Condenado a 10 meses el militar que mat¨® a un cabo con su Cetme en una cacer¨ªa

El juez Eduardo L¨®pez-Palop ha condenado a 10 meses de c¨¢rcel por un delito de imprudencia temeraria al sargento del Ej¨¦rcito Modesto Redondo Gil, acusado de matar con su Cetme a un cabo cuando participaba en una batida nocturna de jabal¨ªes.

El homicidio se produjo durante unas maniobras militares desarrolladas hace tres a?os en el t¨¦rmino municipal de Hoyos de Manzanares.El juez, titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 18, declara probado que Redondo, del Regimiento de Infanter¨ªa Mecanizada Saboya n¨²mero 6, con base en Colmenar Viejo (Madrid), "sali¨® de caza en la noche del 6 de mayo de 1988, acompa?ado por el capit¨¢n m¨¦dico Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez y el tambi¨¦n capit¨¢n Ignacio Mayanad¨ªa, para realizar una batida de jabal¨ªes", y que, durante la cacer¨ªa, dispar¨® sobre unos matorrales que se mov¨ªan creyendo que se trataba de una presa. Sin embargo, detr¨¢s de esos arbustos estaban el cabo y dos soldados m¨¢s.

La v¨ªctima, de 20 a?os, es ?ngel Cabrera V¨¢zquez. El juez ha condenado tambi¨¦n a Redondo a indemnizar con ocho millones a los familiares del cabo, que recibi¨® el impacto en la cabeza.

Los tres mandos llevaron a la cacer¨ªa su respectivo Cetme, a pesar de que "no ten¨ªan autorizaci¨®n" para cazar. La batida la realizaron dentro del per¨ªmetro acotado para las maniobras. La sentencia considera que el acusado "no guard¨® una m¨ªnima precauci¨®n" antes de disparar.

En el juicio, celebrado el pasado mes de enero, el sargento dijo que, antes de disparar, al observar el movimiento de los matorrales, grit¨®: "?Qui¨¦n hay ah¨ª?", y que nadie respondi¨®. Los dos soldados que estaban con el cabo negaron, por su parte, haber escuchado tal grito. "De pronto vimos un foco de luz [de una linterna] y en seguida escuchamos el disparo", dijeron al juez.

Indemnizaci¨®n

El abogado particular de la familia del cabo reclam¨® al juez en el juicio, celebrado el pasado mes de enero, una indemnizaci¨®n de 20 millones de pesetas y que declarara al Ej¨¦rcito responsable civil subsidiario en caso de que se demostrase la insolvencia del procesado.

El juez L¨®pez-Palop, sin embargo, ha desestimado esta petici¨®n por considerar que el sargento actu¨® a t¨ªtulo personal y que no estaba autorizado a ir de cacer¨ªa por sus mandos. El juez asegura que ¨¦l tampoco ten¨ªa permiso de sus superiores para utilizar un Cetme en ese menester.

El fiscal pidi¨® al juez durante la vista que impusiera al procesado una pena de un a?o de privaci¨®n de libertad y que indemnizara a los familiares con siete millones de pesetas. El abogado defensor reclam¨® la libre absoluci¨®n por no apreciar intencionalidad en la acci¨®n de su cliente.

Por su parte, el acusador privado exigi¨® que la pena fuese de dos a?os, y la indemnizaci¨®n, de 20 millones de pesetas. El sargento procesado, sin embargo, no ir¨¢ a la c¨¢rcel por carecer de antecedentes penales.