Pinedo propuso a inversores privados la compra de terrenos en la zona antes que a Renfe
La venta de los terrenos en San Sebasti¨¢n de los Reyes a Equidesa, filial de Renfe, no fue la primera operaci¨®n que intentaron los hermanos Serrano Alberca, principales beneficiarios de la especulaci¨®n en esa zona de parcelas. Meses antes, algunos de estos terrenos fueron ofrecidos por los dos hermanos a J.U, un constructor de apellido vasco. El negocio, la compra de unos terrenos r¨²sticos con la garant¨ªa de que pronto multiplicar¨ªan su valor, fracas¨® porque el constructor desconfi¨®, de la operaci¨®n y porque parte de los terrenos, eran propiedad de empresas cuyo nombre se. negaron a facilitar los hermanos Serrano.
El precio de esta operaci¨®n de venta rondaba, los 400 millones de pesetas, que hab¨ªa que pagar en un solo plazo. Era una cantidad muy superior al precio de mercado del suelo r¨²stico que ofrec¨ªan, pero sensiblemente inferior al que podr¨ªa adquirir una vez recalificado. Parcelas en estos mismos, terrenos fueron finalmente compradas por Renfe en 1.350 millones de pesetas, aproximadamente un a?o m¨¢s tarde.La negociaci¨®n inicial con inversores privados se produjo antes del verano de 1989. El hombre que inici¨® la operaci¨®n que puso en contacto al constructor J.I. con los hermanos Serrano Alberca fue Jos¨¦ Luis Pinedo Crespo, reci¨¦n nombrado asesor del entonces presidente d¨¦ Renfe, Juli¨¢n Garc¨ªa Valverde, y ya con despacho en el edificio de Las Caracolas, en la estaci¨®n madrile?a de Chamart¨ªn.
Zona interesante
El encuentro entre los hermanos Serrano Alberca y el constructor no fue, sin embargo, inmediato. La existencia de unos terrenos interesantes lleg¨® al inversor a traves de, Carme¨¢, Aladr¨¦n Abajo, quien tuvo antes varios encuentros con Jos¨¦ Luis Pinpdo y los dos hermanos para conocer el asunto.
Carmen, Aladr¨¦n, conocida intermediaria en temas urban¨ªsticos ha, intervenido en operaciones como la de Marconi o en asuntos de Hermanos Cutillas, empresa hoy en dificultades financieras-, puso finalmente el negocio en manos del constructor J. U., con el que hab¨ªa mantenido contactos, por otros negocios. Carmen Aladr¨¦n afirm¨® a este peri¨®dico que hab¨ªa conocido la existencia de estos terrenos a trav¨¦s de otra persona, que la puso en contacto con Jos¨¦ Luis Pinedo: "Antes no le conoc¨ªa de nada. Tuvimos varios encuentros, aunque ha pasado tanto tiempo que ya no recuerdo cu¨¢ntos. Es seguro que fuimos a ver los terrenos, luego investigar¨ªamos los registros".
Luego Aladr¨¦n puso el posible negocio en manos del constructor J. U., un hombre con el que ya hab¨ªa trabajado en otras ocasiones, "ya que nos conocemos a trav¨¦s de las familias".
No eran muchas las garant¨ªas que se ofrec¨ªan en la operaci¨®n. S¨®lo un plano con las calificaciones antigua! del terreno en San Sebasti¨¢n de los Reyes y donde se se?alaban unos suelos, al norte del casco urbano de San Sebasti¨¢n de los Reyes y paralelos a la carretera nacional Madrid-Burgos, de los que se dec¨ªa que pronto adquirir¨ªan un valor mayor. Tambi¨¦n se ofrec¨ªa la seguridad de que as¨ª ocurrir¨ªa. Era una cuesti¨®n de confianza, seg¨²n una de las partes que intervinieron.
La operaci¨®n propuesta por los hermanos Serrano, seg¨²n uno de los participantes, era bastante sencilla sobre el papel: se trataba de controlar entre las dos partes estos terrenos para crear, cuando el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n de los Reyes los necesitara, una junta de compensaci¨®n entre los propietarios que les permitiera negociar con ventaja. El acuerdo entre ellos, propietarios ya de estos terrenos, acelerar¨ªa al, m¨¢ximo las negociaciones con el Ayuntamiento.
La justificaci¨®n formal para que estos hechos ocurrieran as¨ª era la ampliaci¨®n de la carretera de Madrid a Burgos, la Nacional I. En ning¨²n momento, ni los Serrano ni Pinedo hablaron de trenes. Un plano en el que se se?alaban los cambios era el material usado en la negociaci¨®n. En el plano con los terrenos ofrecidos aparec¨ªa la carretera de Burgos, Puente Cultural y el Arroyo de Qui?ones -"una de las parcelas ofrecidas limitaba por un lado con el arroyo"-. Los mismos nombres que han aparecido despu¨¦s en los planos de la zona donde ha comprado Renfe sus terrenos (v¨¦ase el mapa).
La investigaci¨®n -sobre los terrenos encargada por el constructor a un abogado, A. G., del Colegio de Madrid, reflej¨® que en la zona exist¨ªan efectivamente terrenos a nombre de los Serrano Alberca, pero que otra gran parte de los terrenos que ¨¦l deber¨ªa comprar no estaban a su nombre. La explicaci¨®n recibida,. seg¨²n palabras del abogado, fue que ¨¦stos estaban controlados por sociedades.
Uno de los encuentros (el ¨²ltimo) con los Serrano Alberca ocurri¨® en la notar¨ªa de Manuel Clavero, en la calle de Serrano, la misma que ha actuado en la mayor¨ªa de las operaciones de compraventa entre los propietarios del terreno original y empresas intermedias y luego, entre ¨¦sfilial de Renfe.
ue tas y Equidesa-
S¨®lo acudi¨® uno de los hertnanos -"el m¨¢s baJo'!-, y su negada se produjo media hora despu¨¦s de lo acordado. Ven¨ªa ya con prisas. El tono era: de lo tomas o lo dejas. La explicaci¨®n de la aparici¨®n de sociedades no fue nada concluyente, y se neg¨® a ofrecer los nombres de las sociedades para que el abogado las investigara. S¨®lo hubo una explicaci¨®n, las sociedades ten¨ªan una opci¨®n, de compra sobre los terrenos. Los datos y los nombres se dar¨ªan si se cerraba la operaci¨®n. El pago ten¨ªa que ser al contado y en un solo plazo. Era una cuesti¨®n de confianza. En este caso no la hubo. No se conoc¨ªan de antes, y s¨®lo un nombre los hab¨ªa unido: Jos¨¦ Luis Pinedo, a quien el constructor hab¨ªa conocido en otras operaciones.
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