Isabel II cede sus 'Mantegnas' para una gran exposici¨®n dedicada al artista
Andrea Mantegna ser¨¢ una de las grandes novedades art¨ªsticas de este a?o. Casi cinco siglos despu¨¦s de su muerte, la obra del pintor renacentista ha sido reunida por primera vez en una exposici¨®n excepcional. La muestra, que ser¨¢ inaugurada ma?ana en la Royal Academy of Arts de Londres y viajar¨¢ en verano al Metropolitan Museum de Nueva York, incluye su obra m¨¢xima, Los triunfos de C¨¦sar, nunca exhibida desde 1659.
Los triunfos de C¨¦sar, un espectacular conjunto de nueve lienzos, pertenece a la reina Isabel II de Inglaterra. Fue pintado entre 1486 y 1506, a?o de la muerte del artista, y su delicad¨ªsimo estado de conservaci¨®n impedir¨¢ que viaje a Nueva York. El 5 de abril, cuando termine la muestra en la Royal Academy y el resto de los cuadros sea trasladado al Metropolitan neoyorquino, Los triunfos volver¨¢ al silencio de Hampton Court, una de las residencias reales.
Mantegna, nacido alrededor de 1430 en la ciudad italiana de Mantua, fue durante 46 a?os el pintor de c¨¢mara de la familia espa?ola Gonzaga, dirigente en el ducado. A su muerte, Los triunfos fue exhibido en numerosas ceremonias, algunas celebradas a la intemperie, y estaba ya seriamente da?ado cuando el rey Carlos I de Inglaterra y lo compr¨® en 1629 y lo llev¨® a Londres. Tras la revoluci¨®n de Oliver Cromwell, la colecci¨®n real fue liquidada, con la excepci¨®n de Los triunfos. El l¨ªder republicano, admirador de C¨¦sar y de la excepcional composici¨®n de Mantegna, orden¨® que fuera depositado en Hampton Court, donde ha permanecido hasta ahora.
Nubio repintado
Una serie de desafortunadas restauraciones, efectuadas a lo largo de los siglos XVIII y XIX, han dejado una indeseable huella en el conjunto: un esclavo nubio, obviamente negro, fue repintado como blanco; los colores rojos fueron repasados en ¨®leo en lugar de t¨¦mpera y destacan hoy d¨ªa sobre las dem¨¢s tonalidades; los omnipresentes dorados de Mantegna desaparecieron casi por completo. En 1930 fue necesario practicar una dr¨¢stica operaci¨®n de salvamento, sumergiendo los lienzos en cera parafinada para evitar su destrucci¨®n.
Finalmente, en 1962, el restaurador John Brealy (que m¨¢s tarde se ocup¨® de limpiar Las Meninas, de Vel¨¢zquez, en el Prado) consigui¨® retirar la oscuridad de la parafina, devolver la piel negra al nubio y resucitar una obra agonizante. Uno de los nueve lienzos, Los cautivos, est¨¢, sin embargo, tan da?ado que no puede ser exhibido.
El gancho de Los triunfos facilit¨® la cesi¨®n del resto de las obras de Mantegna, dispersas por museos de todo el mundo: Par¨ªs, Nueva York, Florencia, S?o Paulo, Berl¨ªn. La adoraci¨®n de los pastores, Ecce homo, la serie sobre mitolog¨ªa (Marte y Diana, Los trabajos de H¨¦rcules, etc¨¦tera), los retratos de los Gonzaga y otros personajes est¨¢n juntos por primera vez.
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