Sobre el Airbus

Con objeto de disipar las dudas que puedan crear en los usuarios de Iberia las manifestaciones aparecidas en un art¨ªculo del peri¨®dico del d¨ªa 21 de enero de 1992 sobre el accidente de un A-320 de la compa?¨ªa francesa AirInter en Estrasburgo, quisiera hacer las siguientes puntualizaciones.1. No existe desconfianza alguna del avi¨®n hacia el piloto. Como en todos los aviones, el piloto programa y controla en todo momento la actuaci¨®n del avi¨®n. La gran diferencia sobre los dem¨¢s es que el A-320 es capaz de proporcionar m¨¢s informaci¨®n que cualquier otro y que tiene como reserva, en cuanto a navegaci¨®n se refiere, lo que en otros aviones es primario.

2. El complejo sistema de ordenadores, como se dice en el art¨ªculo, cumple la misi¨®n de eliminar el entramado de cables y poleas de otros aviones y que se traduce en la reducci¨®n de varios miles de kilos de peso que son aprovechados como carga de pago aumentando la rentabilidad del avi¨®n.

3. El aut¨¦ntico piloto del avi¨®n no es el ordenador como se dice en el art¨ªculo; es el piloto.

Como todos los aviones, ¨¦ste se maneja autom¨¢tica o manualmente. En autom¨¢tico (tiene dos sistemas), el avi¨®n se maneja y gestiona autom¨¢ticamente siguiendo las directrices insertadas previamente por el piloto, que siempre tiene la opci¨®n de by-pasar el control autom¨¢tico y gestionar manualmente el control del avi¨®n.

4. El side-stick cumple fielmente la funci¨®n que en otros aviones realiza la palanca de control de mandos o cuernos (como lo define el art¨ªculo).

5. Entrar en p¨¦rdida es una situaci¨®n que ning¨²n piloto desea, y en ese sentido conviene resaltar que es un logro de dise?o del avi¨®n.

6. Puedo asegurarle que en ning¨²n vuelo comercial de Iberia ha ocurrido el incidente que se menciona en el art¨ªculo sobre la imposibilidad de parar los motores por parte del piloto.

7. El natural desconocimiento de la m¨¢quina por parte de las personas que no han estado directamente relacionadas con el avi¨®n puede despertar sentimientos de inquietud, admiraci¨®n o simpat¨ªa sobre las bondades de las nuevas tecnolog¨ªas, que en este avi¨®n se aplican, y que evidentemente supone un reto de superaci¨®n en la aviaci¨®n futura.

No obstante, carezco de informaci¨®n sobre que alg¨²n piloto se haya negado a dirigir el avi¨®n, y, por supuesto, dudo que haya un criterio de rechazo o prevenci¨®n generalizados.- Jefe de flota A-320.