El bumer¨¢n del nuevo reglamento de extranjer¨ªa: miles de trabajadores al borde de la clandestinidad
En su b¨²squeda por hacer menos atractivo el procedimiento del asilo, el Gobierno ha abierto una brecha que perjudica a decenas de miles de solicitantes que caer¨¢n en la irregularidad

El nuevo reglamento de extranjer¨ªa estaba llamado a hacer de Espa?a ¡°un pa¨ªs mejor¡±, pero ha dejado un agujero de un tama?o incalculable. Las elogiosas palabras de la ministra Elma Saiz sobre la normativa que ella misma impuls¨® contrastan ahora con la cascada de cr¨ªticas y estupefacci¨®n de abogados, empresarios y ONG ante el futuro de decenas de miles de solicitantes de asilo que acabar¨¢n sin papeles y tendr¨¢n que abandonar sus puestos de trabajo para sumergirse en la clandestinidad. La nueva norma est¨¢ ahora sobre la mesa del Tribunal Supremo, recurrida por todo el arco de las organizaciones m¨¢s importantes de defensa de los derechos de los migrantes y abogados de extranjer¨ªa. ¡°?Qu¨¦ van a hacer todas estas personas, que est¨¢n cotizando, que tienen una vida en Espa?a¡¡±?, cuestiona el abogado Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Candela. ¡°?Y qu¨¦ van a hacer los empleadores que cuentan con ellas en sus empresas? Les estamos abocando a olvidarse de ellas o a contratarlas de manera irregular¡±, a?ade.
Actualmente, hay m¨¢s de 275.000 personas que alegaron que su vida est¨¢ en riesgo si volv¨ªan a sus pa¨ªses y que esperan una respuesta a su solicitud de asilo en Espa?a. Aunque el Ministerio de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones asegura desconocer el dato, miles de estas personas trabajan y cotizan desde hace meses e incluso a?os. La clave es que la gran mayor¨ªa de estas resoluciones que est¨¢n por venir ser¨¢ negativa (Espa?a reconoci¨® el a?o pasado el 18,5% de las peticiones) lo que deja a los solicitantes en situaci¨®n irregular. Hasta ahora, ese rechazo no era un problema tan grave, porque tras a?os viviendo y trabajando en el pa¨ªs, los solicitantes encontraban otras v¨ªas para lograr una autorizaci¨®n de residencia y trabajo por arraigo. Pero a partir del pr¨®ximo 20 de mayo, cuando el reglamento entre en vigor, todo ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil y tendr¨¢n serias dificultades para reengancharse.
Los empresarios que m¨¢s dependen de mano de obra extranjera no dan cr¨¦dito. La responsable de recursos humanos de una empresa familiar que resiste con 127 empleados en la provincia de Soria cuenta que entre su plantilla hay al menos 20 solicitantes de asilo. ¡°Como empresa en el medio rural nos supondr¨¢ un problema de personal porque un buen porcentaje de trabajadores son extranjeros en esta situaci¨®n. Yo no puedo prescindir de esta mano de obra, porque no tengo otra. Supondr¨¢ replantearnos la producci¨®n y externalizar, pudi¨¦ndolo hacer nosotros¡ Lo de siempre. No s¨¦ por qu¨¦ no se hace como en Portugal: autorizaci¨®n de trabajo desde el minuto uno asociado a un contrato¡±, mantiene. ¡°Es todo un sinsentido¡±.
El texto trae un cambio fundamental con el que se impide que el tiempo que los solicitantes pasan en Espa?a de forma legal esperando a que se resuelva su petici¨®n pueda usarse para lograr una autorizaci¨®n de residencia por arraigo si su petici¨®n acaba denegada. Esto significa, por ejemplo, que un solicitante de asilo que lleva un a?o y medio trabajando y cotizando en Espa?a, tendr¨¢ que poner su contador a cero y pasar dos a?os en la irregularidad si quiere optar a un nuevo permiso. Migraciones (y el Ministerio del Interior) han alegado que una sentencia del Supremo y la normativa europea les obligaban a imponer esta restricci¨®n, una premisa que los abogados de extranjer¨ªa rechazan de plano.
