Un tribunal de La Habana condena a muerte a tres acusados de terrorismo
Los tres cubanos exiliados en Miami detenidos recientemente tras infiltrarse en la isla caribe?a fueron condenados ayer a muerte por un tribunal de La Habana, que les encontr¨® culpables de los delitos de terrorismo, sabotaje y propaganda enemiga. Los condenados pueden recurrir contra la sentencia, hasta su confirmaci¨®n definitiva, que corresponde al Consejo de Estado, que preside Fidel Castro. El n¨²mero dos del r¨¦gimen cubano, Ra¨²l Castro, asegur¨® el viernes que Cuba "restablecer¨¢, si es necesario, los tribunales revolucionarios".
Eduardo D¨ªaz Betancourt, Daniel Candelario Santovenia y Pedro de la Caridad Alvarez fueron detenidos el 29 de diciembre pasado en la coste norte de Cuba poco despu¨¦s de desembarcar de un peque?o bote con armas y explosivos. Durante las siete horas que dur¨® el juicio, el fiscal dijo que los tres hab¨ªan confesado pertenecer a "organizaciones terroristas" del exilio cubano con base en Estados Unidos. La pena de muerte se aplica en Cuba, por fusilamiento.Ra¨²l Castro afirm¨® que la responsabilidad por el asesinato de tres, polic¨ªas el jueves pasado es compartida por los c¨ªrculos econ¨®micos y pol¨ªticos anticastristas norteamericanos, que "favorecen la deserci¨®n y la traici¨®n", y por los "grup¨²sculos que en el interior de Cuba" se prestan a la "estrategia contrarrevolucionaria del imperialismo".
"Este crimen horrible no se habr¨ªa perpetrado", dijo el ministro, "si el Gobierno de EE UU no acogiese como h¨¦roes y no diese refugio a todos los parias, los ap¨¢tridas, los aventureros, la carro?a o los vulgares asesinos" que llegan de Cuba. "Que todos los contrarrvolucionarios del interior y del exterior sepan que quien a hierro mata a hierro muere, que esos tipos de Miami que reclutan la carne de ca?¨®n y azuzan a la gusanera [anticastristas] del interior con emisiones de radio sepan que no dudaremos en restablecer, si es necesario, los tribunales revolucionarios".
Se trataba de una referencia a los juicios sumarios del comienzo de la revoluci¨®n castrista, en los que frecuentemente se dictaban sentencias de altas penas de prisi¨®n e incluso de muerte contra torturadores, traidores y colaboradores del r¨¦gimen de Fulgencio Batista y "contrarrevolucionarios".
Los tres polic¨ªas cuyo funeral se celebr¨® el viernes resultaron muertos el jueves, en la base naval de Tarara, a 15 kil¨®metros de La Habana, por unos individuos que intentaban robar una lancha para huir del pa¨ªs hacia Florida. Los cuerpos fueron hallados con manos y pies atados, mientras que un cuarto agente, al parecer dejado por muerto, sufri¨® heridas graves.
El asesinato produjo un tremendo choque entre la poblaci¨®n cubana. Desde el jueves por la noche, millares de personas desfilaron ante los f¨¦retros de las v¨ªctimas, en la plaza de la Revoluci¨®n, antes incluso de las obsequias oficiales en el pante¨®n de las Fuerzas Armadas del cementerio de Col¨®n.
El jefe del Estado, Fidel Castro, no estuvo presente en la ceremonia, a la que asisti¨® una multitud. "Las fotograf¨ªas de nuestros camaradas muertos, tiroteados a quemarropa, muestran la cara perversa y sin piedad de la contrarrevoluci¨®n", a?adi¨® el ministro.
Ofensiva contra la oposici¨®n
Fuentes diplom¨¢ticas occidentales consideran sus palabras como un indicio de que el r¨¦gimen se est¨¢ planteando una ofensiva en regla contra la oposici¨®n interna, los disidentes pol¨ªticos, los criminales y quienes intentan salir ilegalmente del pa¨ªs.Ra¨²l Castro precis¨® que una vuelta a Cuba del capitalismo y el imperialismo es impensable mientras en el pa¨ªs se mantenga el liderazgo de su hermano, Fidel. Y a?adi¨®: "No ocurrir¨¢ ni despu¨¦s ni nunca. No dejaremos ni un minuto de preparamos para la guerra de todo el pueblo, que s¨®lo puede terminar con nuestra victoria".
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