El talento reclam¨® la palabra en Chamart¨ªn
La hegemon¨ªa de la t¨¢ctica. La preocupaci¨®n por contrarrestar al adversario defini¨® el partido. Muchas faltas t¨¢cticas y muchas persecuciones individuales. Los dos equipos se ataron demasiado. Se cre¨® un ambiente desangelado. Las individualidades quedaron siempre supeditadas a las respuestas colectivas. Sin embargo, el talento siempre encuentra la posibilidad de rebelarse a los mandatos de la pizarra.El tanto se salt¨® el protocolo. Al jugarse el partido bajo el imperio de dos sistemas que convierten en esenciales a los carrileros, se termin¨® convirtiendo el centro en un producto t¨®pico. Los laterales ahora van y vienen con parecidas dotes atl¨¦ticas pero con un distinto grado de lucidez. La diferencia la marc¨® Hagi desde la banda en una ocasi¨®n, despu¨¦s de la abundancia de centros desmedidos. Hagi se atrevi¨® con uno medido. All¨ª qued¨® marcada la diferencia entre calidad y cantidad. En el resto de los goles, qued¨® grabado el rapto de eternidad en esa pausa de Butrague?o, que le ayuda a encontrar rincones en los sitios donde los futbolistas terrenales s¨®lo ven camisetas. Lo de Penev fue una manera de advertir que ellos tambi¨¦n pueden.
La personalidad del Valencia. En Chamart¨ªn volvieron a quedar dudas sobre el ¨¢nimo del Valencia. Parece un equipo que necesita una corriente favorable para animarse a remar. Desde un punto de vista t¨¦cnico, el Valencia es equiparable al Madrid. Pero para comenzar a ser grande de verdad hay que creerselo. En f¨²tbol hay que marcar una diferencia entre lo que significa jugar bien y tener voluntad ganadora.
La posici¨®n de Michel. La ubicaci¨®n de Michel como medio centro tiene como primera consecuencia la ofrenda del monopolio de la banda derecha a Villarroya, que es m¨¢s generoso que claro. Por otro lado, cuando un jugador ocupa el mediocentro no se pueden permitir lagunas. Junto con Hierro, Michel era el hombre que ten¨ªa la responsabilidad de gestionar el equipo. Es por¨¢dicamente brillante, porque es muy bueno en cualquier sitio, pero para la funci¨®n abus¨® mucho del traslado y del pelotazo largo. La inclusi¨®n de Michel tiene mucho que ver con las intenciones de Beenhakker. Y a un jugador no se le puede acusar de obediente en unos tiempos don de los entrenadores marcan las pautas. La ¨²ltima sugerencia con respecto a esa funci¨®n de Michel y el pelotazo: el secreto del Real Madrid de los ¨²ltimos a?os ha sido agrupar a sus mejores jugadores alrededor del bal¨®n. Es una defensa natural ante la falta de velocidad de los hombres de ataque. Para acudir al pelotazo, primero hay que alejarse. Ayer todos los jugadores estaban muy dispersos en la cancha. Despu¨¦s queda sorprender con velocidad. Si se pretende insistir en esta idea, quiz¨¢ se haga importante la presencia de Llorente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.