El peligro nuclear en una CEI inestable
Preocupaci¨®n occidental por el destino de 15.000 cabezas t¨¢cticas en 15 rep¨²blicas
SOLEDAD GALLEGO-D?AZ ENVIADA ESPECIAL La pol¨¦mica sobre el futuro del Ej¨¦rcito de la disuelta Uni¨®n Sovi¨¦tica no afecta para nada al control unificado del armamento nuclear, que est¨¢ en manos de la recientemente creada Comunidad de Estados Independientes (CEI), seg¨²n aseguraron ayer fuentes militares rusas. El acuerdo al que llegaron los jefes de Estado de las 11 rep¨²blicas integradas en la CEI -que en la pr¨¢ctica deja absolutamente todo el control en manos de las autoridades de Rusia- sigue en pie y nadie lo ha puesto en duda, insistieron las fuentes.
Expertos occidentales consideran que ese control es satisfactorio en cuanto al armamento de car¨¢cter estrat¨¦gico o de largo alcance (instalado s¨®lo en Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajst¨¢n) y problem¨¢tico en el caso del t¨¢ctico o de corto alcance (repartido por los 15 pa¨ªses que formaron la URSS, incluidos Estonia, Letonia, Lituania y Georgia, que no forman parte de la CEI).Para mejorar el control de las armas t¨¢cticas, prosiguen a toda marcha los planes para rescatar las cabezas at¨®micas y trasladarlas a territorio ruso, bien para su posterior destrucci¨®n, bien para un nuevo destino. De las 27.000 cabezas nucleares con que se estima que contaba el Ej¨¦rcito Rojo, aproximadamente 12.000 pod¨ªan estar destinadas a fuerzas estrat¨¦gicas (misiles de largo alcance, submarinos, buques de guerra y bombarderos), capaces de llegar a territorio de Europa occidental y de Estados Unidos. Las otras 15.000 formaban parte del arsenal t¨¢ctico (misiles de corto alcance, granadas para mortero, proyectiles para piezas de artiller¨ªa y minas).
Los sistemas de control de unas y otras parecen ser -o haber sido hasta hace muy poco- distintos. En cualquier caso, todas las cabezas nucleares est¨¢n numeradas y censadas, y las autoridades rusas pueden saber exactamente d¨®nde se encuentra cada una. Las unidades militares que poseen este tipo de armamento dependen ahora directamente del denominado comandante en jefe de la CEI, es decir del general Yevgueni Sh¨¢poshnikov.
Todas las armas nucleares est¨¢n, pues, al margen del Gobierno y de las Fuerzas Armadas que existan o puedan crearse en la rep¨²blica concreta en la que se encuentren ubicadas. Es decir, en el caso de las cabezas t¨¢cticas almacenadas en Georgia (si es que ya no han sido retiradas y repatriadas a Rusia), han permanecido durante todo el tiempo que ha durado la reciente guerra civil bajo el control de tropas rusas, controladas a su vez por el propio Sh¨¢poshnikov.
Malet¨ªn con dos maletines
El teniente general Yuri Kardashevski explic¨® recientemente en la revista Argumenti i Facti en qu¨¦ consiste el control del armamento nuclear estrat¨¦gico, es decir, el que m¨¢s interesa a Occidente. El famoso malet¨ªn negro que pose¨ªa Mija¨ªl Gorbachov y que ahora est¨¢ en manos del presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, tiene dos maletines anejos: uno estaba en poder del ministro de Defensa de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (cargo que ahora no existe, por lo que ha sido entregado al general Sh¨¢poshnikov) y otro estaba destinado al general jefe del Alto Estado Mayor sovi¨¦tico.
Seg¨²n la, entrevista concedida el pasado d¨ªa 4 por Sh¨¢poshnikov a la agencia Interfax, ese tercer malet¨ªn se encuentra ahora "en la reserva", lo que s¨®lo puede significar que lo posee Yeltsin o ¨¦l mismo, a la espera de poder entregarlo a un nuevo jefe del Alto Estado Mayor reconocido formalmente por la CEI.
