Atavismo fan¨¢tico
La lectura del art¨ªculo de Pedro Schwartz (EL PA?S, 10 de enero) me ha supuesto una penosa cohabitaci¨®n entre la estupefacci¨®n y la verg¨¹enza ajena. Solamente el t¨ªtulo, ?De rodillas, infelices!, expone un totalitarismo ling¨¹¨ªstico propio de verdugos o reprimidos hist¨®ricos. De inmediato comprob¨¦ la fecha del peri¨®dico, por si mi quiosquero me hubiese entregado un diario extra¨ªdo de las catacumbas estadounidenses, y estuvi¨¦ramos en 1952, culmen de las fobias anticomunistas del senador MacCarthy. Pero no, est¨¢bamos en 1992 y en Espa?a, un pa¨ªs discreto, que se supon¨ªa hab¨ªa perdido sus atavismos fan¨¢ticos de condenar al contrario (o al que antes se consider¨® intocable) a la pena m¨¢xima, y que se ha demostrado es una tierra propicia para la libertad de pensamiento, digno o indigno, en cuyo ¨²ltimo caso el se?or Schwartz acaba de elegir fehacientemente.Su diatriba va dirigida contra el nazismo, al que equipara en maldad con el comunismo, mezcl¨¢ndolo todo con el estalinismo, mientras introduce una apolog¨ªa reaganiana que hubiera firmado el inventor del t¨¦rmino. Habr¨¢ que recordar al articulista que comunismo es la identificaci¨®n con el prop¨®sito social y ecum¨¦nico de compartir unos bienes en colectividad, y que unos espa?oles comunistas dejaron como testigo de honestidad y valent¨ªa en las misiones jesu¨ªticas del Paraguay de 1609, para luego sucumbir ante el papismo hisp¨¢nico, que ahora resucita de la mano de un catedr¨¢tico de Econom¨ªa al que se le supone presunto conocedor de la diferencia entre comunismo y marxismo-leninismo.
El macartismo se limit¨® a poner a la iritelectualidad norteamericana en el paro, y persigui¨® a patriotas eminentes como Mac Arthur o Marshall, siendo condenado por demagogia por el Senado en 1954. Ahora resulta que sale aqu¨ª un aprendiz del sistema y pide "por Dios y por la humanidad" que se arrodillen Tamames, Segura, V¨¢zquez Montalb¨¢n, Carrillo o P¨¦rez Royo. El zafio intento descalifica al descalificador, que hace de p¨¦simo banderillero, clavando sus malas artes a toro pasado, cuando el sovietismo est¨¢ enterrado por otros m¨¢s sinceros o bravos que ¨¦l, l¨¦ase b¨¢lticos, checos o moscovitas.
Este pa¨ªs no se va a poner de rodillas. Y menos, la categor¨ªa de los proscritos se?alados. Adem¨¢s, el comunismo espa?ol de 1975-77 dio muestras de entereza y perspicacia cuando colabor¨® sinceramente con la democracia para que ¨¦sta fructificase, y abandon¨® el s¨ªmbolo del republicanismo al que ten¨ªa -y tieneperfecto derecho.-
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