Quayle intenta sin ¨¦xito facilitar al presidente el inicio de la campa?a electoral
El presidente norteamericano, George Bush, casi totalmente recuperado de su ligera afecci¨®n en Tokio, iniciar¨¢ el pr¨®ximo, mi¨¦rcoles su campa?a para la reelecci¨®n con una visita a New Hampshire. En febrero, se celebran en este Estado las elecciones primarias en las que, por primera vez, medir¨¢n fuerzas los distintos aspirantes a la Casa Blanca. Ser¨¢ una buena ocasi¨®n para que Bush demuestre que tiene salud suficiente para impulsar el reclamado crecimiento de la econom¨ªa estadounidense. El vicepresidente Dan Quayle pas¨® los dos ¨²ltimos d¨ªas como avanzadilla en New Hampshire tratando de allanar el camino a Bush, pero tuvo tan poco ¨¦xito como en misiones anteriores.Quayle invirti¨® la mayor parte de su tiempo tratando de convencer a la poblaci¨®n del Estado de que el presidente se encuentra plenamente recuperado y de que no existe ninguna posibilidad de que se retire de la carrera por la reelecci¨®n. El vicepresidente asegur¨® que "en ning¨²n momento" se le pas¨® por la cabeza asumir la presidencia al conocer la enfermedad que aquejaba a Bush, pero a?adi¨® que, si tuviera que hacerlo, est¨¢ "preparado" para desempe?ar ese cargo.
No piensa lo mismo la poblaci¨®n de New Hampshire, donde un 71 % opina, seg¨²n una encuesta local, que Quayle no re¨²ne las cualidades necesarias para ejercer la presidencia.
Tratando de responder a las expectativas de recuperaci¨®n econ¨®mica de la poblaci¨®n, Quayle fue tan vago que ray¨® en la ignorancia: "Estoy convencido de que la econom¨ªa mejorar¨¢, pero no puedo decirles cu¨¢ndo, qu¨¦ semana o qu¨¦ d¨ªa".
New Hampshire ser¨¢ una dura prueba para Bush. En ese Estado del noreste la crisis lleg¨® antes y caus¨® m¨¢s da?o que en otras regiones. All¨ª, el resentimiento contra la pol¨ªtica de la Administraci¨®n est¨¢ bastante arraigado y se presta m¨¢s f¨¢cilmente o¨ªdos a los mensajes proteccionistas y conservadores del rival de Bush en las filas republicanas, Pat Buchanan.
Discurso populista
Buchanan, un comentarista pol¨ªtico que entr¨® en la competencia electoral hace apenas un mes, ha visitado en varias ocasiones New Hampshire con un discurso populista centrado en la idea de defender los productos y a los productores norteamericanos frente a la competencia extranjera, principalmente japonesa.Bush intentar¨¢ convencer a los electores de que ese problema est¨¢ ya resuelto gracias al acuerdo firmado ayer en Tokio con el Gobierno nip¨®n. "Esto equivale a puestos de trabajo para los norteamericanos", dijo el presidente en una conferencia de prensa. Sin embargo, distintas fuentes de la industria norteamericana lo consideran insatisfactorio. El presidente de la compa?¨ªa de autom¨®viles Chrysler, Lee Iacocca, calcul¨® que el compromiso conseguido por Bush permitir¨¢ la venta de 20.000 coches de EE UU en Jap¨®n en el a?o 1994. "No parecen muchos coches", dijo.
La visita de Bush a New Hampshire ser¨¢ tambi¨¦n la primera prueba de c¨®mo los problemas de salud influir¨¢n en la campa?a para las elecciones presidenciales de noviembre pr¨®ximo. Desde que se desmay¨® en el banquete oficial ofrecido por el primer ministro japon¨¦s, Kiichi Miyazawa, ninguno de los candidatos dem¨®cratas se ha referido al tema. Bush afirm¨® en Tokio que, si lo hacen, se les volver¨¢ en su contra."?Creen ustedes que s¨®lo los viejos tienen gripe? Estoy seguro que tambi¨¦n los dem¨®cratas sufren alguna gripe de vez en cuando", contest¨® el presidente, de 67 a?os, cuando se le pregunt¨® si su salud resistir¨¢ los 10 meses de campa?a.
Los dem¨®cratas tienen por ahora su propia batalla por librar de cara a las primarias de New Hampshire. Antes incluso de esa prueba, ya se ha ca¨ªdo de las listas de precandidatos el gobernador de Virginia, Douglas Wilder, que era el ¨²nico negro en la carrera electoral. S¨®lo quedan ya cinco aspirantes -Bill Clinton, Tom Harkin, Bob Kerry, Paul Tsongas y Jerry Brown-, de los que, probablemente, dos o tres quedar¨¢n fuera de toda posibilidad tras estas primarias.
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