Julio Bocca no entiende que Espa?a carezca de un ballet cl¨¢sico oficial
El bailar¨ªn argentino inicia en Vigo una gira por varias ciudades
El bailar¨ªn argentino Julio Bocca y su compa?era, Eleonora Cassano, est¨¢n en Madrid para presentar su gira por Espa?a. A punto de cumplir 25 a?os, Bocca es ya un hombre maduro. Dice no entender por qu¨¦ Espa?a, con medios econ¨®micos y afici¨®n, carece de una compa?¨ªa de ballet cl¨¢sico. Define su propio momento art¨ªstico afirmando que ahora baila "como un ruso, que haga lo que haga est¨¢ bien".
Desde su perspectiva de bailar¨ªn latino y norteamericano, un continente en el que la crisis econ¨®mica afecta al ballet, no puede entender por qu¨¦ Espa?a, "que econ¨®micamente va bien, tiene teatros, afici¨®n y buenos elementos", no quiere tener una compa?¨ªa cl¨¢sica que la represente."Ahora disfruto lo que hago, soy persona", dice Julio Bocca, que dice actuar ahora "como un ruso, que haga lo que haga est¨¢ bien". La gira que se dispone a emprender en Espa?a, con el ballet del teatro municipal General San Mart¨ªn de Buenos Aires, comenzar¨¢ el viernes en el centro cultural Caixavigo, de Vigo, y despu¨¦s seguir¨¢ en Palma de Mallorca, Murcia, Logro?o y Gij¨®n.
Entre las piezas que Julio Bocea y Eleonora Cassano interpretar¨¢n en la gira, destacan El cisne negro, de El lago de los cisnes, de Chaikovski y Petipa; Aquelarre y Pl¨¦yades (de Stelle), de Paul Lindemith, Frank Martin y ¨®scar Araiz; El carnaval de los animales, de Saint-Sa¨¦ns y ?scar Ara¨ªz; y el Grand pas de deux de Don Quijote, de Minkus y Petipa.
En Madrid, Bocca se encontrar¨¢ con sus grandes amigos del Ballet L¨ªrico. "Cuando me enter¨¦ del cambio de rumbo del ballet cl¨¢sico me dio mucha l¨¢stima, porque ahora se notaba un crecimiento".
Aunque permanece en el American Ballet Theater como artista invitado y hace la temporada neoyorquina de tres meses, su compa?¨ªa es el ballet del Teatro Col¨®n, que ahora ha convocado a concurso 40 plazas de bailarines.
"Los argentinos no prosperamos porque cuando tenemos un poco de estabilidad ya salimos como millonarios", explica sobre el estado de una compa?¨ªa que no termina de remontar a pesar de su ayuda. Con ella montar¨¢ dos producciones cl¨¢sicas como empresa. Entre sus proyectos est¨¢ tambi¨¦n hacerse una casa en la que intentar¨¢ pasar tres temporadas al a?o, por ahora solo con sus dos grandes perros y sus novelas de suspense.
"Acepto que se diga que he sido un muchacho afortunado [medalla de oro de Mosc¨² e inmediato contrato en el ABT con 18 a?os], pero detr¨¢s hay mucho trabajo, amigos que me apoyan y un buen agente. No tolero el incumplimiento, es una falta de respeto a los dem¨¢s y a uno mismo".Fatiga mental
Diez a?os de profesi¨®n dura -"los hoteles y los aviones son mi casa"- le llevaron a una crisis de fatiga m¨¢s mental que f¨ªsica. "Tom¨¦ vacaciones antes de empezar 1991 y me cost¨® un gran esfuerzo volver a bailar. El reposo despu¨¦s de la operaci¨®n tambi¨¦n me sirvi¨® para crecer, lo que no hab¨ªa hecho en todos esos a?os. Ahora s¨¦ lo que quiero. Quiz¨¢ soy un poco m¨¢s viejo", dice con una sonrisa ancha que le acent¨²a la pinta de joven sanote. Aunque en su agenda no cabe un alfiler ni un pa¨ªs del mundo que visitar, considerado como la figura m¨¢s brillante del ballet mundial -¨¦l mismo dice que ya sus m¨²sculos sienten la edad-, podr¨ªa pasar por un adolescente miembro de un equipo parroquial de f¨²tbol, con vaqueros y deportivos, y aspecto de reci¨¦n duchado. Si algo echa de menos en su vida es alguien a su lado: "Eso seguro que me ayudar¨ªa tambi¨¦n a crecer".
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