativos de las tres grandes cadenas, en esta era de austeridad y presiones en la que viven, est¨¢n entrando, con programas como ¨¦ste, despacio pero de forma irreversible, en un territorio inexplorado en el que una de las primeras bajas puede ser la autoridad disfrutada hasta el momento. "Bajo ninguna circunstancia se hubiera permitido usar reportajes de nuestros periodistas en un programa de ficci¨®n", afirm¨® con rotundidad en una entrevista Lawrence Grossman, que fue presidente de NBC News hasta agosto de 1988. Pero a esto es a lo que recurre Camarena, emitido en tres cap¨ªtulos en enero de 1990 en Estados Unidos.
Mestizaje
En un primer momento, el docudrama recuerda a una serie policiaca; con mucha menos trepidaci¨®n, eso s¨ª, que la usada en programas como Corrupci¨®n en Miami, aunque ambas series comparten el mismo productor, Michael Mann, el rey del estilizado crime show. En seguida el telespectador puede sentirse algo confuso cuando comienza a ver en la pantalla, junto a escenas rodadas con estilo de reportaje informativo, retazos de noticias sacados de los informativos reales e la NBC (concretamente del muy popular Nightly News with Tom Brokaw) en los que se facilitan noticias sobre la represi¨®n del narcotr¨¢fico.Pero el elemento m¨¢s controvertido de este mestizaje entre informaci¨®n y ficci¨®n fue sin duda el peque?o reportaje de 15 minutos que la NBC emiti¨® como ep¨ªlogo de cada episodio y en el que el presentador estrella de la cadena, Tom Brokaw, en un tono claramente laudatorio, explicaba desde un laboratorio de la DEA los esfuerzos y la-eficacia de esta organizaci¨®n para acabar con el narcotr¨¢fico.Esta peque?a pieza propagand¨ªstica, en la que tambi¨¦n. se comenta la implicaci¨®n de determinados Gobiernos con el narcotr¨¢fico, provoco una enfurecida reacci¨®n de protesta en M¨¦xico. En primer lugar, por el contenido "calumnioso y distorsionador", en palabras del embajador Gustavo Petricioli, de la miniserie respecto al pueblo entero de M¨¦xico y, sobre todo, por el espaldarazo de autoridad que la tesis de la ficci¨®n recib¨ªa de la colaboraci¨®n de los informativos de la NBC. En sus quejas ante Washington, las autoridades mexicanas citaron comentarios de Brokaw, los reporteros de la NBC y los especialistas invitados como "el producto de la m¨¢s absoluta ignorancia".Una cosa cierta es que Camarena, basada en el libro de Elaine Shannon Desesperados, funda su eficacia dram¨¢tica en la clara definici¨®n del bando de sus h¨¦roes y de sus villanos (por eso no se rod¨® en M¨¦xico). Enrique Kiki Camarena (interpretado por Steven Bauer, que fue un g¨¢nster cubano en la pel¨ªcula de Al Pacino Scarface) y los agentes de la DEA (el actor Treat Willian¨ªs, entre sus int¨¦rpretes), que se trasladan a Guadalajara para vengar su muerte y acabar su trabajo, tienen aureola de santidad: patri¨®ticos, ¨ªntegros, entregados a su trabajo hasta el sacrificio; del otro lado est¨¢n los corruptos oficiales federales y locales que obstaculizan su investigaci¨®n.
Para el productor de la serie, Camarena fue un m¨¢rtir de la lucha contra la droga, "v¨ªctima dela corrupci¨®n de los agentes del Gobierno mexicano", sobornados por los barones de la droga. Para una parte de la cr¨ªtica norteamericana, que no discute la historia revelada de Camarena, en esta guerra de las drogas ha habido otra importante baja: la credibilidad de los informativos.
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