Como este ajuste empujaba irremediablemente a decenas de miles de personas a la irregularidad, se incluy¨® una disposici¨®n transitoria en el reglamento para rescatar a una parte de los perjudicados: un n¨²mero indeterminado de personas a las que se les rechace su petici¨®n antes del 20 de mayo y lleven al menos seis meses en situaci¨®n irregular. La f¨®rmula es tan arbitraria que los solicitantes a los que les nieguen su solicitud el 21 de mayo ya no podr¨¢n contar con los a?os que llevan en Espa?a para una nueva autorizaci¨®n y tendr¨¢n que pagar el peaje de pasar dos a?os sin papeles para optar a un arraigo. En ese tiempo, les echar¨¢n de sus trabajos, les cerrar¨¢n las cuentas de banco, les costar¨¢ a¨²n m¨¢s alquilar una casa y volver¨¢n a trabajar en B. ¡°Facilitamos el acceso a una autorizaci¨®n a aquellas personas que solicitaron asilo, pero no re¨²nen los requisitos¡±, aseguran en el Ministerio de Migraciones, que evita referirse a todos los que se quedar¨¢n fuera.
?ngela Ca?¨®n, colombiana, 35 a?os, aterriz¨® en Madrid el 9 de marzo de 2022. Lo hizo empujada por las amenazas de un grupo armado en su pa¨ªs que quer¨ªa quedarse con las tierras en las que ella trabajaba, en la regi¨®n de Arauca, fronteriza con Venezuela. Durante un a?o, vivi¨® en distintas ciudades, busc¨¢ndose la vida trabajando de forma irregular y recibiendo ayudas de organizaciones que trabajan con mujeres y con migrantes. Hasta que, en marzo de 2023, consigui¨® formalizar su petici¨®n de asilo, obtuvo su permiso para trabajar a los seis meses y consigui¨® un empleo formal como cuidadora, contratada por una empresa privada. Desde que Ca?¨®n present¨® su solicitud de asilo ya han pasado dos a?os. Cada d¨ªa teme que finalmente llegue la respuesta negativa (los colombianos tienen una de las tasas m¨¢s alta de reprobaci¨®n) y que lo que ha conseguido hasta ahora se vaya al traste. ¡°Me siento frustrada, impotente, desorientada, con la incertidumbre todo el tiempo de qu¨¦ va a pasar con uno, de que si te quedas sin permiso de trabajo, c¨®mo vas a hacer otra vez para sobrevivir; es vivir con zozobra¡±.
El abogado Rodr¨ªguez Candela, de la asociaci¨®n Extranjeristas en Red, una de las que ha impugnado el reglamento, rechaza el esp¨ªritu de la nueva norma: ¡°Va contra la esencia de lo que significa el arraigo. Es una discriminaci¨®n de un colectivo de miles de personas. Me est¨¢n diciendo que una persona que entra en patera y que no puede trabajar legalmente, a los dos a?os tiene un arraigo laboral, pero una que ha entrado por [el aeropuerto de] Barajas y ha estado trabajando legalmente todo ese tiempo, no tendr¨¢ esa opci¨®n. No lo entiendo. ?No est¨¢ arraigado?¡±, cuestiona. Mauricio Valiente, director de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), apela a la practicidad: ¡°Cualquier complicaci¨®n para la obtenci¨®n de los papeles aumentar¨¢ la bolsa de personas en situaci¨®n irregular. Y estas personas, vistos los porcentajes de devoluci¨®n, tampoco van a ser devueltas a sus pa¨ªses, por lo que el resultado va a ser m¨¢s trabajo para la Administraci¨®n, mayor ansiedad, mayor precariedad y m¨¢s reacciones xen¨®fobas¡±.
