"Pareci¨® que se hund¨ªa todo", declara la madre de un herido
Jes¨²s Cofrades Rivero, trabajador de 32 a?os, que ayer disfrutaba de un d¨ªa de descanso, vio interrumpido su sue?o por la deflagraci¨®n del coche-bomba de ETA. Los cristales de la ventana de su dormitorio se rompieron en mil a?icos y le originaron una brecha en la frente, que requiri¨® que le dieran diversos puntos en el hospital Cl¨ªnico. Josefa Rivero, su madre, describ¨ªa as¨ª lo sucedido: "Vivimos en un quinto piso del n¨²mero 20 de la calle Segovia. De pronto, pareci¨® que se hund¨ªa todo. Todo se llen¨® de polvo. Nos figuramos que era una bomba. Fue un despertar terrible, pero felizmente no nos pas¨® nada grave".Esta mujer recuerda que suele cruzar por esta calle todos los d¨ªas cerca de donde se produjo el atentado, y que no hab¨ªa advertido nada extra?o en los d¨ªas precedentes. "Estaba en la cama cuando la explosi¨®n levant¨® hacia arriba mi cuerpo", declar¨® una anciana, vecina de la plaza de Cruz Verde. Una empleada de un restaurante pr¨®ximo al lugar del atentado detall¨® que la explosi¨®n fue "horrible, bestial, los cristales han saltado por los aires y se ha producido una gran humareda", informa Efe. Otro vecino declar¨® que la plaza de la Cruz Verde est¨¢ destrozada y que en su casa ya no quedan ni puertas ni ventanas.
Los padres del capit¨¢n Navia acudieron al hospital. EmIlia Refojo, la madre del militar asesinado, encogida, s¨®lo consegu¨ªa balbucear "me lo han matado", mientras una amiga apostillaba "a ver si acabamos con estos canallas". Emilia Refojo sufri¨® un amago de infarto cuando estaba en el hospital. Al otro lado de la calle Segovia Virginia Rodr¨ªguez, de 66 a?os, supo inmediatamente que la explosi¨®n no era del butano. "Desde la guerra no hab¨ªa o¨ªdo m¨¢s bombas, pero es algo que no se olvida".
"Si la palabra matase"
"No hay palabras. Si la palabra matase, yo matar¨ªa", con esta contundencia se expresaba ayer el cu?ado de Antonio Ricote Castillo a su llegada al instituto anat¨®mico forense, donde hab¨ªa sido ingresado el cad¨¢ver de su familiar, v¨ªctima del atentado perpetrado por ETA en Madrid. Uno de los hijos de este telegrafista se expresaba con similar virulencia: "Son unos hijos de puta", en alusi¨®n a los terroristas. La esposa del funcionario, presa del dolor, s¨®lo acert¨® a decir: "Era muy bueno", mientras que una prima reiteraba que "las palabras se han acabado para todo esto".
Un superior del soldado de reemplazo fallecido en el atentado, Francisco Carrillo, elogiaba las virtudes de este joven lucense, que se habr¨ªa licenciado en mayo. "Era un soldado ejemplar. De lo mejorcito que hab¨ªa en el reemplazo. Era un deportistas cien por cien". Le gustaba, sobre todo, el baloncesto, aunque s¨®lo med¨ªa 1,72". Una sobrina del capit¨¢n Carlos Navia Refojo aseguraba que "era una persona que no se merec¨ªa esto".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.