El mot¨ªn de los nuevos descubridores
Los 23 marineros que dejaron las naos del V Centenario en Puerto Rico piden su readmisi¨®n
"Ya Col¨®n tuvo conflictos cuando vino por ac¨¢". El Nuevo D¨ªa, diario m¨¢s le¨ªdo de Puerto Rico, titulaba as¨ª ayer la cr¨®nica del abandono de 23 marineros de su puesto a bordo de La Pinta, La Ni?a y La Santamar¨ªa en la escala que realizaron el lunes las tres carabelas del V Centenario en el puerto puertorrique?o de Mayag¨¹ez. "El peri¨®dico m¨¢s antiespa?ol del pa¨ªs no ha querido hacer le?a del ¨¢rbol ca¨ªdo", reconoce un espa?ol residente en la isla.El mot¨ªn colombino, 500 a?os despu¨¦s de la expedici¨®n original, tuvo origen laboral: la decisi¨®n del comandante de la expedici¨®n, perteneciente a la Armada al igual que los otros mandos, Santiago Bol¨ªvar, de expulsar al marinero Juan Arnao por reiterados abandonos de la guardia. Tras conocer la expulsi¨®n, otros 22 marineros, contratados todos por la empresa Naves de ?poca -constructora tambi¨¦n de la hundida nao Victoria-, decidieron no embarcar en Mayag¨¹ez y dejar qu¨¦ los barcos se fueran hasta el vecino puerto de Boquer¨®n.
Las versiones del abandono difieren si se atiende a los mafineros al V Centenario. Seg¨²n la sociedad estatal, la reacci¨®n de los tripulantes fue ""una pataleta de la que no supieron medir las consecuencias". Seg¨²n los marineros, el caso Arnao s¨®lo fue la chispa final.
"Est¨¢bamos hartos de recibir el correo y la n¨®mina con semanas de retraso y bajamos de los barcos a discutir", dice, desde un hotel de Mayag¨¹ez, uno de los marineros en tierra. "En medio de la asamblea nos enteramos del despido de Arnao y decidimos tratarlo, sin dejamos impresionar por el anuncio de que los barcos se iban. Nosotros no abandonamos, fueron ellos quienes nos dejaron aqu¨ª"', concluye.
Ayer, todos quer¨ªan volver a los barcos. En la tarde del lunes, unos cuantos fueron a Boquer¨®n -a 20 kil¨®metros de Mayag¨¹ez- para intentar reengancharse, pero llegaron tarde. El comandante de la expedici¨®n no quiso aplazar la salida hacia Saint Thomas, una de las islas V¨ªrgenes, pr¨®xima escala de la expedici¨®n. Tan s¨®lo un marinero subi¨® a bordo: "Es comprensible, es un economista que va a hacer un master en Estados Unidos y, si lo deportan, no podr¨¢ entrar en el pa¨ªs en cinco a?os", justificaba ayer un portavoz de los marineros.
La espada de la deportaci¨®n se cierne ahora sobre los 22 marinos restantes. Perdida su condici¨®n de marineros, estos tripulantes, universitarios en su mayor¨ªa, han perdido su permiso de residencia y EE UU puede enviarles a casa en el primer avi¨®n.
Ayer tarde, los amotinados pensaban acudir a Saint Thomas para solicitar al comandante Bol¨ªvar su readmisi¨®n. En la Sociedad Estatal para el V Centenario no sab¨ªan qu¨¦ decisi¨®n adoptar¨ªa Bol¨ªvar. "Es cosa suya, pero un barco no es el metro, para salir y entrar a placer", se?al¨® un portavoz.
Seg¨²n fuentes del consulado espa?ol en Puerto Rico, Francisco Monsalvete, director de Naves de ?poca, reclutaba ayer en Espa?a nuevos tripulantes. Mientras, La Pinta surcaba el Caribe con s¨®lo dos marineros a bordo. Las insurrecciones en una carabela con motores son m¨¢s llevaderas.
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