El modisto Yves Saint Laurent cumple 30 a?os de belleza y tragedia
La voz de Maria Callas entreten¨ªa la espera, ayer, en el hilo musical del tel¨¦fono de Yves Saint Laurent en Par¨ªs. Anunciaba que la belleza te?ida por un inevitable aire de tragedia cumpl¨ªa 30 a?os. En mi¨¦rcoles -y como cada temporada dos veces al a?o-, a las 11 de la ma?ana -cuando los chocolates de Angelina invitan al pecado parisino y en el hotel Intercontinental, Yves Saint Laurent sonre¨ªa bajo una Unv¨ªa de flores mientras todos, ellas y ellos, coreaban el Happy birthday con alg¨²n que otro puchero, pa?uelo de blonda en mano.
Su amada Catherine Deneuve -que anteayer realizaba una conferencia de prensa para anunciar la firma de un contrato con el que representar¨¢ la nueva l¨ªnea de belleza de Saint Laurent, a sus 49 a?os-, Paloma Picasso, In¨¦s de la Fresange, Madame Rochas y Lucille de la Falaisse encima de la pasarela, ejerc¨ªan de fieles damas de compa?¨ªa, saliendo al paso como en cada desfile del couturier de las alarmas de una salud deteriorada que viene planeando sobre Saint Laurent desde que fue nombrado sucesor de Dior a los 21 a?os.Mariposas, flores y frutas le sirvieron en esta ocasi¨®n al modisto para envolver de un l¨¢nguido romanticismo su 1210 desfile de alta costura, que, como un reloj, hizo coinciffir con aquella cita de 1962.
Fue tambi¨¦n un 29 de enero cuando aquel chico llegado de Or¨¢n (Argelia) escrib¨ªa sus tres iniciales larguiduchas en la historia de la moda. "La mejor colecci¨®n de trajes concebida desde Chanel", exclamaba la revista Life. Y, cuentan los que estuvieron, que aflor¨® por primera vez el nudo en la garganta.
"Todos los creadores despiertan alguna emoci¨®n - cuando muestran su obra. Saint Laurent son las l¨¢grimas", confesaba una azorada Paloma Picasso con motivo de la exposici¨®n retrospectiva que se celebr¨® durante el Festival Internacional de Fotografia de Moda en Barcelona.Transgresi¨®n
Desde Marguerite Duras hasta Henri-L¨¦vy, Warhol o Mitterrand, la atracci¨®n hacia el mundo de Saint Laurent no tiene referentes en la historia de la moda. Su extremada renuncia a los dictados de lo efirnero, la perpetua transgresi¨®n -desde el primer travestismo del esmoquin hasta la agresiva feminidad de las transparencias-, el flirteo continuo entre moda- y arte: sus colecciones inspiradas en Mondr¨ªan, el pop-art o Matisse, y el devaneo por el mundo de los cl¨¢sicos le han valido estudios, exposiciones y homenajes de los cuales ¨¦l huye. Desaparece, siempre con ese miedo que le encoge la sonrisa y por el cual tiembla ante cada desfile.
Saint Laurent ha vivido vertiginosamente. Tiene 56 a?os y ha visto m¨¢s de una vez la cr¨®nica de su muerte ali?ada. Revela que las depresiones y el alcohol han estado a punto de terminar con su vida. Pero a estas declaraciones le siguen palabras de amor, corazones dedicados a la mujer y que ¨¦l mismo se encarga de repartir.
El d¨ªa 3 de febrero la ¨®pera de la Bastilla se pondr¨¢ a sus pies para celebrar con todos los honores su 300 aniversario. Habr¨¢ trajes antiguos -de los que marcaron ¨¦poca-, ballet y muchas mujeres. Esas gacelas de la palabra que son las encargadas de prensa dudan todav¨ªa en confirmar la propia asistencia del maestro.
Una vez, recordando los d¨ªas que pas¨¦ junto a Christian Dior, dio la pista del destino que llevaba escrito: "Yo a¨²n no hab¨ªa cumplido los 20 y, como dijo Proust, 'los verdaderos para¨ªsos son los perdidos".
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