El 15% de los j¨®venes espa?oles se declaran objetores de conciencia para no al servicio militar

Un total de 28.051 j¨®venes se dirigieron durante 1991 a la Administraci¨®n para reclamar su reconocimiento como objetores de conciencia al servicio militar. Esta cifra es algo superior a la registrada en 1990, a?o en que se dobl¨® el n¨²mero de solicitudes. El espectacular incremento de los objetores parece haberse frenado, aunque tiende a consolidarse en casi 30.000 anuales; lo que equivale al 15% de los j¨®venes que cada a?o empiezan la mili y convierte a Espa?a en el segundo pa¨ªs de la Comunidad Europea en porcentaje de objetores, inmediatamente despu¨¦s de Alemania.

Tras el incremento de casi el 110% experimentado en 1990, las solicitudes presentadas ante el Consejo Nacional de Objeci¨®n de Conciencia (CONC), organismo de la Administraci¨®n encargado de reconocer oficialmente a los objetores, crecieron s¨®lo el 2,3% el pasado a?o, pasando de 27.398 a 28.051. Este ligero aumento evidencia, seg¨²n fuentes del Ministerio de Justicia, que "el fen¨®meno de la objeci¨®n de conciencia se va normalizando en Espa?a, como ha sucedido en otros pa¨ªses, y tiende a estabilizarse, cuando no a decrecer, tras la inicial explosi¨®n".No obstante, aunque se redujera a medio plazo, la actual cifra de objetores, de 25.000 a 30.000 anuales, coloca a Espa?a a la cabeza de la Comunidad Europea en cuanto a implantaci¨®n de este fen¨®meno. Las solicitudes presentadas en 1991 equivalen casi al 15% de los j¨®venes que a lo largo de este a?o iniciar¨¢n el servicio militar, porcentaje que s¨®lo se da en Alemania, el pa¨ªs donde mayor tradici¨®n tiene la objeci¨®n de conciencia, y muy por delante de B¨¦lgica, que con el 5% se sit¨²a en tercer lugar.

Por primera vez, los objetores reconocidos el a?o pasado (28.627) fueron m¨¢s que las solicitudes presentadas (28.051), pues se resolvieron muchos expedientes de 1990. En total, el n¨²mero de solicitudes presentadas desde que entr¨® en vigor la ley de objeci¨®n de conciencia, en 1984, asciende a 107.102, mientras que los objetores reconocidos alcanzan 90.216. A esta ¨²ltima cifra hay que a?adir 2.435 objetores reconocidos como tales tras haber cumplido el servicio militar.

5.000 solicitudes denegadas

Durante sus siete a?os de funcionamiento, el Consejo ha denegado 4.712 solicitudes; por no alegar los j¨®venes ning¨²n motivo espec¨ªfico para negarse a hacer la mili (2.932 casos), por tratarse de mujeres o de menores de edad (1.733) o por haber empezado ya el servicio militar (47). En el mismo periodo, un total de 3.335 objetores han cambiado de opini¨®n y renunciado a tal condici¨®n tras haberla solicitado e incluso obtenido, ya sea para realizar el servicio militar o para engrosar las filas de los insumisos, que rechazan tanto la mili como la prestaci¨®n sustitutoria. El pasado a?o se produjo un fuerte aumento de las renuncias, que crecieron desde 623 en 1990 a 1.532 en 1991.

Aunque no existen estad¨ªsticas oficiales sobre insumisos, la entrada en vigor de la nueva ley del Servicio Militar, que traslada a los tribunales ordinarios la competencia para juzgar estos casos, ha permitido saber que la Justicia castrense abri¨® diligencias contra 1.289 personas y proces¨® a 500 por negarse a ingresar en el Ej¨¦rcito.

Las cifras del Consejo no coinciden con las de la Oficina para la Prestaci¨®n Social de los Objetores de Conciencia, dependiente del Ministerio de Justicia, que contabilizaba s¨®lo 79.396 objetores a 31 de diciembre de 1991, debido al desfase burocr¨¢tico que existe entre ambos organismos oficiales.

De este n¨²mero, 3.439 est¨¢n realizando la prestaci¨®n sustitutoria del servicio militar y otros 1.020 ya la han cumplido. Los objetores que han sido declarados ¨²tiles y a¨²n no se han incorporado al servicio civil son 7.373. A pesar de las cr¨ªticas formuladas al funcionamiento de la prestaci¨®n, especialmente desde el Ministerio de Defensa, los responsables de Justicia sostienen que los 13.556 puestos concertados en toda Espa?a, y los que se est¨¢n negociando actualmente, son suficientes para absorber el volumen previsible de objetores.

Problema en el Pa¨ªs Vasco

Otro problema distinto es la distribuci¨®n geogr¨¢fica de objetores y plazas. Mientras el Pa¨ªs Vasco es la tercera comunidad con mayor n¨²mero de objetores (10.665), por detr¨¢s de Madrid (14.568) y Catalu?a (12.702), hace la n¨²mero 11 en puestos para realizar la prestaci¨®n sustitutoria, con s¨®lo 352, menos de los que tiene Extremadura (379), regi¨®n en la que ¨²nicamente existen 1.102 objetores. Esta situaci¨®n evidencia el eco que entre las instituciones p¨²blicas y privadas de Euskadi ha tenido el rechazo de los objetores vascos a la vigente ley de Objeci¨®n.

Por otra parte, el Consejo de Ministros tiene pendiente de aprobaci¨®n un real decreto que reduce de 18 a 13 meses la duraci¨®n de la prestaci¨®n sustitutoria, en coherencia con la reducci¨®n de 12 a nueve meses experimentada por la mili. El Ministerio de Justicia ha propuesto incluir en este decreto una nueva regulaci¨®n de los tr¨¢mites para solicitar la condici¨®n de objetor, de forma que las solicitudes s¨®lo puedan presentarse cuando el aspirante haya sido declarado ¨²til para realizar el servicio militar.

El nuevo sistema reducir¨¢ el n¨²mero oficial de objetores, ya que quienes queden excluidos de la mili no podr¨¢n adquirir tal condici¨®n. Actualmente, hay 1.247 objetores excluidos totales y otros 6.057 excluidos temporales. Igualmente, reducir¨¢ el plazo para presentar la solicitud, que deber¨¢ remitirse tras obtener la clasificaci¨®n como ¨²til y antes de la incorporaci¨®n a filas.

Fuentes del Ministerio de Justicia sostienen que, al ser la objeci¨®n de conciencia una forma de exenci¨®n de la mili, no tiene sentido que quienes no est¨¦n obligados a cumplir el servicio militar se hagan objetores. Dichas fuentes agregan que, en todo caso, el plazo que tendr¨¢n los j¨®venes para solicitar su reconocimiento como objetores "seguir¨¢ siendo suficiente". Esta planteamiento es rechazado por los movimientos pacifistas, que consideran la objeci¨®n una opci¨®n ideol¨®gica y no una mero sistema para quedar exento del servicio militar.