Volvo se acerca a Renault por el rechazo del Gobierno sueco a la fusi¨®n con Procordia

El jefe del grupo fabricante de autom¨®viles y motores Volvo, Pehr G. Gyllenhammar, acus¨® al Gobierno del conservador Carl Bildt de haber da?ado internacionalmente la imagen de la compa?¨ªa al rechazar la proyectada fusi¨®n con el grupo de alimentaci¨®n p¨²blico Procordia. Critic¨® tambi¨¦n que "un Gobierno que ha predicado la ausencia del Estado en la vida econ¨®mica ha resultado el m¨¢s intervencionista". En una carta al primer ministro, el jefe de Volvo reclama conversaciones directas con el Gobierno sin intervenci¨®n de la comisi¨®n de privatizaciones. Mientras, Volvo, necesitada de una profunda reestructuraci¨®n, se ha acercado a Renault para que ¨¦ste aumente su participaci¨®n en el grupo sueco.

El primer ministro Bildt ha respondido que la culpa del da?o sufrido por el grupo Volvo la ten¨ªa Gyllenhammar, que hab¨ªa anunciado p¨²blicamente la operaci¨®n de fusi¨®n, y no el Gobierno. El primer ministro desech¨® el planteamiento de prescindir de la comisi¨®n que el Gobierno tiene para asesorarse en las propuestas de privatizaciones, y que est¨¢ mayoritariamente integrada por pesos pesados de la vida econ¨®mica sueca.Las especulaciones en tomo a la proyectada fusi¨®n Volvo-Procordia se intensificaron desde que el mi¨¦rcoles pasado la revista econ¨®mica sueca Veckans Affarer public¨® que la empresa francesa Renault proyecta aumentar su participaci¨®n en el sector de autom¨®viles de turismo Volvo, que podr¨ªa llegar hasta la transferencia total a manos francesas.

Pese a que la conexi¨®n francesa contin¨²a siendo un rumor, ya que ninguna de las partes involucradas ha confirmado el prop¨®sito anunciado, los observadores econ¨®micos le dan mucha credibilidad.

Crisis del mercado

El consorcio sueco no ha permanecido inmune a la baja coyuntura que sufre la industria automovil¨ªstica en todo el mundo, y todo parece indicar que est¨¢ buscando una reestructuraci¨®n profunda por la incertidumbre que se cierne sobre el mercado automotriz.Mientras tanto, en el plano interno queda por ver cu¨¢ndo se iniciar¨¢n las negociaciones directas entre el Gobierno sueco y Volvo para discutir la proyectada fusi¨®n Volvo-Procordia. Gyllenhammar lament¨® que el anuncio de la fusi¨®n el fin de semana pasado hubiera provocado "tanta turbulencia pol¨ªtica".

De llevarse a cabo la operaci¨®n, el consorcio resultante llevar¨ªa el nombre de Volvo, y tendr¨ªa un capital de 115.000 millones de coronas (casi dos billones de pesetas) y m¨¢s de 100.000 empleados. Procordia, cuyo capital accionario pertenece en un 43% al Estado, tiene como actividades principales la producci¨®n de medicamentos, alimentos y servicios.

Por el momento, el Gobierno sueco ha rechazado la fusi¨®n. La decisi¨®n, tomada en una reuni¨®n extraordinaria del Ejecutivo el pasado martes, se fundament¨® en las mismas razones que pocas horas antes hab¨ªa esgrimido la comisi¨®n de privatizaciones: incompatibilidad industrial entre ambas empresas -producci¨®n de autom¨®viles, por una parte, y de medicamentos y alimentos, por otra-; condiciones financieras de la operaci¨®n -cuatro acciones de Volvo por nueve de Procordia- y tambi¨¦n a lo que consideran una experiencia mundial negativa respecto a la viabilidad de los grandes conglomerados.

A partir de la decisi¨®n adoptada por el Gobierno sueco, se abre una etapa de incertidumbre y de especulaciones sobre lo que ocurrir¨¢ ahora con la proyectada fusi¨®n y, m¨¢s importante todav¨ªa, sobre las relaciones entre el poderoso consorcio y el Gobierno.

Un Estado dentro del Estado

En Suecia es com¨²n escuchar que "lo que es bueno para Volvo es bueno para Suecia" y tambi¨¦n que Volvo "es un Estado dentro del Estado". Sin embargo, desde que se hizo p¨²blica la proyectada fusi¨®n, las relaciones entre Gyllenhamniar y el Gobierno derechista de Bildt se han vuelto s¨²bitamente complicadas.El anuncio de la fusi¨®n el pasado fin de semana lleg¨® en un momento inadecuado para el Gobierno, que planeaba presentar esta semana la lista de las primeras empresas de las m¨¢s de 30 que ha decidido privatizar. Al parecer, Procordia estaba en un lugar preferente en ese sentido.

Precisamente ¨¦sa habr¨ªa sido la causa que precipit¨® el anuncio de fusi¨®n por parte de Volvo: para evitar que Procordia, que es una empresa muy rentable, cayera en manos de capital extranjero. Tal presunci¨®n fue confirmada por Gyllenhammar.

Esta posici¨®n del director de Volvo fue calificada de contradictoria con los planes privatizadores del Gobierno, pues ¨¦stos no cuestionan si los compradores de las acciones de una empresa son extranjeros o no.