La polic¨ªa duda de su capacidad para impedir que los etarras act¨²en en Barcelona antes de los JJ OO

Los dos atentados del comando itinerante de ETA en Barcelona han causado una profunda preocupaci¨®n en la c¨²pula policial de la capital catalana, que duda de poder frenar la escalada que se avecina a seis meses de la inauguraci¨®n de los JJ OO. Tambi¨¦n han devuelto el temor a los responsables de la organizaci¨®n y del ¨¦xito de los juegos. La eficacia del comando es aplastante: en poco m¨¢s de tres semanas, dos atentados en Barcelona con el resultado de tres muertos: dos polic¨ªas nacionales y un comandante del Ej¨¦rcito del Aire.El ¨²ltimo se perpetr¨® el pasado 8 de enero, cuando se acababa de cruzar la frontera psicol¨®gica del a?o ol¨ªmpico. Y ese hecho ha contribuido a agravar la sensaci¨®n de alarma. La prensa extranjera ya ha empezado a interesarse por la presencia del nuevo comando etarra en Barcelona. Los ciudadanos est¨¢n realizando decenas de llamadas telef¨®nicas a la Polic¨ªa y la Guardia Civil para proporcionar pistas. Tantas, que un alto cargo policial manifiesta que si la psicosis no cesa pueden Regar a bloquear el trabajo. Casi todos los avisos se comprueban.

La desarticulaci¨®n de un comando en Barcelona es una tarea "tremendamente dif¨ªcil y compleja", seg¨²n la polic¨ªa, por las caracter¨ªsticas de una ciudad como ¨¦sta. En el, supuesto de que se pueda detener a sus integrantes en el plazo de tres o cuatro meses, los etarras pueden haber cometido para entonces hasta tres atentados m¨¢s. "?Qu¨¦ va a pasar entonces? Si no se impone la calma y la serenidad, esto ser¨¢ un caos?" se?ala la misma fuente, que hace expl¨ªcita referencia a la negativa repercusi¨®n en la prensa internacional.

Tras la desarticulaci¨®n del comando Barcelona, en mayo de 1991, y la ca¨ªda de los etarras Joan Carles Monteagudo y Juan F¨¦lix Erezuma, 24 horas despu¨¦s del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic, la organizaci¨®n de los JJ OO pareci¨® entrever un futuro tranquilizador. Pero el sosiego no ha durado siquiera medio a?o. La sensaci¨®n de que ETA puede golpear de nuevo para aprovechar la privilegiada caja de resonancia internacional que supone la cita ol¨ªmpica constituye un temor omnipresente entre los dirigentes del proyecto Barcelona 92.

Un temor al que no es ajena la c¨²pula del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), desde su cuartel general en Lausana (Suiza). Fuentes pr¨®ximas al presidente de dicho organismo, Juan Antonio Samaranch, no ocultan la preocupaci¨®n del m¨¢ximo dirigente ol¨ªmpico por el incremento de las acciones terroristas de ETA en Barcelona.

El plan director de la seguridad de los JJ OO ha previsto hasta el ¨²ltimo detalle para proteger las instalaciones deportivas y a la familia ol¨ªmpica. El documento incluye un extenso programa para extremar la vigilancia de todos los puntos sensibles: aeropuerto, puerto, estaciones accesos, vigilancia del espacio a¨¦reo o accesos a Barcelona y subsedes, entre muchos otros. La monta?a de Montju?c, s¨ªmbolo de los JJ OO, se somete diariamente desde hace meses a un f¨¦rreo control. Hasta sus cloacas son revisadas cada d¨ªa.

Plan intachable

Mandos de distintos cuerpos policiales consideran que el plan es intachable, pero dicen tener datos para afirmar que ETA puede seguir atentando contra la Barcelona ol¨ªmpica hasta poco antes de los JJ OO. "Aunque la gente no lo entienda, una cosa es el plan de seguridad y otra cosa que ETA mate en la calle", se?al¨® un cargo policial, para quien la escalada en los meses previos a los JJ OO ya estaba prevista. La esperanza se centra en conseguir tranquilidad total durante los juegos.

"Cuando se celebren, ni se atrever¨¢n a acercarse", pronostican los responsables.

El comando itinerante de ETA, integrado por Jos¨¦ Luis Urrusolo Sistiaga y Juan Jes¨²s Narv¨¢ez Go?i, alias Pajas, mat¨® a bocajarro a dos polic¨ªas cuando entraban en un comercio el pasado 13 de diciembre y el pasado mi¨¦rcoles seg¨® a tiros la vida de un comandante e hiri¨® gravemente a un soldado, en un veh¨ªculo militan Miembros de la lucha antiterrorista sostienen que la direcci¨®n de ETA pidi¨® a Urrusolo, un activista hist¨®rico entonces inactivo, la creaci¨®n de un comando m¨®vil para que golpeara en Barcelona.

En su trayectoria en ETA, Urrusolo siempre se ha mostrado reacio a disponer de un comando de apoyo. La polic¨ªa le tienne por un activista capacitado para buscar su propia informaci¨®n antes de cometer atentados. Sin embargo, existe la impresi¨®n de que el comando ha podido utilizar una parte de la infraestructura -alg¨²n piso y alg¨²n colaborador catal¨¢n- que no fue localizada tras la ca¨ªda de Erezuma y Monteagudo.

Pero eso no es ¨®bice para que se admita que el grado de eficacia -y tambi¨¦n de riesgo- es muy alto. Y que la constante movilidad del grupo ofrece a la vez mayor dificultad para desarticularlo.