Kardashevski explica que cada malet¨ªn contiene un sistema de c¨®digo cifrado en el que se atribuye una clave distinta a cada una de las cabezas destinadas a fuerzas estrat¨¦gicas. En caso de necesidad -asegura el teniente general-, el presidente transmite al ministro de Defensa la clave del arma que pretende utilizar (supongamos que es un n¨²mero, el 153). El ministro de Defensa localiza en su propio sistema de c¨®digos dicha cabeza at¨®mica, le a?ade su propia clave (otros tres d¨ªgitos, por ejemplo) y comunica el resultado al jefe del Alto Estado Mayor, que repite el procedimiento y a?ade otras tres cifras.
S¨®lo entonces se traslada la orden a la instalaci¨®n en la que se encuentra la bomba, protegida por un sistema informatizado que no se desbloquea si no recibe la clave completa. En el mejor de los casos, todo el proceso demorar¨ªa entre 15 y 20 minutos.
Est¨¢, pues, claro que los presidentes de Ucrania, Bielorrusia y Kazajst¨¢n no tienen ninguna posibilidad. de acceder al armamento estrat¨¦gico instalado en su territorio y que Rusia no tiene la menor intenci¨®n de proporcionarles ni la m¨¢s m¨ªnima parte de las claves correspondientes. Lo m¨¢ximo que han llegado a obtener los presidentes de estos tres pa¨ªses ha sido una declaraci¨®n ret¨®rica por parte de la CEI (utilizada como pantalla de Rusia), seg¨²n la cual ser¨ªan consultados o informados previamente de cualquier utilizaci¨®n de las armas nucleares. Lo ¨²nico que queda en mano de los tres jefes de Estados es, en todo caso, ser¨ªa negarse en el futuro a que ese armamento salga de su territorio y se traslade al de la Federaci¨®n Rusa. Todas las garant¨ªas existentes en el caso de las armas nucleares de largo alcance se vuelven incertidumbres cuando se trata de las t¨¢cticas. El teneniente general Kardashevsky no ayuda a despejar plenamente las inc¨®gnitas sobre su sistema de control. Se limita a explicar que "en un pasado no lejano" no exist¨ªa en este tipo de armas un procedimiento de claves semejante. Sugiere que cada comandante de un distrito militar dotado de cabezas at¨®micas de corto alcance pose¨ªa en su caja fuerte una simple colecci¨®n numerada de sobres sellados.
El riesgo de 'exportaci¨®n' at¨®mica
La preocupaci¨®n de Occidente respecto a la situaci¨®n de las armas at¨®micas en las ruinas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica no estriba tanto en el hecho de que las cabezas at¨®micas puedan ser utilizadas en enfrentamientos entre las nuevas rep¨²blicas (dado que est¨¢n controladas directamente por tropas rusas) como en la eventual posibilidad de que, mediante pago de grandes cantidades de dinero, alguna de ellas pueda desaparecer y llegar a manos de un pa¨ªs tercero, especialmente isl¨¢mico.Las autoridades militares rusas aseguran que eso es imposible, pero los expertos estiman que no se puede garantizar el destino de tal n¨²mero de armas y con una dispersi¨®n tan enorme.
Un semanario egipcio, citado por la prensa rusa, asegur¨® por ejemplo la semana pasada que Ir¨¢n hab¨ªa adquirido "tres cargas nucleares" en una de las rep¨²blicas isl¨¢micas ex sovi¨¦ticas (sin especificar) mediante pago de 130 millones a 150 millones de d¨®lares que se ingresan en una cuenta de Luxemburgo.
Lo m¨¢s preocupante no es la historia egipcia (sin fuentes ni datos ciertos), sino que el diario Pravda apostillara que "aunque es dif¨ªcil saber la verdad, resulta veros¨ªmil". El Gobierno de Tayikist¨¢n, en el Asia Central, ha tenido que desmentir por su parte la noticia distribuida por su propia agencia local, seg¨²n la cual el pa¨ªs contaba con una planta de enriquecimiento de uranio y con nuevos yacimientos de este mineral recientemente descubiertos. En teor¨ªa, la rep¨²blica isl¨¢mica iba a obtener ingresos en divisas ofreci¨¦ndose a vender combustible nuclear a quien se lo solicitara.
Sin embargo, no todo son bulos. La fiscal¨ªa italiana ha abierto recientemente una investigaci¨®n sobre una operaci¨®n de contrabando de una peque?a cantidad de plutonio procedente de territorio ex sovi¨¦tico y realizada, al parecer, por un hombre de negocios suizo.
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