Espa?a tiene el n¨²mero de estudiantes de carreras t¨¦cnicas m¨¢s bajo de la Comunidad Europea

Espa?a tiene el ¨ªndice m¨¢s bajo de estudiantes de carreras t¨¦cnicas de la CE, la cual, a su vez, no resiste la comparaci¨®n en este ¨¢mbito con Jap¨®n y Estados Unidos. Este d¨¦ficit es uno de los datos recogidos en un documento que Educaci¨®n ha enviado, a los rectores y presidentes de los consejos sociales de las universidades para abrir el di¨¢logo sobre el informe marco que determinar¨¢ la programaci¨®n de las universidades hasta el a?o 2000. Tal informe se concluir¨¢ en junio pr¨®ximo seg¨²n anunci¨® ayer el ministro Javier Solana.

De acuerdo con los datos del documento ministerial, la proporci¨®n de estudiantes de ingenier¨ªa y tecnolog¨ªa en las universidades espa?olas es aproximadamente de un 16%, frente al 19% por t¨¦rmino medio de un grupo de pa¨ªses compuesto por Grecia, Irlanda, Italia y Portugal, y un 20% en los restantes Estados de la CE. Tambi¨¦n es inferior la proporci¨®n de los estudiantes espa?oles del ¨¢rea de ciencias de la salud, aunque singularmente en enfermer¨ªa, pero no en la carrera m¨¦dica, seg¨²n precis¨® el ministro Solana.Exceso de juristas

Por el contrario, el porcentaje de los que cursan ciencias jur¨ªdicas y sociales en Espa?a sobrepasa al de cualquier otro pa¨ªs comunitario: m¨¢s de un 40% en nuestras universidades, frente al 35% del citado grupo de cuatro pa¨ªses y el 29% de aquellos que tienen un mayor nivel de desarrollo como Francia, Reino Unido o Alemania. Igualmente es mayor el porcentaje de estudiantes de ciencias econ¨®micas, que se sit¨²a alrededor del 7% en Espa?a y no llega al 5% en las universidades del resto de la Comunidad Europea. La proporci¨®n de los estudiantes de humanidades es semejante en toda la CE.

Corregir el d¨¦ficit de titulados en carreras t¨¦cnicas y la desproporci¨®n entre el n¨²mero de alumnos de estudios de ciclo largo (licenciaturas, e ingenier¨ªas superiores) frente a los de carreras cortas (diplomaturas, ingenier¨ªas t¨¦cnicas, enfermer¨ªa, etc¨¦tera), que es del 70% y el 30% respectivamente en la actualidad, son algunos de los objetivos que la Administaci¨®n central desea conseguir con la nueva programaci¨®n.

En su di¨¢logo con cada una de las universidades dependientes de su gesti¨®n directa y, simult¨¢neamente, con los responsables de la pol¨ªtica universitaria en las comunidades aut¨®nomas con competencias plenas, el ministerio sugerir¨¢ la conveniencia de que la oferta de ense?anzas nuevas se ajuste al menos a los siguientes criterios: "Los recursos existentes y su distribuci¨®n territorial; la demanda de titulados por parte del mercado de trabajo; la demanda estudiantil y las tendencias socioculturales y cient¨ªficas emergentes".

Nominalismos

No obstante, al referirse a las propuestas de ense?anzas que te¨®ricamente responden a las "necesidades del entorno productivo", el ministerio advierte sobre el riesgo de "caer en espejismos nominalistas".

El ministro confirm¨® que se ha calculado el coste de la financiaci¨®n de la reforma de las ense?anzas universitarias de aqu¨ª al a?o 2000 en unos 60.000 millones de pesetas.

Uno de los efectos del di¨¢logo que el ministerio va a mantener con los responsables de las diversas comunidades acad¨¦micas ser¨¢ la elaboraci¨®n definitiva del mapa de la oferta universitaria.

El documento distingue entre ense?anzas de "demanda generalizada" (Derecho, Econ¨®micas, Empresariales, Industriales ... ) y las de "demanda limitada", que el texto oficial no ejemplifica. En cualquier caso, el ministerio dice a las universidades (a las que recomienda que tiendan a una cierta especializaci¨®n, lo que contribuir¨¢ a reforzar las se?as de identidad de cada una) que "Parece razonable que cada universidad s¨®lo implante nuevos estudios de demanda limitada en aquellas ¨¢reas tem¨¢ticas en que quiera especializarse".

La garant¨ªa de que se va a contar con el profesorado adecuado constituye otro criterio que el ministerio considera que debe ponderarse cuando se estudie la implantaci¨®n de nuevas ense?anzas. Solana admiti¨® incluso la posibilidad de que el ministerio compense econ¨®micamente la supresi¨®n de algunas ense?anzas en beneficio de la creaci¨®n de otras, e insisti¨® en la primac¨ªa que se dar¨¢ a las de ciclo corto.

El ministro dijo que las ofertas de empleo que recogen los grandes diarios nacionales revelan una preferencia por los titulados de carreras cortas y que los ¨ªndices de empleo de titulados confirman este extremo.