Luis Fernando Duque, colombiano de 38 a?os, public¨® un v¨ªdeo en TikTok contando su situaci¨®n al borde del llanto y termin¨® haci¨¦ndose viral. ¡°?Saben por qu¨¦ lloro? De rabia, llevo tres a?os aqu¨ª en Espa?a guerre¨¢ndola, trabajando duro, de domingo a domingo, porque quiero hacer las cosas bien, bregando para sacar mis papeles y ahora resulta que estos tres a?os son perdidos¡±, dec¨ªa en la grabaci¨®n que acumula decenas de miles de reacciones. Duque lleg¨® en mayo de 2022 a Sevilla, trabaj¨® recogiendo fruta, despu¨¦s cuidando a una se?ora mayor, vivi¨® en refugios y centros de acogida, hasta que a finales de ese a?o consigui¨® formalizar su solicitud de asilo, cuenta a EL PA?S. Ya con el permiso de trabajo ha podido emplearse como montador de muebles, despu¨¦s en una comercializadora de licores y bebidas y tambi¨¦n en una empresa de reparto de neum¨¢ticos. Sigue a la espera de una respuesta a su solicitud. Parad¨®jicamente, lo mejor que podr¨ªa ocurrirle es que se la denieguen antes del 20 de mayo y as¨ª no tener que aguantar otros dos a?os para obtener nuevos papeles.
Tras estas normas hay una clara intenci¨®n pol¨ªtica, impulsada desde el Ministerio del Interior: la de hacer del asilo una v¨ªa mucho menos atractiva para intentar descongestionar el sistema. El asilo en Espa?a, como en Estados Unidos y en el resto de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, ha acabado convirti¨¦ndose en la forma m¨¢s segura de permanecer y trabajar en el pa¨ªs de destino y el departamento de Fernando Grande-Marlaska lleva a?os se?alando abusos en las peticiones. Aunque la trampa la facilite el propio sistema. En sistemas eficientes, se deber¨ªan estudiar con rapidez los casos de migrantes que alegan que ser¨ªan perseguidos si se les obliga a regresar a sus pa¨ªses de origen: los que tienen temores fundados recibir¨ªan protecci¨®n inmediata y los que no, ser¨ªan candidatos a la deportaci¨®n. Ahora no ocurre ni una cosa ni la otra. Espa?a, con 167.000 peticiones el a?o pasado, tarda a?os en resolverlas y mantiene un sistema al borde del colapso.
Una de las preguntas clave es si, al menos, funcionar¨¢ la estrategia. Los abogados de extranjer¨ªa no lo creen. Tambi¨¦n se muestran esc¨¦pticos miembros del equipo de Migraciones que consideran que los reci¨¦n llegados seguir¨¢n prefiriendo garantizarse una estabilidad a su llegada, a aguantar dos a?os en la clandestinidad hasta poder solicitar una autorizaci¨®n de residencia por arraigo. A¨²n es pronto para saberlo, pero algunos datos ya parecen reflejar la incertidumbre que ha provocado la aprobaci¨®n de la norma. La cifra de peticiones de asilo en enero de este a?o (con el nuevo reglamento ya aprobado por el Gobierno) en relaci¨®n con enero del a?o pasado se ha mantenido casi intacta ¡ªalgo m¨¢s de 13.000¡ª, pero hay algunas variables: las solicitudes de los colombianos y peruanos cayeron a la mitad: de 4.000 a 2.100 en el caso de los primeros, y de 1.000 a 500 en el caso de los segundos. Otro dato: desde que se aprob¨® el reglamento, el 20 de noviembre del a?o pasado, hasta el 31 de enero de este a?o, 4.500 solicitantes de asilo que recurrieron el rechazo de sus solicitudes han desistido de continuar con el proceso, seg¨²n datos del Ministerio del Interior. Son casi tantos como los 5.099 que desistieron de sus recursos del 1 de enero al 20 de noviembre del a?o pasado.
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